Fabio Montale, un 'poli' especial
Primero apareci¨® el detective privado Pepe Carvalho, un mir¨®n outsider que contempla la sociedad barcelonesa de su tiempo. Eso ocurr¨ªa en 1974, con Tatuaje, la novela de Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n. Veinte a?os m¨¢s tarde, Andrea Camilleri, en un claro homenaje a Manolo y a su criatura, se inventaba el comisario Salvo Montalbano, un poli de Catania (La forma dell'acqua, Sellerio, Palermo, 1994). Y al a?o siguiente, en Marsella, surg¨ªa otro , un poli muy especial, Fabio Montale (otro expl¨ªcito, confeso homenaje a Manolo y su criatura), 'un flic nonchalant et gastronome, perdu dans les quartiers nord de la ville', com reza en la contraportada de Total Kh¨¦ops (Gallimard, S¨¦rie Noire, n? 2370, Par¨ªs, 1995), la novela de Jean-Claude Izzo.
En la senda de Carvalho. Al Montalbano de Andrea Camilleri, le ha seguido Fabio Montale, un 'poli' marsell¨¦s creado por Jean-Claude Izzo
De Manolo, de Camilleri, de Carvalho y de Montalbano, el lector lo sabe ya todo o casi todo. En cambio, sobre Jean-Claude Izzo y Fabio Montale apenas se ha escrito nada. De Izzo (Marsella, 1945), un rital, hijo de emigrantes, padre italiano y madre espa?ola, redactor de La Marsellaise y militante del PCF, tal vez alg¨²n lector recuerde la bonita necrol¨®gica que Octavi Mart¨ª public¨® en este peri¨®dico el 27 de enero del pasado a?o, al d¨ªa siguiente que Jean-Claude Izzo falleciera de c¨¢ncer de pulm¨®n en su Marsella natal. En cuanto a las tres novelas de Izzo en que aparece el polic¨ªa Montale (adem¨¢s de la ya mencionada Total Kh¨¦ops, Chourmo (1996) y Solea (1998), ambas publicadas en la S¨¦rie Noire de Gallimard, n¨²mero 2422 y 2500, respectivamente), ninguna de ellas ha sido traducida, que yo sepa, a ninguna de las lenguas del Estado espa?ol. Lo cual no s¨®lo me parece injusto, literariamente injusto, sino que denota una falta de olfato por parte de ciertas editoriales que presumen de mimar la novela policiaca.
En las tres novelas de la serie Montale, el autor introduce una nota previa en la que nos dice que la historia que vamos a leer es totalmente inventada, a excepci¨®n de los hechos reales, p¨²blicos, de los que los peri¨®dicos se han hecho eco. As¨ª pues, nada tiene de extra?o que en Solea aparezcan los jueces Baltasar Garz¨®n y Carlos Jim¨¦nez Villarejo, que Chourmo est¨¦ dedicada a la memoria de Ibrahim Ali, 'abattu le 24 f¨¦vrier 1995 dans les quartiers nord de Marseille, par de colleurs d'affiches du Front National', y que en Total Kh¨¦ops (kh¨¦ops puede traducirse por foll¨®n) encontremos a algunas iluestres personalidades de la mafia marsellesa como M¨¦m¨¦ Gu¨¦rini, Ga?tan Zampa, Jacky Le Mat o Francis le Belge.
Como les dec¨ªa, Fabio Montale, un rital como Izzo, es un poli muy especial. Es, como Izzo, un antifascista visceral, y, encima, no es corrupto, lo cual, entre la polic¨ªa marsellesa, no es moneda corriente, desde que existe la polic¨ªa. Montale vive solo en Les Goudes, un peque?o puerto antes de llegar a las calanques, en las afueras de Marsella. Habita un cabanon de dos piezas, construido sobre las rocas, junto al mar. Tiene una barquita en la que, de noche, sale a pescar doradas. Pero, en Marsella, una daurade es tambi¨¦n una belle fille. Guapas mozas, espa?olas, argelinas, antillanas que Montale se liga -cuando no se lo ligan a ¨¦l- y cuyos cuerpos huelen a menta, a almizcle, a canela, a pimienta y albahaca. Fabio Montale suele tomar el pastis en Le Bar des Mara?chers, el bar de Hassan. 'Les habitu¨¦s se c?toyaient sans aucune barri¨¨re d'?ge, de sexe, de couleur de peau, de mileu social. On y ¨¦tait entre amis. Celui qui venait boire son pastis, on pouvait en ¨ºtre s?r, il ne votait pas Front National, et il ne l'avait jamais fait'. En el bar de Hassan se escuchan las canciones de L¨¦o Ferr¨¦: 'Je sens que nous arrivent/ des trains pleins de brownings,/ de beretas et de fleurs noires/ et de fleuristes pr¨¦parant des bains de sang/ pour actualit¨¦ colort¨¦l¨¦...'. A Fabio Montale le encata Ferr¨¦. Y Paco de Luc¨ªa, Sabicas, Django Reinhardt, Billie Holliday, Coltrane y Duke Ellington -'J'appelai Hassan. Quand il d¨¦crocha, je reconnus les premi¨¨res notes de In a Sentimental Mood. Un bijou'-. Y los raperos de los barrios del norte de Marsella.
Fabio Montale sabe apreciar una buena bullabesa, as¨ª como una humilde sopa au piston, 'juste ti¨¨de, ¨¤ l'ombre d'un pin'. Y descorcha botellas de Cassis blanco -un Clos Boudard del 91-, o de Bandol -Domaine de Pibarnon, mientras lee a sus poetas marselleses, 'aujourd'hui oubli¨¦s': Emile Sicard, Toursky, G¨¦rald Neveu, Gabriel Audisio y Louis Braquier, su preferido (devoci¨®n que comparto).
Un poli muy especial, el tal Montale. Convencido de lo que le dice su amiga Leila, de que la lengua de Rimbaud, de Val¨¦ry y de Char sabr¨¢ 'se m¨¦tisser'. De hecho, dice Montale, en Marsella ya se habla un franc¨¦s harto curioso, una mezcla de provenzal, italiano, espa?ol y ¨¢rabe, 'avec un pointe d'argot et un zeste de verlan'. Todo un tipo ese Montale, el cual, con motivo de una exposici¨®n del escultor C¨¦sar en la Vieille Charit¨¦, 'ce g¨¦nie marsellais qui a fait fortune en gaisant des compressions de tout et de n'importe quoi', arremete contra la burgues¨ªa marsellesa, 'gagn¨¦e par la connerie parisienne'. Seg¨²n Montale, Marsella so?aba con ser capital, la capital del sur. Olvid¨¢ndose de que lo que hace de ella una capital es el puerto. 'Le carrefour de tous les brassages humains. Depuis de si¨¨cle. Depuis que Protis avait pos¨¦ le pied sur la gr¨¨ve. Et ¨¦pous¨¦ la belle Gyptis, princesse ligure'.
Con o sin 'connerie parisienne', Jean-Claude Izzo ha conseguido con sus tres novelas, protagonizadas por Fabio Montale, lo mismo que Andrea Camilleri con su serie sobre Salvo Montalbano: que el norte descubra el sur. Jean-Claude Izzo es el ¨²ltimo gran enamorado y extraordinario cronista de su Marsella natal. En Francia sus tres novelas se han vendido como rosquillas. Alain Delon ser¨¢ Fabio Montale en una miniserie televisiva, en tres episodios, coproducida por TFI y la RAI. La selecci¨®n de Delon para encarnar al poli Montale ha desencadenado una serie de protestas en Marsella. Los fieles de Izzo, incluida su familia, no ven con buenos ojos que un actor de derechas como Delon, que le regal¨® un reloj de oro al mafioso M¨¦m¨¦ Gu¨¦rini y de cuya amistad el g¨¢ngster se sent¨ªa muy ufano, interprete el personaje de un poli ¨ªntegro y antifascista como Fabio Montale. Por el momento, Delon ya lleva rodadas algunas escenas.
Si alg¨²n editor espa?ol se anima a publicar las novelas de Izzo, sepa que me tiene a sus disposici¨®n Si es preciso, incluso le hago una bullabesa para el d¨ªa de la rueda de prensa.
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