J¨®venes y botell¨®n
Quiero relatar por qu¨¦ muchos j¨®venes se dedican por la noche al 'botell¨®n'. Cuento mi experiencia personal de una noche, pero supongo que ser¨¢ lo habitual en otros muchos j¨®venes. Queremos divertirnos, pas¨¢rnoslo bien y disfrutar de una buena noche. En mi caso, me dispon¨ªa a ver un concierto el pasado d¨ªa 19, junto con dos amigos, de dos buenos guitarristas y, a la vez, amigos m¨ªos que tocaban blues y jazz en un bar de la calle Marqu¨¦s de Paradas y cuyo nombre, aunque no quiero dar publicidad, es La Antigua. No es un bar que, seg¨²n mi opini¨®n, sea para estudiantes, puesto que las copas salen a 800 pesetas; a pesar de ello convenc¨ª a mis dos amigos para entrar. El caso es que este local, como la mayor¨ªa en Sevilla, exige que sus clientes lleven un calzado apropiado para tener acceso al establecimiento por el perjuicio que se le puede hacer a la superficie del bar... Esta aclaraci¨®n no la hace el due?o del local (tampoco hay un r¨®tulo en la puerta) sino el portero, quien nos indica que no llevamos el calzado apropiado, sino uno deportivo, por lo que no nos permite la entrada.
No se percata este se?or de que uno de nosotros s¨ª lleva zapatos que no da?an la superficie, pero ni por esas. Ante nuestras observaciones de que entra gente con el mismo calzado que da?a el suelo y que puede provocar serios deterioros, este se?or no nos hace ni caso. Un dato importante: este caballero, evidentemente, no se percat¨® de que yo ya hab¨ªa entrado antes en este local y que conoc¨ªa al grupo que iba a tocar, por lo que la cosa ya derivaba hacia el esperpento. Tras estar cerca de una hora en la puerta, no logramos acceder al local y disfrutar del maravilloso concierto. No contento con la respuesta del portero nos dirigimos al lugar donde te puedes 'quejar' de algo: la justicia.Pero la juez me coment¨® que eso no se puede denunciar y que deb¨ªamos hablar con la Uni¨®n de Consumidores, aunque posiblemente acabar¨¢ en agua de borrajas. As¨ª es Sevilla para gran parte de la juventud. As¨ª se explica por qu¨¦ la gente se dedica al 'botell¨®n' (el bar no es barato para mis ingresos de 2.500 semanales y por eso nos compramos una botella) y tambi¨¦n por qu¨¦ despu¨¦s se molesta a los vecinos, ya que estos bares no permiten que entre la gente. ?S¨ª!, somos j¨®venes de menos de 25 a?os y llevamos el pelo largo y pendientes. Ya s¨¦ que este dato pasar¨ªa por alto en una sociedad no discriminatoria y que no intentar¨ªan hacer que me vista como a un se?or le venga en gana pero, en definitiva, s¨®lo quer¨ªamos ver tocar a unos amigos.
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