Bego?a Lasagabaster: 'No os hemos dejado solos'; Rosa D¨ªez: 'Nos hab¨¦is enga?ado'
'Debemos intentar que el entendimiento no se rompa', se?ala la dirigente de EA - 'Nos duele profundamente vuestra indiferencia ante nuestro dolor', replica la socialista
Un d¨ªa compartieron el Gobierno de Euskadi. Ahora todos los puentes est¨¢n rotos entre socialistas y nacionalistas. Es mucho m¨¢s que una cuesti¨®n pol¨ªtica. Los socialistas, representados aqu¨ª por la eurodiputada Rosa D¨ªez, acusan a PNV y EA de haberlos dejado s¨®los en su sufrimiento contra ETA. La diputada Bego?a Lasagabaster no est¨¢ de acuerdo: 'Intentamos construir una paz que no lleg¨®'.
B. Lasagabaster. No creo que se hayan ca¨ªdo los puentes. Los entendimientos pol¨ªticos s¨ª. Pero no creo que se deban romper los entendimientos personales y de confianza pol¨ªtica. Otra cosa es que haya acuerdos pol¨ªticos o que no los haya. Yo lo que creo es que debemos intentar, desde un punto de vista constructivo, que el entendimiento no se rompa. Me disgusta que se rompa la capacidad de entenderse.
R. D¨ªez. Se ha quebrado la confianza. Los nacionalistas y los socialistas nos hemos entendido en base a la confianza mutua; sab¨ªamos las cosas que nos separaban, pero hab¨ªa confianza. Estos ¨²ltimos dos a?os y medio se ha roto y es lo m¨¢s dif¨ªcil de recuperar. Nos hemos sentido enga?ados por vosotros. Nos hemos sentido traicionados. La historia reciente nos demuestra que nos hab¨¦is mentido. No voy a hablar ahora de pol¨ªtica, sino de sentimientos: adem¨¢s de sentirnos enga?ados, nos duele profundamente vuestra indiferencia ante nuestro dolor. Sois indiferentes ante lo que nos est¨¢ ocurriendo, y no entendemos que hay¨¢is puesto por encima de las personas la ideolog¨ªa o la construcci¨®n nacional. La indiferencia ante lo que estamos pasando marca esta etapa horrible de desencuentro.
B. L. Me parecen unas palabras muy graves. Porque eso no es verdad en absoluto.
R. D. Pero nos sentimos as¨ª.
B. L. Ni somos indiferentes ni insolidarios ni os hemos dejado en ning¨²n momento solos en vuestro dolor. ?Que nos gustar¨ªa haber hecho m¨¢s? Indudablemente. Es muy curioso. Hemos tenido muchos a?os de dura violencia, de dolor y de tragedia, y ni vosotros ni nosotros ni nadie hemos hecho todo lo que hemos podido. Resulta curioso que ahora dig¨¢is que os hemos dejado solos... Eso no es verdad. Nosotros tenemos que racionalizar qu¨¦ podemos hacer y tenemos un tipo de soluciones que es ¨¦ste, y vosotros ten¨¦is otro. Pero la primera parte me parece muy grave. Imag¨ªnate qu¨¦ grave nos puede parecer a nosotros que nos est¨¦is acusando de insolidarios cuando sab¨¦is que no es as¨ª. No puedo pensar que t¨² creas que somos insolidarios, que no hemos hecho nada, que supeditamos un proyecto pol¨ªtico a la tragedia de las personas. Me parece muy grave.
R. D. Pues te lo tienes que ir creyendo.
B. L. Si llevo al l¨ªmite lo que me est¨¢s diciendo, pienso que me est¨¢s diciendo que estar¨ªais m¨¢s contentos o m¨¢s tranquilos si nos ocurriera a todos lo mismo. Jam¨¢s puedo pensarlo, creo que sois buenas personas.
R. D. Lo m¨¢s grave es que no es un sentimiento, sino una constataci¨®n. Yo supongo que t¨² s¨ª sientes lo que nos est¨¢ pasando, pero estamos hablando del nacionalismo en general. Cuando nosotros, despu¨¦s del pacto de Lizarra, ped¨ªamos protecci¨®n para mucha gente que se sent¨ªa agredida, nos contest¨¢bais desde vuestros esca?os en el Parlamento quit¨¢ndole importancia a lo que nos ocurr¨ªa.
B. L. Eso no es as¨ª.
R. D. Minimiz¨¢bais lo que estaba ocurriendo. Mientras nosotros sal¨ªamos de all¨ª con nuestros escoltas, vosotros os ¨ªbais a tomar vinos con los de HB. Cuando nuestros concejales salen protegidos hacia sus casas, vosotros os vais con la gente que nos insulta, con aquella gente que es partidaria de que nos maten. Hay complicidades permanentes. Nos sentimos solos en todos los pueblos de Euskadi, con alguna excepci¨®n personal. Eso lo practic¨¢is cada d¨ªa. Yo s¨¦ que si a vosotros os persiguieran, los nuestros estar¨ªan con vosotros. Estar¨ªamos con vosotros codo a codo. Os proteger¨ªamos a la salida de los ayuntamientos. Os ir¨ªamos a buscar a vuestra casa. Nos hab¨¦is dejado solos porque es m¨¢s c¨®modo estar con los otros. Es m¨¢s c¨®modo para vuestra vida.
B. L. Absolutamente falso. Rosa, yo entiendo y respeto que t¨² lo vivas as¨ª, pero te digo que es absolutamente falso. Eso no es una constataci¨®n.
B. L. En este pa¨ªs ha habido violencia desgraciadamente durante mucho tiempo. Y no os he visto a vosotros, Partido Socialista de Euskadi, hacer nada diferente a lo que hemos hecho nosotros durante much¨ªsimo tiempo. Hab¨ªa muchas personas que estaban sufriendo duramente la violencia. Y no os he visto a vosotros, que est¨¢bais con responsabilidades de Gobierno, hacer cosa distinta en relaci¨®n con la protecci¨®n de las personas.
R. D. Oye, yo no te he acusado de protegernos mal. Te he acusado de insolidaridad y de indiferencia.
B. L. Eso es absolutamente falso.
R. D. Mira, ahora mismo le est¨¢s quitando importancia a lo que nos est¨¢ ocurriendo, est¨¢s siendo indiferente hacia el dolor.
B. L. No le quito ninguna importancia.
R. D. ?Como, afortunadamente, viv¨ªs mejor que nosotros..!
B. L. ?T¨² estar¨ªas m¨¢s contenta si yo viviera igual de mal? Porque si es as¨ª, tienes un problema muy grave.
R. D. No, quiero vivir como t¨².
B. L. ?Qu¨¦ me propones para salir de este laberinto?
R. D. Yo quiero vivir como t¨², y para vivir como t¨² tengo que terminar con los terroristas.
B. L. Pues yo te recuerdo que nosotros hicimos un intento muy serio. Es la ¨²nica etapa en treinta y pico a?os en la cual ha habido una posibilidad de salir de este agujero negro.
R. D. No es verdad. Nos enga?¨¢steis. Hab¨ªais pactado con ETA nuestra libertad.
B. L. No pactamos, salvo que t¨² creas a ETA m¨¢s que a nosotros. Te repito: fue el primer intento serio que hubo en m¨¢s de 30 a?os de salir de este agujero negro. Sab¨ªamos que arriesg¨¢bamos mucho pol¨ªticamente y lo hicimos. ?Qu¨¦ hicieron si no los representantes del Gobierno socialista en Argel, en Roma y en no s¨¦ d¨®nde? ?Jugar al mus? ?De qu¨¦ hablaban con ETA, Rosa?
R. D. De perder libertad, no. Bego?a. En Argel no cedimos vuestra libertad a cambio de que dejaran de matarnos.
B. L. Mira, te creo lo suficientemente inteligente para no creerte lo que me est¨¢s diciendo. Si te parece serio y razonable el riesgo que corr¨ªan al hablar con ETA los representantes del Gobierno socialista, te tiene que parecer igualmente serio el riesgo que corrimos nosotros para intentar una salida al conflicto.
R. D. Es que no lo hicisteis para eso.
B. L. S¨ª, lo hicimos para eso y siempre sobre dos premisas: respeto a los derechos humanos y respeto a lo que decidieran los vascos. Y si estamos como estamos es porque ETA no cumpli¨® esos principios.
R. D. No. Est¨¢is donde est¨¢is porque HB se fue del Parlamento. Ni siquiera fuisteis capaces de romper con ellos.
B. L. No, perdona, rompimos con ellos.
R. D. Romp¨ªsteis despu¨¦s de varios muertos y cuando se marcharon del Parlamento.
B. L. Te aseguro que hemos hecho un intento serio para conseguir salir de un conflicto dur¨ªsimo, con graves problemas y tragedias personales pero que desde nuestro punto de vista tiene que tener una soluci¨®n pol¨ªtica. Era un proceso muy parecido a los emprendidos por los gobernantes socialistas. Todo esto dio lugar a la tregua m¨¢s larga en muchos a?os. Y sirvi¨®, por eso tengo la conciencia tranquila, para que mucha gente viviera bien. Lo volver¨ªa a repetir si sirviera para que esa gente viviera tranquila.
R. D. Para dividir a la sociedad, ?no?
B. L. Para todo el mundo. De hecho,cuando vimos que el proceso hab¨ªa sido roto por la otra parte porque violentaron, mataron y no se atuvieron a los derechos humanos, se cort¨®. Pod¨¦is decir que fue un fracaso, pero fue un intento tan serio y honesto como los que hab¨¦is hecho vosotros, con el mismo inter¨¦s de salir del conflicto...
R. D. Mira, yo creo que el problema m¨¢s importante que tenemos es que vosotros, los que hab¨¦is hecho Lizarra, quer¨¦is creeros que pod¨¦is seguir enga?¨¢ndonos... El d¨ªa que mataron por primera vez, y no romp¨ªsteis, supe que no era que ETA os hab¨ªa enga?ado, sino que vosotros nos hab¨ªais querido enga?ar a nosotros. Lo peor es que hic¨ªsteis un acuerdo con ETA y HB para marginar a quienes no somos nacionalistas.
B. L. Siento tener que cortarte, pero no es as¨ª. No puedo admitirlo.
R. D. Nos hab¨¦is enga?ado de todas a todas, y adem¨¢s hab¨¦is pretendido hacer una cosa que no termin¨¢is de reconocer, que es un error en la historia de la democracia: el fascismo es inasimilable con la democracia. A los fascistas s¨®lo se les puede ganar. Y mientras pens¨¦is que ETA es primero nacionalista y luego terrorista, y que pod¨¦is asimilarles y convencerles para que nos dejen de matar aun a costa de nuestra libertad, no tenemos nada qu¨¦ hacer.
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