Las ayudas de la Generalitat

Hace ya algunos a?os yo formaba parte de la compa?¨ªa Comediants y, junto a Joan Font y Albert Boadella, escuch¨¦ a Max Cahner decir que a ¨¦l le parec¨ªa mejor empleado un dinero invertido en publicar un libro catal¨¢n en Londres que no en subvencionar un grupo de teatro. Nos quedamos estupefactos. Desde entonces hemos visto derrochar millones en las grandes 'instituciones' culturales del pa¨ªs mientras muchos grupos de teatro y m¨²sicos independientes nos hemos visto obligados a emigrar para ganarnos el sustento. A la Generalitat s¨®lo le ha interesado la pol¨ªtica de escaparate y ha distribuido las ayudas con arbitrariedad y amiguismo. Esto es triste pero al fin y al cabo es la eterna historia del teatro y la m¨²sica. Pero hay algo peor que esto.

Esta situaci¨®n crea en los profesionales la disyuntiva de trabajar en la marginalidad o medrar para conseguir un puesto en un 'nacional' o en TV-3. Los escogidos tienen todas las puertas abiertas. Incluso los teatros independientes les prefieren. Son m¨¢s conocidos. Bienvenidas sean las denuncias de estos d¨ªas, pero desmontar la situaci¨®n perversa que se ha creado no va a ser f¨¢cil. Hay gente de la profesi¨®n a la que le ha ido muy bien. Pero que no se preocupen. ?Qui¨¦n va a creer a unos resentidos como nosotros?