El cardenal Rouco se examina

Los obispos espa?oles quieren saber por qu¨¦ no se les entiende y dedicar¨¢n buena parte de esta semana a reflexionar en qu¨¦ han fallado para que algunos medios de comunicaci¨®n consideren tibia, confusa o negligente la actitud eclesi¨¢stica frente al terrorismo. As¨ª que esta semana toca sobre todo examinar si la voz de la Iglesia cat¨®lica se ha alzado con la suficiente potencia y claridad contra ETA. ?sa es la intenci¨®n de algunos prelados convocados a Madrid desde hoy -hasta el viernes por la tarde- para la primera asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) del a?o 2001.

'?Por qu¨¦ la reciente avalancha?'. La pregunta es del obispo de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez, en referencia a las cr¨ªticas recibidas en lo que va de a?o. El prelado calific¨® de 'arrolladora' la cosecha de reproches desatada 'contra la Conferencia Episcopal, contra los obispos y en general contra la Iglesia', y atribuy¨® su origen 'al Gobierno' 'Con la colaboraci¨®n de muchos medios de comunicaci¨®n', precis¨®.

'Muchos han convertido a los obispos en piedra de esc¨¢ndalo', se lament¨® Bl¨¢zquez. La asamblea que hoy inician los obispos est¨¢ empe?ada en plantar cara, con respuestas definitivas, a esa 'avalancha', y la opini¨®n del prelado de Bilbao resulta relevante. Bl¨¢zquez fue el primer eclesi¨¢stico en aludir a un asunto delicado. Los terroristas matar¨¢n a un prelado o a un religioso 'si alg¨²n d¨ªa les conviniera, sin ninguna duda', dijo en una cena con periodistas el 29 de noviembre pasado.

El orden del d¨ªa oficial de la primera plenaria del a?o de la CEE indica que los debates se centrar¨¢n, sobre todo, en problemas como 'el drama humano y moral del tr¨¢fico de mujeres', en asuntos de gran preocupaci¨®n como la fragilidad de la familia desde el punto de vista de la jerarqu¨ªa cat¨®lica y tambi¨¦n en las zozobras que causa a los prelados la reglamentaci¨®n de la asignatura de religi¨®n y los problemas que a¨²n persisten para los profesores de esa materia. El plenario tambi¨¦n analizar¨¢ la ponencia-s¨ªntesis de los di¨¢logos surgidos en las ¨²ltimas asambleas de la CEE sobre la situaci¨®n de la Iglesia en Espa?a, que pod¨ªa ser la base de un futuro 'plan pastoral' de la CEE para el pr¨®ximo trienio.

Pero los prelados llevan en cartera, sobre todo, sus argumentos para librarse del bald¨®n que ha ca¨ªdo sobre la jerarqu¨ªa desde que los dirigentes de la CEE decidieron no firmar el pacto antiterrorista promovido por el PP y el PSOE. La idea es hacer un recopilatorio de las condenas pasadas y, a partir de ahora, no perder ocasi¨®n para reiterarlas.

Las supuestas intenciones del cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco de cortar el debate por lo sano promoviendo la excomuni¨®n de los terroristas y de quienes les prestan apoyo se sald¨® con un nuevo fiasco. Rouco, presidente de la CEE desde hace dos a?os -le queda uno de mandato-, abrir¨¢ la plenaria con un discurso en el que dar¨¢ explicaciones sobre lo sucedido.

Pocos dudan de que en la asamblea se reflejar¨¢n las evidentes discrepancias que existen entre los prelados espa?oles respecto a la pol¨ªtica antiterrorista a seguir, incluido el debate de las excomuniones. Pero no ser¨¢ f¨¢cil conocer lo que se diga en los debates. Aunque las asambleas episcopales suelen ser herm¨¦ticas para los medios de comunicaci¨®n -los obispos presumen, por ello, de un gran nivel en los debates, tanto en extensi¨®n como en contenidos, en contraposici¨®n con la parquedad dial¨¦ctica que se ha apoderado de los partidos pol¨ªticos-, la asamblea plenaria se reunir¨¢ en 'sesi¨®n secreta' durante toda una tarde. Ser¨¢ probablemente el pr¨®ximo mi¨¦rcoles y ¨¦se iba a ser el momento en el que el cardenal Rouco plantease su propuesta de decreto de excomuni¨®n, seg¨²n las filtraciones que se promovieron desde el Gobierno antes de la pasada Semana Santa.

Parece seguro que el citado decreto de excomuni¨®n no hubiera tenido ninguna posibilidad de prosperar en el supuesto de que Rouco lo pensase promover -el cardenal lo ha negado por activa y por pasiva-, pero tambi¨¦n es muy probable que algunos obispos insistan esta semana en reabrir la discusi¨®n.