Los l¨ªderes de la marcha campesina hacia La Paz creen que se les quiere asesinar
Los principales miembros de la Coordinadora de Movilizaci¨®n ?nica Nacional (Comunal) de Bolivia, que lleva a cabo la caminata hacia La Paz desde Cochabamba y otros puntos del valle y del altiplano, aseguraron ayer que no temen por su vida, sino por la reacci¨®n social derivada de su posible eliminaci¨®n. 'Existe una n¨®mina en los servicios de Inteligencia de la Polic¨ªa y del Ej¨¦rcito con el nombre de las personas que debemos ser eliminadas f¨ªsicamente porque consideran que estamos trabando permanentemente el clima de paz en el pa¨ªs', denunci¨® uno de los portavoces de la Comunal, Oscar Olivera.
Olivera encabeza la marcha de unos 1.000 campesinos y agricultores que el lunes parti¨® de Cochabamba para llegar a La Paz el 23 de abril y reclamar el cumplimiento de compromisos gubernamentales hechos el a?o pasado.
Olivera ratific¨® una denuncia similar del m¨¢ximo l¨ªder de los productores de hoja de coca del tr¨®pico de Cochabamba, el diputado de Izquierda Unida Evo Morales, que poco antes advirti¨® de que los sindicatos campesinos saben de la existencia de esta lista.
'Siempre hemos sabido que nuestras vidas est¨¢n en peligro y eso no nos asusta, aunque hay el l¨®gico temor por la familia, pero particularmente nos preocupa lo que pueda ocurrir si estas permanentes amenazas que nos llegan, se cumplen. Creemos que puede ocurrir una convulsi¨®n social y no queremos eso', se?al¨® Olivera, un hombre joven de larga trayectoria sindical desde la f¨¢brica de calzados Manaco de la transnacional Bata.
El ministro del Interior, Guillermo Fort¨²n, cree que ni Olivera ni Morales 'son unos angelitos' porque, cada uno desde su sector, le ha dado m¨¢s de un dolor de cabeza al Gobierno del presidente Hugo B¨¢nzer por sus insistentes reclamaciones y las manifestaciones de protesta que encabezaron el pasado a?o.
'Nuestras demandas se han planteado con anticipaci¨®n para que sean atendidas y solucionadas por las autoridades, pero el Gobierno es ciego, sordo y mentiroso porque no cumple ninguno de los acuerdos que ha firmado con diferentes sectores de la poblaci¨®n hace ya un a?o', dijo Olivera y puso como ejemplo el acuerdo con la Coordinadora del Agua, del que se ha cumplido un solo punto, 'el referido al levantamiento de bloqueos, mientras que los otros diez siguen pendientes, como consta a la Iglesia cat¨®lica, a la Defensora del Pueblo y a Derechos Humanos que, como garantes, han expresado ya su preocupaci¨®n al Gobierno'.
La mayor parte de los l¨ªderes de las organizaciones de productores agr¨ªcolas, cocaleros, jubilados, maestros y obreros de industrias locales considera que el Gobierno no se ha ocupado de los verdaderos problemas, como son la reactivaci¨®n del aparato productivo, de la generaci¨®n de empleo y de la lucha contra la pobreza.
'Se han ocupado de preparar la campa?a electoral, de repartirse cuotas de poder en el aparato estatal y en las Cortes Electorales departamentales y de asumir medidas y acciones muy urgentes porque est¨¢ en riesgo la democracia y hasta la vida misma como pa¨ªs', reclam¨® Olivera.
Ante las promesas gubernamentales incumplidas, 'la corrupci¨®n en la Administraci¨®n estatal y el descarado robo de que somos objeto no solamente de nuestro patrimonio sino hasta de nuestros derechos', no queda otra que volver al sacrificio de la caminata hasta La Paz, para intentar gritar en las calles cercanas a la Casa de Gobierno y pretender que, por lo menos, el eco alcance a las paredes del despacho presidencial.
Tercer d¨ªa de caminata
Entretanto, la larga columna de marchistas comenz¨® a ascender las faldas de la cordillera de los Andes por un costado de la carretera en el tercer d¨ªa de la caminata hacia La Paz, poco despu¨¦s de entregar al representante de la Asamblea de Derechos Humanos a un grupo de cuatro individuos que fueron sorprendidos con armas dentro de un veh¨ªculo.
'Hemos pedido a Derechos Humanos que entregue al Gobierno a estos cuatro civiles, el taxi blanco con placa antigua, los equipos de radio, binoculares, armas calibre 32, dos celulares y el libro Mi Lucha de Adolf Hitler', inform¨® el portavoz de la Comunal.
El dirigente dijo que los marchistas esperan que el Gobierno investigue si se trata de asaltantes o delincuentes pues de lo contrario 'si el Gobierno quiere controlar la marcha, que lo haga en forma transparente', afirman.
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