Espa?a exige a Rabat que frene el tr¨¢fico de droga y de inmigrantes

El difunto rey Hassan II otorg¨® un cierto margen a sus gobiernos para negociar los acuerdos sobre pesca con Espa?a y, m¨¢s tarde, con la Uni¨®n Europea pero, en ¨²ltima instancia, siempre les oblig¨® a firmar un pacto.

Su hijo, Mohamed VI, que accedi¨® al trono hace 21 meses, dej¨® que sus ministros no negociasen sobre la pesca durante casi un a?o. S¨®lo tras su visita a Madrid, en septiembre pasado, el joven monarca inst¨® a su gobierno a meterse de lleno en las conversaciones pesqueras pero, a diferencia de su padre, no le orden¨® que firmase. El d¨ªa en que los ministros de la UE daban por enterrada la negociaci¨®n pesquera, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar advirti¨® a Marruecos de que este fracaso tendr¨ªa consecuencias. El presidente del Gobierno dej¨® caer el mi¨¦rcoles que podr¨ªa perjudicar la relaci¨®n privilegiada entre Rabat y la UE, y que Espa?a no volver¨ªa a ser generosa con Marruecos condon¨¢ndole deuda o ayud¨¢ndole a desarrollar sus infraestructuras.

Las palabras de Aznar provocaron alarma en Rabat. Los colaboradores de Mohamed VI temieron que las primeras represalias espa?olas consistieran en torpedear la operaci¨®n Paso del Estrecho, que cada verano permite cruzar a Marruecos a cientos de miles de inmigrantes en Europa que vuelven a su pa¨ªs, de vacaciones.

De ah¨ª que la delegaci¨®n a la que el rey orden¨® que viajase a Madrid haya estado compuesta no s¨®lo por los dos ministros sino tambi¨¦n por representantes de la Fundaci¨®n Mohamed V que, entre otras actividades, presta ayuda a los emigrantes que atraviesan el Estrecho. Interior y Asuntos Exteriores son en Marruecos ministerios llamados de 'soberan¨ªa' porque sus titulares son nombrados directamente por el rey y no por el primer ministro. Pero la implicaci¨®n del rey en la visita de ayer qued¨® sobre todo de manifiesto por la presencia en la delegaci¨®n de su director de gabinete, Mohamed Rochdi Chraibi.

'Aunque parezca sorprendente', coment¨® un diplom¨¢tico espa?ol, 'se imaginaban que pod¨ªamos retener a marroqu¨ªes iracundos en el puerto de Algeciras y vengar a los pescadores haciendoselas pasar canutas a los inmigrantes. Esto demuestra', agreg¨®, 'el grado de incomprensi¨®n que existe entre nosotros'.

Seg¨²n una fuente diplom¨¢tica, Rajoy y Piqu¨¦ manifestaron a sus interlocutores su 'malestar' por el fiasco pesquero cancelando las ruedas de prensa que estaban convocadas. 'No quer¨ªan aparecer sonrientes a su lado', a?adi¨® la misma fuente. Les tranquilizaron, sin embargo, sobre la operaci¨®n Paso del Estrecho, pero recalcaron que, a causa de la pesca, Espa?a no actuar¨ªa con Rabat 'como si aqu¨ª no hubiera pasado nada'. A sus interlocutores les exigieron, por ¨²ltimo, que para hacer olvidar los efectos del mal trago de la ruptura pesquera hagan un esfuerzo para controlar m¨¢s su frontera septentrional, con dos objetivos: frenar la emigraci¨®n ilegal hacia la Pen¨ªnsula -en los tres primeros meses del a?o, ha batido el record- as¨ª como las exportaciones de hach¨ªs, una droga de la que Marruecos es el primer productor. Rajoy est¨¢ adem¨¢s especialmente quejoso de que Rabat s¨®lo cumpla parcialmente el acuerdo de 1992 sobre readmisi¨®n de ilegales. Acoge a sus ciudadanos expulsados de Espa?a pero se niega a readmitir a los subsaharianos y dem¨¢s ¨¢rabes que llegan en pateras procedentes de la costa marroqu¨ª.