Marejada entre te¨®logos por la 'salvaci¨®n'
Los cardenales Ratzinger y K?nig discuten en p¨²blico por la reprimenda de Roma al te¨®logo jesuita Dupuis
Malos tiempos para los te¨®logos, pero tambi¨¦n para las inquisiciones. Se dec¨ªa, en soberbio lat¨ªn, que cuando Roma hablaba, hab¨ªa que callarse. Ahora, por el contrario, una proclamaci¨®n del Vaticano genera enormes disputas y tiene el valor que cada cual quiera otorgarle, aunque siga causando la misma consternaci¨®n entre los afectados. As¨ª est¨¢ ocurriendo con la severa reprimenda del cardenal Joseph Ratzinger, presidente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe -ex Santo Oficio de la Inquisici¨®n-, al jesuita belga Jacques Dupuis, dada a conocer el pasado 26 de febrero. Ratzinger anunci¨® ese d¨ªa que ha encontrado desviaciones doctrinales en el libro Hacia una teolog¨ªa cristiana del pluralismo religioso, pero su autor, Jacques Dupuis, de 77 a?os, profesor jubilado de la Universidad Gregoriana de Roma, y sus muchos admiradores, no est¨¢n de acuerdo y se lo dicen a Roma abiertamente.
Obediente, pero no sometido, as¨ª se ha mostrado Jacques Dupuis al final del pleito teol¨®gico. 'La notificaci¨®n no ha sido muy agradable, pero despu¨¦s de dos a?os de silencio impuesto, por fin me siento libre', dijo. El castigo es liviano: las reediciones del libro incluir¨¢n los tres folios aclaratorios de Ratzinger.
Pero otros discrepantes se han resignado menos. 'Mi funci¨®n no consiste en aconsejar a la congregaci¨®n doctrinal, pero no puedo permanecer en silencio, porque se me parte el coraz¨®n cuando veo hacer un da?o tan obvio al bien com¨²n de la Iglesia de Dios', escribi¨® el cardenal arzobispo em¨¦rito de Viena, Franz K?nig, de 93 a?os y uno de los prelados m¨¢s respetados en el catolicismo actual, al enterarse de que Ratzinger hab¨ªa ordenado abrir 'un procedimiento de investigaci¨®n' sobre el libro de Dupuis.
'Magistral obra'
La causa contra el te¨®logo jesuita se ha prolongado durante dos a?os y provoc¨® una jugosa pol¨¦mica entre K?nig y Ratzinger en el semanario brit¨¢nico The Table, ante la perplejidad de los lectores, poco acostumbrados a disputas p¨²blicas entre eclesi¨¢sticos tan relevantes. Porque, donde Ratzinger, en su papel de polic¨ªa de la fe, dice ver un libro lleno de herej¨ªas y desviaciones, el cardenal K?nig encuentra una 'magistral obra', la m¨¢s importante que ha le¨ªdo en su vida. 'Me ha dejado fascinado', escribi¨® en The Table en un alegato titulado En defensa del P. Dupuis. Este emotivo -y bell¨ªsimo- art¨ªculo de K?nig lo public¨® en espa?ol la revista Sal Terrae, editada en Santander.
La disputa entre los dos famosos cardenales -el alem¨¢n Ratzinger es hoy el prelado m¨¢s poderoso de la Iglesia cat¨®lica, despu¨¦s del Papa, pero el austriaco K?nig conserva intacto el prestigio que acumul¨® en el Vaticano II y como promotor de Karol Wojtyla hacia el papado-, reabre con crudeza una pol¨¦mica que Juan Pablo II cre¨ªa haber cerrado durante el pasado a?o jubilar con la declaraci¨®n Domi-nus Iesus (Se?or Jes¨²s) sobre la Iglesia cat¨®lica como ¨²nica religi¨®n verdadera y ¨²nico camino para alcanzar la salvaci¨®n. En octubre del a?o pasado, 73 te¨®logos de 15 pa¨ªses, entre ellos Hans K¨¹ng, Jon Sobrino, Leonardo Boff y los espa?oles Juan Jos¨¦ Tamayo, Casiano Florist¨¢n, Miret Magdalena y Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo, firmaron un manifiesto contra esa declaraci¨®n papal, promovida por Ratzinger, por encontrar en ella 'expresiones ofensivas para las personas creyentes de otras religiones'.
Hacia una teolog¨ªa cristiana del pluralismo religioso, la extensa obra de Dupuis, publicada en Espa?a tambi¨¦n por Sal Terrae con una tirada inicial de 4.000 ejemplares -se trata de un libro de salida lenta aunque constante: 'Estos incidentes algo mover¨¢n la venta', reconoci¨® a EL PA?S el director de la editorial, Jes¨²s Garc¨ªa Abril-, es un enciclop¨¦dico an¨¢lisis del pluralismo religioso, donde el famoso axioma: 'Fuera de la Iglesia no hay salvaci¨®n', amenazadoramente proclamado durante siglos por la jerarqu¨ªa cat¨®lica, queda derrumbado por la teolog¨ªa moderna como un concepto excluyente y exclusivo que muestra a la Iglesia de Roma como una tabla de salvaci¨®n tipo el Arca de No¨¦.
La pregunta correcta, despu¨¦s del Vaticano II, ya no es, seg¨²n Dupuis, si los creyentes de otras religiones 'se salvan', sino c¨®mo esas religiones 'son mediadoras de salvaci¨®n'. El cardenal K?nig y el te¨®logo Juan Jos¨¦ Tamayo consideran que la obra de este te¨®logo es tan completa que durante a?os ser¨¢ el an¨¢lisis hist¨®rico definitivo sobre la modern¨ªsima cuesti¨®n del pluralismo religioso. Pero Ratzinger, en su papel de vig¨ªa de doctrinas, intuy¨® pronto que el libro pod¨ªa contradecir las tesis del pontificado y puso en marcha una investigaci¨®n en octubre de 1998, meses despu¨¦s de su publicaci¨®n.
Primero, envi¨® a Dupuis por correo 12 p¨¢ginas con preguntas, a las que el te¨®logo respondi¨® con 200 folios. M¨¢s tarde, advertido por la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe de que las respuestas no eran suficientes ni satisfactorias, el te¨®logo recibi¨® otras 12 p¨¢ginas de preguntas, que contest¨® en 60 folios. Finalmente, el autor reprendido recibi¨®, el 4 de septiembre de 2000, un borrador de notificaci¨®n o censura donde se le dec¨ªa sin tapujos que el libro conten¨ªa 'graves errores'.
'Falsas acusaciones contra mi libro, que no puedo suscribir'. Esto fue lo que replic¨® Dupuis a Roma a vuelta de correo. Para entonces, algunos cardenales y numerosos te¨®logos hab¨ªan alzado la voz en defensa del estudioso jesuita. Lo cierto es que, d¨ªas m¨¢s tarde, la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe decidi¨® rebajar las acusaciones. Los 'graves errores' del famoso libro quedaban reducidos a 'formulaciones ambiguas' y 'explicaciones insuficientes'.
'La Congregaci¨®n tiene perfecto derecho a salvaguardar la fe -aunque a¨²n lo hace mejor cuando la promueve-. El presente caso, sin embargo, es seguramente un signo de que se est¨¢n extendiendo prematuramente la desconfianza, la sospecha y la desaprobaci¨®n respecto de un autor que tiene las mejores intenciones y que ha adquirido grandes m¨¦ritos en su servicio a la Iglesia cat¨®lica', hab¨ªa escrito ya el cardenal K?nig en defensa de quienes, en alusi¨®n a Jacques Dupuis, tratan de 'roturar un nuevo terreno teol¨®gico'.
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