La ¨²ltima ¨®pera de Sinopoli

Giuseppe Sinopoli debut¨® en el a?o 1976 como director con la ¨®pera Aida en su Venecia natal. Veinticinco a?os despu¨¦s, el pasado viernes, Sinopoli ha muerto sin poder terminar una representaci¨®n de Aida en la ¨®pera alemana de Berl¨ªn, cuando contaba 54 a?os. En tan apretada e intensa existencia, el m¨²sico, m¨¦dico y arque¨®logo ha apurado gran n¨²mero de experiencias en las que con frecuencia se unen los saberes cient¨ªficos y los art¨ªsticos.

Disc¨ªpulo en Darmstadt de Maderna y Stockhausen, pas¨® luego a Siena, junto a Franco Donatoni, y de all¨ª a la capital austriaca para completar sus estudios de direcci¨®n con Swarowsky -o sea, la tradici¨®n- sin alejarse del ejemplo de Maderna -o sea, la modernidad-. La trayectoria europea del conductor le lleva desde la Academia de Santa Cecilia en Roma hasta el Festival de Bayreuth en su edici¨®n de 2000. En enero de 1981 presenta en M¨²nich su ¨®pera Lou Salom¨¦ sobre libreto de Dietrich Gr?we y en producci¨®n de G?tz Friedrich que supuso uno de los t¨ªtulos en triunfo del teatro musical contempor¨¢neo. En la pieza dominan elementos y percepciones de tipo psiqui¨¢trico que hab¨ªan ocupado ya no pocas horas en el estudio del Sinopoli cient¨ªfico.

Casi desde la fusi¨®n de todos los datos culturales, el maestro veneciano traduc¨ªa con extremada claridad y profundo instinto de m¨²sico el sinfonismo de Mahler. Todav¨ªa en la presente temporada pudimos escuchar a Sinopoli su luminosa versi¨®n de la Sexta sinfon¨ªa, que para muchos es el trabajo m¨¢s perfecto y complejo de Mahler. Como Mahler, supo descubrir Sinopoli en Tosca, de Puccini, galer¨ªas de especial intensidad psicol¨®gica desde las que mont¨® uno de sus m¨¢s espectaculares ¨¦xitos en el Metropolitan de Nueva York.

Hombre de su tiempo, estuvo siempre al servicio de los autores que lo representan, desde Ferrero y Petrassi hasta Vandor o Donatoni, que compatibilizaba con su trabajo de concierto y ¨®pera. Desaparecido en la cumbre madura de sus posibilidades, la p¨¦rdida de Sinopoli representa un gran vac¨ªo para la m¨²sica universal.