'Ordeno y mando'
Llamativos bandos de alcaldes como el de Zagra, que proh¨ªbe a sus vecinos enfermar, dan la vuelta al mundo
En el pueblo granadino de Lanjar¨®n est¨¢ prohibido morirse, y en el de Zagra, a unos 70 kil¨®metros de la capital, est¨¢ prohibido ponerse enfermo. Y no es tonter¨ªa. Son bandos de alcaldes que, por no poder ampliar el cementerio o no tener atenci¨®n m¨¦dica los fines de semana, han decidido a golpe de decreto ordenar sobre lo divino y lo humano. Sus iniciativas han dado la vuelta al mundo en papeles de peri¨®dicos. Y han conseguido lo que no consiguieron a?os de papeleo y de burocracia: que les hagan caso.
Eso es, al menos, lo que sucedi¨® hace unos d¨ªas en Zagra. El alcalde, Jos¨¦ Le¨®n (PP), convoc¨® una rueda de prensa para explicar el problema que sufre su localidad desde hace a?os: s¨®lo cuentan con un m¨¦dico y un ATS que realizan su jornada laboral en un centro de salud de lunes a viernes, pero los fines de semana se marchan, y no queda un solo sanitario en el pueblo.
'La noticia no sali¨® en ning¨²n medio de comunicaci¨®n, nadie nos hizo caso', se quejaba ayer Jos¨¦ Le¨®n. Poco despu¨¦s, el Domingo de Resurrecci¨®n, un vecino de Zagra se sinti¨® indispuesto y muri¨® de un infarto. Era jornada de descanso y no hab¨ªa m¨¦dico. 'A lo mejor, si hubiera habido m¨¦dico, se habr¨ªa podido hacer algo por salvarlo', dijo.
Esa muerte fue la gota que colm¨® el vaso. Jos¨¦ Le¨®n tom¨® una decisi¨®n para reclamar la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n: dict¨® un bando en el que ordena que, 'a partir del viernes, a las tres de la tarde, y hasta el lunes, a las nueve de la ma?ana, se proh¨ªbe a todos y cada uno de los zagre?os y zagre?as el ponerse enfermos, sencilla y llanamente porque ni existe m¨¦dico ni ATS que los atienda'.
Le¨®n va m¨¢s lejos. A aquel vecino que desobedezca su bando y ose ponerse enfermo, el alcalde le advierte de que 'corre el riesgo de morirse, pues el centro de salud m¨¢s pr¨®ximo es Loja, distante 20 kil¨®metros, con carretera en p¨¦simas condiciones, de m¨²ltiples curvas, con baches y badenes y, adem¨¢s, con un paso a nivel con barrera'. 'El paciente', conclu¨ªa el bando, 'tiene muchas posibilidades de fallecer en el camino'.
La noticia se di¨® a conocer ayer en todo el pa¨ªs. Y la Junta de Andaluc¨ªa tuvo que salir al paso: Zagra es un pueblo con 1.200 habitantes. Tener un servicio las 24 horas al d¨ªa durante toda la semana supondr¨ªa quintuplicar la plantilla, algo que no se da en ning¨²n otro sitio, dijeron fuentes de la consejer¨ªa de Salud. Cuenta, adem¨¢s, con ambulancia propia y est¨¢ a menos de media hora de un centro de urgencias. Pero la ocurrencia del alcalde hab¨ªa dado sus frutos.
El caso de Zagra recuerda al de Lanjar¨®n. En julio de 1999, su alcalde, Jos¨¦ Rubio, tambi¨¦n del PP, ante la imposibilidad f¨ªsica de que el cementerio creciera m¨¢s, dict¨® un bando en el que prohib¨ªa a los vecinos morirse mientras no se acometieran las obras de remodelaci¨®n. 'El bando sigue en vigencia', recordaba con sorna el alcalde. 'Estamos proyectando la nueva ampliaci¨®n y yo todav¨ªa no le he dicho a la gente que ya puede morirse'. ?Y qu¨¦ hacen con los que le desobedecen? 'Pues reajustamos nichos', explic¨®.
Su iniciativa, comenta ahora, 'tuvo repercusi¨®n mundial: sali¨® en diarios de Tokio, de Argentina, de Noruega, de Finlandia... Y es que, a veces, el poder de los primeros ediles es omn¨ªmodo: ah¨ª est¨¢ el ex alcalde popular Gabriel D¨ªaz Berbel, que orden¨® que el sol se ocultara por otro sitio para que el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, pudiera ver una magn¨ªfica puesta sobre la Alhambra. Bastaba con decir: 'Ordeno y mando'.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.