La Feria de Abril, junto al mar

En una superficie de 125.000 metros cuadrados -el volumen de 12,5 manzanas del Eixample barcelon¨¦s- repartidos a lo largo de dos kil¨®metros entre el paseo Mar¨ªtimo y la Ronda Litoral, 48 casetas dar¨¢n de comer, de beber y ofrecer¨¢n baile por sevillanas a casi tres millones de visitantes.

'Lo de la playa est¨¢ muy bien, pero falta por ver si nos quedamos, nos volvemos o nos vamos otra vez con la m¨²sica a otra parte'

dice Antonia mientras riega parsimoniosamente el polvo con una regadera de pl¨¢stico en la entrada de su caseta.

Hace algo de calor y las idas y venidas de los visitantes levantan una polvareda digna de un poblado del oeste. Antonia se queja de los cambios de ubicaci¨®n de la feria: 'Es como si no nos tomaran en serio'. Pero est¨¢ orgullosa de este encuentro anual, abierto y popular, frente al de 'los ricos' de Sevilla. Antonia es de un pueblo de C¨®rdoba, pero antes de venir a vivir a Sant Adri¨¤ de Bes¨°s, donde reside desde hace 44 a?os, estuvo en Sevilla. 'All¨ª has de tener amigos para poder entrar en las casetas, pero aqu¨ª viene quien quiere y se toma su finito'.

'Aqu¨ª vas a la caseta y te tomas un fino. En Sevilla has de tener amigos para entrar', dice Antonia

En la feria catalana nadie pregunta. Son 30 a?os de celebraci¨®n de la feria hom¨®loga a la original de Sevilla, que naci¨® a mediados del siglo XIX como una feria de ganado y venta de caballos. A pesar de la fiebre aftosa, la tradici¨®n manda y los caballos aqu¨ª est¨¢n. 'Habr¨¢ caballos, aunque sean de cart¨®n', ha advertido Francisco Garc¨ªa Prieto, presidente de la Federaci¨®n de Entidades Andaluzas en Catalu?a, promotora de la feria junto con la Generalitat y el Ayuntamiento de la poblaci¨®n que acoge la celebraci¨®n, este a?o Barcelona. Antes fueron Barber¨¤ del Vall¨¨s, Santa Coloma de Gramenet y, los dos ¨²ltimos a?os, Sant Adri¨¤. Este a?o, y hasta la finalizaci¨®n de las obras por el F¨°rum de les Cultures de 2004 en Sant Adri¨¤, la ubicaci¨®n de la feria son los terrenos de la Nova Mar Bella, conocidos popularmente como la polvera, 'porque cada d¨ªa m¨¢s de 300 parejas se acercan en su coche hasta aqu¨ª para echar un polvo', afirma socarr¨®n un guardia urbano.