'Potenciaremos el lado 'freak' del Festival de Sitges'
-Pregunta. Cuando vi que ?ngel Sala y t¨² os hac¨ªais cargo del Festival de Cine de Sitges pens¨¦: ¨¦stos van a reivindicar el componente freak del asunto.
Respuesta. Bueno, la verdad es que estamos aterrizando. Pero s¨ª, nos gustar¨ªa potenciar el lado freak del festival, el que se pon¨ªa claramente de manifiesto en aquellas sesiones de madrugada de hace a?os, cuando no hab¨ªa pases de prensa ni el supercine de ahora. Tambi¨¦n nos gustar¨ªa introducir algunos cambios de criterio en Gran Angular, la secci¨®n generalista... Pero es lo que te digo: acabamos de aterrizar.
P. Y a¨²n no hab¨¦is tenido tiempo de cabrearos con el alcalde, que parece algo muy com¨²n entre los directores de los festivales de ese lugar.
El ex director del Sal¨®n del C¨®mic se incorpora al Festival de Sitges mientras sigue con sus clases y busca tiempo para acabar su tesis sobre el cine posmoderno
R. Le conoc¨ª el otro d¨ªa y me cay¨® bien, la verdad. ?l lo que quiere es que haya movimiento, que vengan famosos. Lo que les gusta a los pol¨ªticos de las manifestaciones art¨ªsticas es ver gente movi¨¦ndose y que su ciudad disfrute de unos d¨ªas de esplendor. Eso ya lo comprob¨¦ durante los tres a?os que estuve al frente del Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona.
P. Del que saliste algo quemado, me temo.
R. No exactamente. Hab¨ªa mucha burocracia, eso s¨ª, pues se depend¨ªa del Ayuntamiento, de la Generalitat, del Ministerio de Cultura. Tambi¨¦n hab¨ªa que bregar con el gremio de editores y con la junta del certamen. Se arrastraba una deuda, y el festival no crec¨ªa. No hab¨ªa manera de atraer a m¨¢s gente. Es normal, supongo, si tenemos en cuenta el estado precario de nuestra industria del c¨®mic. Como recordar¨¢s, se produc¨ªa aquel curioso fen¨®meno de ver la estaci¨®n de Francia llena de gente durante cuatro d¨ªas, mientras que el resto del a?o nadie compra un tebeo. El Sal¨®n era un fen¨®meno l¨²dico, un divertimento de grandes y peque?os para el fin de semana, pero los compradores de tebeos segu¨ªamos siendo los 2.000 de siempre.
P. Yo cada d¨ªa compro menos c¨®mics.
R. A m¨ª me pasa lo mismo. Pero sigo siendo fiel a Alan Moore, aunque ya s¨¦ que t¨² le consideras un tarugo.
P. Un tarugo no. Creo que es un poco m¨¢s culto que sus lectores, pero eso s¨®lo le convierte en el tuerto en el pa¨ªs de los ciegos.
R. A m¨ª ese hombre me parece un lujo en este oficio. From hell es un gran libro.
P. Lo acaban de adaptar al cine, con Johnny Depp en el papel protagonista. Hablando de cine, ?qu¨¦ l¨®gica tiene rehacer El planeta de los simios? Todos sabemos qu¨¦ es la Tierra.
R. Bueno, es de Tim Burton. A m¨ª eso ya me basta.
P. No en vano escribiste un voluminoso libro sobre ese cineasta.
R. Con ese libro estuve un a?o y medio. Es un tiempo suficiente para reflexionar sobre sus pel¨ªculas y llegar a la conclusi¨®n de que es uno de los tipos m¨¢s interesantes del momento. Incluso cuando no acierta del todo, como en Mars attacks!, tiene grandes momentos: esa secuencia final con los mariachis interpretando el himno estadounidense, la evidencia de que tanto en este mundo como en el que venga despu¨¦s de la invasi¨®n marciana Tom Jones seguir¨¢ siendo el puto amo... Las pel¨ªculas de Burton son grandes carnavales pop.
P. ?El festival te dejar¨¢ seguir con tus clases en la Ramon Llull?
R. Por supuesto. Los meses fuertes de Sitges son los de las vacaciones de mis alumnos. Puede que en algunos momentos se solapen las obligaciones del festival con las de la Universidad, pero mis superiores y mis alumnos est¨¢n advertidos y no les parece mal. No me voy a quedar sin ir al Festival de Cannes, ?no crees? No he estado nunca. Lo que ya no est¨¢ tan claro es de d¨®nde voy a sacar tiempo para acabar mi tesis sobre el cine posmoderno.
P. ?Y eso qu¨¦ es?
R. El cine de gente como Burton, David Lynch, David Cronenberg, los hermanos Coen... Yo parto de las teor¨ªas de un marxista estadounidense que est¨¢ muy bien, Frederick Jameson, quien viene a decir que la posmodernidad no es m¨¢s que la l¨®gica cultural contempor¨¢nea. Esa l¨®gica, a menudo discutible, que ha convertido el arte en un producto. En ese panorama hay gente consciente de la realidad que no por ello abdica de hacer lo que cree que debe hacer. No s¨¦ si incluir en esa lista a los que sobreact¨²an en sus deseos de ser ¨²nicos y originales: pienso en Peter Greenaway.
P. Le considero un pedante y le detesto profundamente.
R. Ya me lo ol¨ªa.
P. ?No crees que existe el peligro de que un te¨®rico como t¨² acabe viendo en ciertas pel¨ªculas m¨¢s cosas de las que realmente hay?
R. Por supuesto. Es un riesgo que se ha de correr si te gusta estudiar, investigar, teorizar sobre algo. Y s¨ª, me considero un te¨®rico. Me lo paso muy bien escribiendo sobre cine o dando mis clases de cine. Prefiero dejar a otros la parte directamente creativa.
P. Eso no te impidi¨® escribir un cortometraje con Fernando de Felipe.
R. Y un largometraje que probablemente no se rodar¨¢ nunca. Demasiado caro. Demasiado complicado. Pero es Fernando quien est¨¢ en la parte m¨¢s activa del asunto: ya sabes que ha colaborado con Jaume Balaguer¨® en el gui¨®n de Darkness.
P. A Balaguer¨® le financian sus delirios, a ti te ponen de subdirector del Festival de Sitges. ?Vivimos grandes tiempos para los marginales!
R. Se trata de conseguir hacer lo que a uno le apetece, que generalmente es algo que dif¨ªcilmente te har¨¢ rico. Yo crec¨ª con el cine y los c¨®mics, asuntos peliagudos a la hora de ganar dinero, tanto si los fabricas como si hablas de ellos. Pero todo depende de tus prioridades, y hacerme rico no es una de ellas, ni cambiarme de coche cada tres a?os o comprarme una segunda residencia en el Empord¨¤. Yo era un ni?o con carnet del Club Espir¨² y acab¨¦ dirigiendo el Sal¨®n del C¨®mic. Un ni?o que iba al cine y que ahora es el subdirector de un festival de cine. A m¨ª eso ya me parecen logros. No soy millonario, claro, pero una vez tienes claro que no vives para lucrarte, de lo que se trata es de llegar dignamente a fin de mes haciendo lo que te gusta.
P. Convenientemente apoyado por tus seres queridos.
R. Eso es b¨¢sico. Mi mujer es una santa que acepta convivir conmigo y con mi inmensa colecci¨®n de tebeos. Eso es algo que no tiene precio.
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