'Escudos humanos' contra el Pent¨¢gono

Vieques vivi¨® ayer una jornada de relativa tranquilidad despu¨¦s de las violentas manifestaciones de estos ¨²ltimos dos d¨ªas contra las maniobras militares estadounidenses. Las dos caras m¨¢s famosas de las protestas, Robert Kennedy Jr. y el actor de origen hispano Edward James Olmos, permanec¨ªan ayer en el Centro de Detenci¨®n de Guaynabo, dentro de la base, a la espera de pasar ante un tribunal federal de San Juan. Los ejercicios de la Marina, suspendidos temporalmente durante 24 horas, deb¨ªan reanudarse hoy.

Kennedy, Olmos y unos cuantos m¨¢s (entre ellos Mirtha Sanes, la hermana de David Sanes, el guardia que muri¨® hace dos a?os cuando un proyectil norteamericano alcanz¨® por error su puesto de vigilancia, el alcalde de Carolina, Jos¨¦ Aponte, y el congresista por Illinois de origen puertorrique?o Luis Guti¨¦rrez) fueron apresados el s¨¢bado al violar el per¨ªmetro militar de Campo Garc¨ªa.

'No he tenido noticias suyas desde que le arrestaron, lo m¨¢s seguro es que les confiscaran sus tel¨¦fonos m¨®viles', dijo ayer Scott Edwards, el abogado de Kennedy. 'No le sorprendi¨® mucho que le detuvieran, ya ven¨ªa mentalizado'. En total, m¨¢s de 130 personas han sido detenidas desde que empezaron las maniobras el pasado viernes.

En Guaynabo terminan todos los que franquean el per¨ªmetro militar antes de ser traslados a San Juan. 'Te tratan bien, aunque ahora est¨¢n bastante m¨¢s agresivos', recuerda Joanna Cartagena, una estudiante puertorrique?a que fue detenida el pasado octubre cuando franque¨® las alambradas de Campo Garc¨ªa en una de las ¨²ltimas maniobras militares. Ha vuelto, 'pero va a ser dif¨ªcil, la verja est¨¢ caliente, los marines est¨¢n nerviosos'.

Tanto, que tienen ahora el gatillo f¨¢cil con las balas de goma y los gases lacrim¨®genos cuando la cosa se pone violenta, lo que ya ha ocurrido en un par de ocasiones en estos tres d¨ªas. Salvo estos breves enfrentamientos, el resto del d¨ªa transcurre con tranquilidad e incluso buen humor en el Campamento de la Paz, donde se quedan la mayor¨ªa de los manifestantes, a las puertas de la base. Es una verbena pacifista, con cantos y noticias de los grupos que siguen en el ¨¢rea de tiro, 30 grados de calor, 90% de humedad y una inmensidad de vegetaci¨®n tropical.

El alcalde de Vieques, D¨¢maso Serrano, es uno de los que est¨¢n dentro de Campo Garc¨ªa, junto con otras seis personas. 'Nos va dando noticias y sabemos que est¨¢ bien', asegura Towi Pesquera, portavoz del Congreso Nacional Hostesiano. 'Han ido all¨ª muy preparados, con v¨ªveres, tiendas de campa?a, agua para 15 d¨ªas y mantas especiales de aluminio para evitar ser detectados por los sensores de temperatura de los helic¨®pteros de vigilancia'. Durante los bombardeos de la Marina, el grupo de Serrano lanza bengalas para se?alar su presencia y tratar de frenar las maniobras. Los manifestantes calculan que unas 50 personas permanecen en el ¨¢rea militar como escudos humanos.

Pero en el resto de Vieques, la vida contin¨²a. 'La gente se imagina que estamos en estado de sitio, nada m¨¢s lejos de la realidad', dice Eli Bel¨¦ndez, que dirige una de las 15 casas de hu¨¦spedes de la isla, el negocio tur¨ªstico del lugar por antonomasia.

Seg¨²n el acuerdo que alcanzaron el ex presidente Bill Clinton y el ex gobernador de la isla, Pedro Rosell¨®, est¨¢ previsto que el pr¨®ximo noviembre se celebre un refer¨¦ndum para decidir si los norteamericanos siguen en la base despu¨¦s del a?o 2003. 'Pero aqu¨ª nadie cree que vaya a tener lugar', comenta Bel¨¦ndez, 'esto sentar¨ªa un p¨¦simo precedente para la Marina'.