Discriminado por ser var¨®n
Un hombre denuncia que fue rechazado de un curso de esteticista porque sus compa?eras se negaban a que las depilase
A Rafael Guti¨¦rrez P¨¦rez, de 32 a?os, aspirante al t¨ªtulo de esteticista, se le vinieron abajo, el pasado d¨ªa 3, todos sus esquemas sobre la igualdad de oportunidades y las actitudes no sexistas. Le ocurri¨® cuando una academia privada, la Escuela de Oficios de Madrid, le impidi¨® estudiar un curso sobre est¨¦tica y belleza personal porque tendr¨ªa que depilar las piernas de sus compa?eras de clase... y tanto ellas como sus novios y esposos se negaron en redondo.La historia comienza el pasado 28 de marzo, cuando Guti¨¦rrez recibe en su domicilio de Mejorada del Campo un folleto publicitario de la escuela en el que se ofrece una amplia variedad de cursos, entre ellos el de esteticista. Rafael vio el cielo abierto porque pens¨® que, junto con el t¨ªtulo de quiromasajista, que est¨¢ a punto de obtener, podr¨ªa abandonar la barra de la cervecer¨ªa que regenta en el pueblo y buscarse un futuro mejor. Su idea era montar un local para dar masajes y, ya de paso, ofrecer servicios de belleza.
El afectado critica el 'injustificado pudor' de las alumnas y el 'machismo' de sus novios y esposos
No se lo pens¨® dos veces, y el 30 marzo se acerc¨® hasta las oficinas de la academia, cerca del Puente de Vallecas. La matr¨ªcula del curso le costaba 60.000 pesetas, y el curso completo, 360.000, incluyendo un paquete de art¨ªculos y cosm¨¦ticos para practicar en casa. Ese mismo d¨ªa se esforz¨® en conseguir el dinero solicitado y abon¨® el importe de la matr¨ªcula. El resto lo financi¨®, pactando con un asesor de la escuela, a raz¨®n de 35.000 pesetas cada mes. En nueve meses, el curso estar¨ªa abonado al completo.
A Guti¨¦rrez no le importaba, por fin iba a aprender los secretos de la micropigmentaci¨®n, a tratar enfermedades con hidroterapia y a depilar con las t¨¦cnicas m¨¢s modernas. Pero las pr¨¢cticas en la escuela se realizan entre los 18 alumnos, y result¨® que el ¨²nico hombre de la clase era Rafael.
La respuesta femenina no se hizo esperar: ninguna de ellas estaba dispuesta a que un var¨®n les depilase. El hombre puso el grito en el cielo al saberse rechazado por lo que ¨¦l califica de 'pudor injustificado' de las mujeres. Rafael no est¨¢ dispuesto, sin embargo, a dejar el asunto as¨ª. Se siente discriminado y pone como ejemplo a los profesionales de la medicina: '?Qu¨¦ pasa, por ejemplo, con los ginec¨®logos?', se pregunta. 'Seg¨²n esta escuela, s¨®lo habr¨ªa ginec¨®logas', matiza. Adem¨¢s, a?ade con iron¨ªa: 'Yo estoy casado, y si quiero ver las piernas a las mujeres, me voy a la playa, y punto'.
Rosendo Garc¨ªa, director de la Escuela de Oficios de Madrid, se defiende: 'Aqu¨ª no hay discriminaci¨®n que valga. Al centro vienen a estudiar otros cursos chicos y chicas de otros pa¨ªses y todas las condiciones sociales. ?sa ser¨ªa la verdadera discriminaci¨®n: no ense?ar a personas de otros pa¨ªses o de otras clases sociales, aun a pesar de que tuvieran el dinero para pagar el curso'. Garc¨ªa argumenta que el rechazo que ha sufrido Rafael Guti¨¦rrez 'fue cosa de las compa?eras del curso', aunque reconoce que 'las alumnas, adem¨¢s, recibieron el apoyo de la profesora de ese curso'.
El director explica el m¨¦todo de trabajo que se sigue en las pr¨¢cticas: 'Se hacen pruebas entre los alumnos, y parece que, en este caso, alguna de las mujeres coment¨® en casa o a sus novios o esposos que les iba depilar las piernas un hombre, y, por lo que se ve, no les ha gustado. De ah¨ª la negativa a aceptar a Rafael'.
Aun as¨ª, el director asegura que para la pr¨®xima edici¨®n los cursos ser¨¢n mixtos con toda seguridad. Rosendo Garc¨ªa se?ala que lleva desde 1998 con la idea de realizar este tipo de ense?anzas incluyendo a hombres, 'porque no se puede discriminar a nadie', pero reconoce que siempre 'sale alguna alumna con alg¨²n pero y, al final, hay problemas'.
Garc¨ªa cree haber encontrado la soluci¨®n a estos conflictos: 'Introducir¨¦ en los futuros contratos, que se firman entre los alumnos y la escuela, una cl¨¢usula en la que se advierta de que no se devolver¨¢ el importe de la matr¨ªcula si alguien no quiere hacer el curso por este tipo de razones', adelanta el director. ?ste lanza as¨ª una invitaci¨®n a Rafael Guti¨¦rrez para que acuda al pr¨®ximo curso de esteticista. 'Ver¨¢ c¨®mo no habr¨¢ problemas de ning¨²n tipo', promete el director.
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