Cuba estrecha su alianza con China en el 40? aniversario del socialismo en la isla

Ahora, el presidente chino, Jiang Zemin, acaba de conceder a Cuba cr¨¦ditos por valor de 380 millones de d¨®lares (m¨¢s de 70.000 millones de pesetas) para poner en marcha varios proyectos conjuntos. La segunda visita de Jiang a la isla, que concluye hoy, es todo un emblema de la revitalizaci¨®n de la alianza pol¨ªtico-econ¨®mica y estrat¨¦gica entre Cuba y China.

'Las relaciones cubano-chinas est¨¢n en el mejor momento de su historia', public¨® ayer en grandes letras rojas el diario oficial Granma, en v¨ªsperas de cumplirse -ma?ana- el 40? aniversario de la proclamaci¨®n del car¨¢cter socialista de la revoluci¨®n cubana.

Aquel 16 de abril de 1961, Castro, que entonces ten¨ªa 34 a?os, pronunci¨® un sentido discurso durante el entierro de siete soldados muertos a consecuencia del bombardeo de varios aeropuertos por la aviaci¨®n de una brigada de exiliados que, pocas horas despu¨¦s, la madrugada del 17 de abril, invadir¨ªa la isla por Bah¨ªa Cochinos. 'Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ah¨ª en sus narices y que hayamos hecho una revoluci¨®n socialista en las propias narices de EE UU', dijo ese d¨ªa Castro por primera vez desde su llegada al poder, en enero de 1959, y la masa de milicianos que le escuchaba respondi¨®: 'Somos socialistas, pa'lante, pa'lante; al que no le guste, que tome purgante'.

Mucho ha llovido desde entonces. Tanto, que hoy a Cuba s¨®lo apenas le quedan China y Vietnam como compa?eros ideol¨®gicos de viaje. Precisamente a esto se refiri¨® Jiang a su llegada a La Habana el jueves pasado: 'Hacemos sinceros votos porque ustedes obtengan incesantemente nuevos ¨¦xitos por el camino socialista'. El mandatario chino tambi¨¦n quiso manifestar su apoyo 'al pueblo cubano en su justa lucha por salvaguardar la soberan¨ªa estatal y la independencia nacional, y rechazar las intervenciones y amenazas externas'.

Las relaciones de Cuba y China se apagaron en los a?os setenta debido al alineamiento de La Habana con Mosc¨², pero hoy vuelven a reverdecer con el benepl¨¢cito de las autoridades de la isla. Para Cuba, que sufri¨® una grave recesi¨®n tras la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico, la ayuda econ¨®mica y el respaldo pol¨ªtico chino son muy importantes.

La visita de Jiang se produce, adem¨¢s, en un momento de visible aumento del papel econ¨®mico de China en la isla caribe?a. El a?o pasado, China se convirti¨® ya en el cuarto socio comercial de Cuba, con 520 millones de d¨®lares de intercambio, sin contar que el pa¨ªs asi¨¢tico es el ¨²nico que suministra a la isla cr¨¦ditos blandos. Jiang y Castro presidieron el viernes la firma de nueve acuerdos de cooperaci¨®n en el ¨¢mbito econ¨®mico, mar¨ªtimo, fiscal, deportivo, educativo, de telecomunicaciones y tur¨ªstico. Los acuerdos incluyeron la concesi¨®n de un cr¨¦dito de 200 millones de d¨®lares a Cuba para la modernizaci¨®n de las telecomunicaciones en la isla, otro de 150 millones para comprar un mill¨®n de televisores chinos y otro de 24 millones para construir el hotel Miramar.

'Como el presidente Fidel Castro ha comentado, las relaciones de Cuba con China est¨¢n en el mejor momento de su historia', dijo en La Habana Zhu Bangzao, portavoz del ministerio de Exteriores chino. Zhu afirm¨® antes de terminar la visita que Cuba y China no s¨®lo basan su alianza en lo econ¨®mico, sino que comparten los mismo criterios en muchos asuntos de pol¨ªtica internacional, en materia de derechos humanos y en su firme oposici¨®n a Estados Unidos por la politizaci¨®n que hace de este tema en beneficio propio. La pr¨®xima semana se discutir¨¢n en la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra sendos proyectos de resoluci¨®n de condena a ambos pa¨ªses patrocinados por EE UU.

Para celebrar el aniversario de la proclamaci¨®n del socialismo en Cuba, las autoridades han convocado para ma?ana un gran acto patri¨®tico en el mismo lugar donde Castro habl¨® hace 40 a?os. Probablemente, ser¨¢ ¨¦l quien se dirija de nuevo a las masas, y ¨¦stas podr¨¢n responderle, al igual que entonces, con consignas purgantes. Pero esta vez, prochinas.