El Athletic aprovecha la apat¨ªa del Alav¨¦s

Hay lecciones que nunca se aprender¨¢n en el f¨²tbol. Una de ellas se refiere a c¨®mo jugar con superioridad num¨¦rica. Dice el manual que con paciencia, pero el Alav¨¦s entendi¨® que con suficiencia. Y decidi¨® no correr, no luchar y confiar el gol al c¨¢lculo de probabilidades. Como si su condici¨®n de finalista de la UEFA le atribuyera un gol de oficio por los galones adquiridos. Y encontr¨® no uno, sino dos, pero en su porter¨ªa, a pesar de contar con un portero inspirado.

El Alav¨¦s no entendi¨® al Athletic. Cuando Prados Garc¨ªa (un peligro p¨²blico con un silbato) expuls¨® a Alkiza en una rigurosa decisi¨®n, le toc¨® el coraz¨®n a un equipo que hab¨ªa hecho de este partido el rasero de su autoestima. En igualdad de efectivos, hab¨ªa fabricado tres ocasiones devueltas por Herrera (espectacular en un remate de Urzaiz y una falta de Yeste) y el larguero (otra falta de Yeste). A cambio, hab¨ªa recibido dos balones en el palo. Con diez lleg¨® dos veces y marc¨® dos goles plenos de astucia. Uno inventado por Urzaiz y otro ejecutado por Yeste, porque al Alav¨¦s se le olvido solicitar barrera. No estaba en San Mam¨¦s, sino en Dortmund.