El Banco de Espa?a critica el riesgo contra¨ªdo por las cajas en inversiones empresariales
Las entidades de ahorro han aumentado la inversi¨®n en acciones un 265% en cinco a?os
El ejemplo de la Caja de Carlet resume con crudeza uno de lriesgos -el de la entrada en inversiones demasiado arriesgadas - que Jaime Caruana, gobernador del Banco de Espa?a, record¨® ante los presidentes y directores generales de las 46 cajas espa?olas el pasado 18 de abril. Fue su primer discurso y no quiso dejar pasar la ocasi¨®n para lanzar un mensaje directo ante la asamblea de la CECA. El gobernador advirti¨® que 'la adquisici¨®n de acciones en empresas es una alternativa por la que las cajas pueden diversificar su estructura de negocio', pero que se les exigir¨¢ que 'cuenten con capacidad financiera y de gesti¨®n suficientes'.
Pero fue m¨¢s all¨¢. Dijo que 'las inmovilizaciones permanentes en inversiones en empresas industriales con vocaci¨®n de control o de influencia notable en la gesti¨®n, representan compromisos a largo plazo con responsabilidades adicionales y si sobrepasan determinados l¨ªmites o alcanzan proporciones relativas importantes en el balance, pueden ser extra?as a su naturaleza y objetivos'.
Jaime Caruana se adelant¨® al argumento manido de los gestores de las cajas y les aclar¨® que aunque la inversi¨®n en empresas es una forma de diversificar el negocio, 'es a cambio de asumir nuevos riesgos y responsabilidades adicionales que conlleva la implicaci¨®n en el accionariado y la gesti¨®n'.
Cuando el gobernador del Banco de Espa?a pronunciaba estas palabras estaba rodeado en la mesa presidencial por Josep Vilarasau, presidente de La Caixa y vicepresidente de Repsol YPF; Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid y vicepresidente de Iberia y Manuel Pizarro, presidente de la CECA, de Ibercaja y vicepresidente de Endesa.
Volcadas en industria
En los ¨²ltimos cinco a?os las cajas se han volcado en la industria. Mientras que su balance ha crecido un 71,6%, la inversi¨®n en acciones lo ha hecho un 265%. Es decir, cada a?o est¨¢n m¨¢s expuestas a los riesgos industriales, ajenos a su negocio, y que pueden llevarse por delante a muchas entidades en caso de crisis econ¨®mica. 'Una cosa es que la actividad crediticia te ligue al ciclo industrial y otra muy diferente es que se incremente el riesgo al financiar a una compa?¨ªa por estar en el consejo de administraci¨®n. Adem¨¢s de provisionar por la morosidad, habr¨¢ que hacerlo por los derrumbes burs¨¢tiles y eso no est¨¢ al alcance de todas', explica un director general de una caja, que aplaude el discurso del gobernador.
?A qui¨¦n iban dirigidas las palabras de la m¨¢xima autoridad financiera? Si se pregunta a las grandes entidades, responden que, 'sin lugar a dudas, los dardos iban para las cajas medianas, que tienen menos solvencia para afrontar las inversiones industriales en las que se han metido'. Los presidentes de las cajas medianas tambi¨¦n lo tienen claro: 'nuestras inversiones no ponen en peligro a la entidad, pero tener el 10% de Telef¨®nica o Repsol, como hacen las grandes, sujeto a las vaivenes de un mercado tan vol¨¢til, s¨ª es un factor de riesgo'.
En este cap¨ªtulo, uno de los casos m¨¢s llamativos fue el de Caja Cantabria. La entidad compr¨® el 3% de Indra y la ca¨ªda de la cotizaci¨®n le oblig¨®, en el segundo trimestre de 1999, a realizar una dotacion de 5.636 millones de pesetas, cifra que superaba los 5.088 millones de beneficio.
Pero hubo una segunda parte en el discurso de Jaime Caruana. A su juicio, si siguen entrando en la industria, 'pueden desviarse de las caracter¨ªsticas que mejor corresponden a su naturaleza de entidades de car¨¢cter fundacional'.
Es decir, que si las cajas de ahorros se comportan como si fueran bancos 'es incoherente que tengan un estatus de entidades ben¨¦ficas, protegidas de las reglas del libre mercado', explica un experto financiero. Caruana dej¨® claro que no quiere que desaparezcan las cajas, pero tampoco quiere que 'vivan en lo mejor de los dos mundos' [el de los bancos y el de las cajas], contin¨²a este experto.
Los n¨²meros son claros. En el cuadro adjunto se ve la fuerte penetraci¨®n de las doce cajas m¨¢s grandes en el tejido industrial, capitanedas por La Caixa. La entidad catalana presume de poseer un grupo empresarial mayor que el de BBVA o el del BSCH. El valor contable de las inversiones de La Caixa ascienden a 1,7 billones de pesetas y tienen un valor de mercado de tres billones.
Caja Madrid no ha dejado de invertir en empresas en los ¨²ltimos a?os, al igual que lo ha hecho BBK, Caixa Galicia o Unicaja. Braulio Medel, presidente de ¨¦sta entidad malague?a, asegura que 'hemos invertido m¨¢s de 400.000 millones de pesetas, pero tenemos unas plusval¨ªas superiores a los 200.000 millones. Para nosotros estas inversiones no suponen un riesgo y son una fuente recurrente de resultados'.
Interpretaciones
Esta situaci¨®n que incomoda al gobernador del Banco de Espa?a no significa que quiera abrir el mel¨®n del cambio del estatus jur¨ªdico de las cajas. Algunos directores generales de cajas han interpretado que Caruana 'estaba haciendo un aviso a navegantes, tanto a los gestores como a los pol¨ªticos, del riesgo que est¨¢n corriendo con esta estrategia'. Prueba de esta falta de inter¨¦s por tocar la situaci¨®n de las cajas es que la Ley Financiera que prepara el Ministerio de Econom¨ªa no parece que recoja la posibilidad de emitir cuotas participativas y que ¨¦stas coticen en bolsa.
?Qui¨¦n presiona para que las cajas no sigan por este camino? Un alto cargo de una de las cajas m¨¢s grandes advierte que, en primer lugar, son los bancos lo m¨¢s interesados en acabar con esta situaci¨®n, 'pero lo importante es que Bruselas ha advertido que no permitir¨¢ que haya m¨¢s de un 50% de presencia pol¨ªtica en las cajas o las considerar¨¢ empresas p¨²blicas'.
Otro problema de esta 'locura inversora' de las cajas de ahorros 'es ante qui¨¦n responden los gestores en caso de aventuras fallidas', dice otro veterano del sector. Contra lo que puede parecer, este ejecutivo cree que existe 'protecci¨®n mutua entre los pol¨ªticos y los gestores, ya que ambos se necesitan'.
Las advertencias del Banco de Espa?a no se producen en un momento tranquilo: la mitad de las cajas han cerrado el ejercicio pasado con una ca¨ªda del margen de explotaci¨®n -que mide la actividad financiera- y ocho ganaron menos que en el ejercicio 1999.
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