Sobre la sociedad multi¨¦tnica
Giovanni Sartori es un prestigioso polit¨®logo italiano, viejo conocido de los lectores espa?oles interesados en cuestiones de teor¨ªa y pr¨¢ctica pol¨ªticas. Su ¨²ltimo libro, La sociedad multi¨¦tnica (pluralismo, multiculturalismo y extranjeros), es un l¨²cido y valiente alegato contra el intento de hacer de cada cultura un gueto cerrado a las influencias exteriores, y es tambi¨¦n una defensa de la permeabilidad cultural, y de la integraci¨®n, en su caso, que practican las sociedades abiertas. Sartori alerta en su libro, asimismo, contra el riesgo que representa para las sociedades occidentales la llegada masiva de inmigrantes con religiones y culturas portadoras de valores -o contravalores- dif¨ªcilmente compatibles con las nuestras (discriminaci¨®n de la mujer, ablaci¨®n del cl¨ªtoris, etc¨¦tera). La tolerancia y la democracia deben defenderse, a su juicio, contra los intolerantes y contra los que se aprovechan de las facilidades de la democracia para destruirla (Hitler).
Yo asist¨ª hace unos d¨ªas, amablemente invitado por los editores del libro, al coloquio con Sartori que se celebr¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. El gran n¨²mero de asistentes y la escasez del tiempo me impidieron a m¨ª y a otros muchos intervenir en el coloquio como hubiera sido nuestro deseo. Acogido a la hospitalidad de EL PA?S, quiero expresar mi conformidad sustancial con los principios de Sartori y hacer los comentarios a su obra que all¨ª no pude formular.
El 'choque de culturas' es un fen¨®meno de extraordinaria fecundidad. El 'milagro griego', en la medida en que se puede explicar, seg¨²n nos ense?a Popper, se debi¨® en gran parte al choque de culturas. El impacto del choque cultural en las colonias griegas, en Asia Menor, en el sur de Italia, en Sicilia, con las grandes civilizaciones de Oriente y Occidente est¨¢ en el origen del pensamiento cr¨ªtico en que consiste b¨¢sicamente el racionalismo occidental.
Sartori, con raz¨®n, distingue entre la 'tolerancia' que respeta los valores ajenos y el 'pluralismo' que afirma que la diversidad y el disenso son valores que enriquecen. Sobre los or¨ªgenes de la tolerancia y el pluralismo yo querr¨ªa a?adir a lo que dice Sartori la aportaci¨®n original de Maquiavelo tal y como nos ense?a Isaiah Berlin: la idea de Maquiavelo de que existen cuando menos dos grupos de virtudes -llam¨¦moslas las cristianas y las paganas- que son, no meramente en la pr¨¢ctica sino en principio, incompatibles, fue la daga -en expresi¨®n de Meinecke- hendida en la idea del mundo y de la sociedad como una estructura ¨²nica, arm¨®nica, mon¨ªstica, que hab¨ªa sido caracter¨ªstica de la civilizaci¨®n occidental.
La defensa de la tolerancia y del pluralismo no significa, sin embargo, la renuncia a unas normas ¨¦ticas universales. Merecen esa consideraci¨®n, en opini¨®n de Berlin, valores de acuerdo con los que ha vivido y vive de hecho la mayor¨ªa de la humanidad durante al menos la mayor parte de la historia escrita (es malo condenar al inocente, torturar o traicionar a los amigos, por ejemplo).
Tenemos en nuestra cultura liberal occidental, adem¨¢s, un sesgo radical a favor de la libertad de los individuos, sin distinci¨®n de g¨¦nero, edad, color, clase social o ideolog¨ªa, y, como nos dice V¨ªctor P¨¦rez-D¨ªaz, ¨¦se es un reto que debemos lanzar a todas las civilizaciones para que se reformen y evolucionen en la direcci¨®n de acomodarse a ese sesgo.
Por lo dem¨¢s, s¨®lo me queda decir que Sartori ha centrado muy bien los t¨¦rminos del debate; todos debemos seguirlo y hacemos muy bien en no hacer o¨ªdos sordos a sus advertencias.
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