Alcohol

El Parlamento andaluz ha acordado una serie de reformas que afectan a la Ley de Drogas. El mayor control en la venta de alcohol a menores, y la prohibici¨®n de distribuci¨®n de alcohol de alta graduaci¨®n en gasolineras y lugares pr¨®ximos a las carreteras, han conseguido que todos los grupos parlamentarios est¨¦n de acuerdo en las reformas. Es una decisi¨®n cuya raz¨®n de ser es de tanto sentido com¨²n que no necesita mayores explicaciones. Menos, aunque sea pol¨ªticamente rentable, limitar las explicaciones, destacando los efectos m¨¢s sensibles socialmente: accidentes de tr¨¢fico y violencia dom¨¦stica.

La trascendencia del alcoholismo es mucho m¨¢s amplia. Afecta a la familia, al trabajo y es un factor crimin¨®geno importante. El consumo de alcohol influye en el incremento de la criminalidad en todas sus vertientes. Los mayores ¨ªndices de criminalidad corresponden a los d¨ªas en los que el consumo es m¨¢s alto.

Sin embargo, es necesario ir m¨¢s all¨¢. Est¨¢ bien como un primer paso pero es necesario avanzar m¨¢s, como ha declarado un juez de Granada. Los grandes intereses econ¨®micos que est¨¢n detr¨¢s del alcohol deben subordinarse al inter¨¦s de la sociedad. El menor consumo y el control podr¨ªan hacer disminuir lesiones, ri?as, homicidios y delitos sexuales en los que el alcohol es factor desencadenante.

Tal vez por estas razones y muchas m¨¢s no debe caer en saco roto la pol¨¦mica sobre si el Parlamento est¨¢ exento de la prohibici¨®n de venta y consumo de alcohol, o, por el contrario, le alcanza la prohibici¨®n. Es posible que desde un punto de vista estrictamente jur¨ªdico pudiera salvarse la instituci¨®n. De ser as¨ª, sus se?or¨ªas tendr¨ªan la posibilidad de ponerse moraos antes de iniciarse las sesiones o, durante ellas, salir a echar un traguito.

Sin embargo, no es muy entendible. Si algo necesita el Parlamento es del autocontrol de los parlamentarios. No hace falta ir muy lejos para recordar casos de ausencia de control sin necesidad de ayuda espirituosa. Adem¨¢s, como es seguro que sus se?or¨ªas y dem¨¢s no consumen alcohol durante sus recreos parlamentarios, la prohibici¨®n podr¨ªa constituir un buen ejemplo a seguir.