Los radicales libres
Hermida y Ra?a confirman las grandes expectativas apuntadas en Sydney
Los radicales libres son junto a los lactatos los elementos qu¨ªmicos m¨¢s temidos por los deportistas. Son elementos desestabilizadores y perversos. Atacan a las c¨¦lulas musculares y al coraz¨®n y aumentan cuanto m¨¢s se ejercita uno. Son mol¨¦culas inestables que tambi¨¦n est¨¢n en el aire que respiramos.
As¨ª son, un peligro, Jos¨¦ Antonio Hermida e Iv¨¢n Ra?a: han llegado al deporte para desestabilizar las creencias establecidas. Son independientes y no temen a nadie. Lo quieren todo y saben que lo pueden conseguir. Son j¨®venes y responden a la presi¨®n: despu¨¦s de manifestarse por primera vez ante el gran p¨²blico en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000, se han confirmado en los primeros meses de 2001. Su meta es, por ahora, Atenas 2004. 'Y no digan que Atenas est¨¢ muy lejos. El tiempo pasa volando', dice Hermida.
Habla Hermida y sus palabras suenan a manifiesto de una nueva generaci¨®n. 'Estamos ah¨ª, una buena troupe de j¨®venes que nos estamos metiendo. Y en un futuro no muy lejano habr¨¢ un cambio generacional, seguro. Ya las carreras se disputan m¨¢s radicales, a todo o nada, con m¨¢s chispa, desde el principio hasta que se llega, cada uno con sus propias fuerzas. Los j¨®venes somos as¨ª. Luego, quiz¨¢s, nos estabilizamos un poco', dice el expansivo ciclista catal¨¢n, de 22 a?os, que despu¨¦s de rozar la medalla en el mountain bike de Sydney y sorprender a los m¨¢s veteranos, ha ganado en California la primera prueba de la Copa del Mundo de 2001.
Iv¨¢n Ra?a, el callado gallego de 21 a?os que termin¨® quinto el triatl¨®n ol¨ªmpico, tambi¨¦n ha ganado, en Jap¨®n, una prueba de la Copa del Mundo de su especialidad. En las publicaciones extranjeras se le conoce como el ni?o mimado del triatl¨®n. ?l habla de libertad, de c¨®mo sobrelleva las obligaciones federativas, de c¨®mo sufre viviendo en medio de Madrid, entren¨¢ndose en una piscina y en la Casa de Campo y en carreteras llenas de rotondas y coches a toda velocidad y de c¨®mo le gustar¨ªa estar en su Galicia, con su entrenador, C¨¦sar Varela, y su novia, la hermana de la triatleta Pilar Hidalgo, y entrenarse en el mar y salir en bicicleta por carreteras solitarias. Y mantener su melena pese a que no sea lo mejor para nadar, correr en bicicleta y correr a pie.
?se es su enfoque radical: su deseo de salirse de las estructuras, proclamar su soledad. Tarea dif¨ªcil para un deportista de ¨¦lite que vive en la residencia Blume de las becas del plan ADO.
Como el mountain bike est¨¢ m¨¢s profesionalizado, Hermida puede permitirse otras libertades Corre para un equipo italiano, el m¨ªtico Bianchi, la bici de Coppi, presidido por el m¨ªtico Felice Gimondi y dirigido por Massimo Ghirotto, aquel gigante calvo que dirigi¨® toda la maniobra de acoso a Indur¨¢in en la subida a Oropa del Giro 93. 'Corro para ellos, pero yo vivo y me entreno en Puigcerd¨¢, en los Pirineos, cerca de la estaci¨®n de La Molina', dice Hermida. 'Me entreno seis horas al d¨ªa con mi preparador Quim Forteza'.
Ra?a lleg¨® al triatl¨®n desde la pr¨¢ctica del ciclismo, desde una zona de la que han salido algunos profesionales, como Pino, Vidal o Serrano. 'Pero ahora s¨®lo pienso en el triatl¨®n, en el Mundial de julio en Edmonton, que es mi objetivo'.
Hermida lleg¨® al mountain bike desde el monopat¨ªn, pero puede acabar en la carretera. 'S¨ª, por qu¨¦ no. No me importar¨ªa convertirme en un carretero', explica Hermida, a quien le gusta provocar y lucir el lado precursor que tiene su deporte. 'De hecho, parece que los carreteros, que antes no hac¨ªan m¨¢s que recordar el plato tan grande que mov¨ªan en los puertos, ahora le est¨¢n empezando a coger el truquillo a ir en plato peque?o y con agilidad, como hace Armstrong, que es algo que hacemos de siempre los bikers'.
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