Quiebra la 'joya' belga de las nuevas tecnolog¨ªas

Lernout & Hauspie (L&H) cotiza en el ¨ªndice Nasdaq desde 1995 y en su capital participan Intel, Microsoft y AT&T. Es una empresa l¨ªder en tecnolog¨ªa vocal nacida hace 14 a?os gracias al convencimiento de sus fundadores, Jo Lernout y Pol Hauspie, de que los sistemas autom¨¢ticos de traducci¨®n y reconocimiento de voz eran el futuro. Hoy, esta joya flamenca de las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢ en bancarrota. 1.500 empleados han abandonado la empresa desde enero; las deudas llegan a 64.000 millones de pesetas y sus dos fundadores est¨¢n en la c¨¢rcel acusados de falsificaci¨®n contable y manipulaci¨®n burs¨¢til.

L&H representa hoy en B¨¦lgica el resultado del desastre que sufren las empresas de nuevas tecnolog¨ªas, que creyeron poder crecer a toda velocidad con cuantiosas ganancias. En este caso, adem¨¢s, los analistas financieros siguieron apostando por L&H hasta que los investigadores demostraron que la empresa era un aut¨¦ntico castillo de naipes. De paso, ha quedado m¨¢s que en entredicho la credibilidad de las grandes auditoras que a?o tras a?o han firmado unos estados de cuentas alejados de la realidad.

Lernout y Hauspie eran h¨¦roes en su tierra, en la ciudad de Ypres, donde comenz¨® la aventura. Hace menos de un a?o ambos fueron nombrados ciudadanos de honor, como el cantante Bob Geldof. Lernout y Hauspie est¨¢n, desde el pasado jueves, en la c¨¢rcel de esa misma ciudad junto al vicepresidente de la empresa, Nico Willaert. No se descarta una orden de detenci¨®n internacional contra otro estrecho colaborador, Gaston Bastiaens, actualmente en Estados Unidos.

Mientras la polic¨ªa hac¨ªa su labor, el nuevo responsable de la empresa, Philippe Bodson, anunciaba el viernes pasado en la asamblea extraordinaria de la firma que L&H est¨¢ en venta a bajo precio, pero que nadie est¨¢ interesado en comprar. Como publica el rotativo belga Le Soir, los datos de Bodson ven¨ªan a demostrar que la cifra de negocios ficticia era superior a la previamente manejada: m¨¢s de 65.000 millones de pesetas, de forma que 'lo virtual era m¨¢s importante que lo real'.?sa es aproximadamente la cifra que la empresa debe a los bancos, por lo que Bodson planea crear una nueva firma apoyada por los acreedores que se quede con los activos de L&H. Los mejores talentos, inform¨®, ya han abandonado el barco.

Hasta hace s¨®lo unos meses, L&H era el orgullo de Flandes. En esta zona del pa¨ªs, la m¨¢s pr¨®spera de B¨¦lgica, las nuevas tecnolog¨ªas han conocido un desarrollo espectacular. La mayor iniciativa flamenca ha sido base de un nuevo sentimiento nacionalista frente la otrora dominaci¨®n franc¨®fona, ahora menos pujante.

L&H, nacida en 1987, cont¨® desde un comienzo con el decidido apoyo pol¨ªtico de los partidos flamencos y, sobre todo, con la confianza de inversores y peque?os ahorradores. Lernout y Hauspie so?aban con desarrollar una tecnolog¨ªa que ser¨ªa capaz de entenderse telef¨®nicamente con un chino hablando cada uno su lengua materna. Su confianza en esta nueva tecnolog¨ªa vocal llev¨® a la empresa, apenas diez a?os despu¨¦s, a cotizar en el ¨ªndice Nasdaq, donde las acciones subieron alocadamente a pesar del d¨¦ficit acumulado, si bien es cierto que ya en 1996 tuvo los primeros beneficios netos.

La entrada en el capital de Microsoft, Intel y AT&T fueron el espaldarazo definitivo. La empresa abri¨® oficinas en Singapur y en Estados Unidos, donde todav¨ªa opera esta firma bajo el reclamo de ser l¨ªder en tecnolog¨ªa vocal a nivel mundial, y compr¨® a sus principales rivales.

Pero en julio del a?o pasado hubo una primera se?al de alarma, cuando el Wall Street Journal se pregunt¨® por las cifras que la propia empresa ofrec¨ªa sobre sus negocios en Corea. El castillo empez¨® a tambalearse en noviembre cuando llegaron las primeras denuncias de los peque?os accionistas. Poco despu¨¦s, el tribunal de comercio de Ypres abri¨® una investigaci¨®n y dio su visto bueno al procedimiento de intervenci¨®n.

Bob Philippe, un f¨®rmula 1 de las finanzas, fue fichado en enero pasado por L&H con la misi¨®n salvar la empresa. Hoy nadie conf¨ªa en su futuro.