Olvidar el cara a cara
Asesores de La Moncloa apoyaron la decisi¨®n de exigir la presencia de Redondo en el debate
La decisi¨®n de que Jaime Mayor Oreja no participara en el debate televisado, cara a cara, con Juan Jos¨¦ Ibarretxe, le ha costado al PP m¨¢s discusiones de las que sus dirigentes est¨¢n dispuestos a aceptar en p¨²blico. El acuerdo final se tom¨® en una reuni¨®n que se celebr¨® el lunes, en Bilbao y en la que participaron no s¨®lo dirigentes del partido, sino tambi¨¦n algunos asesores de La Moncloa, llegados de Madrid. Fueron ellos, precisamente, quienes m¨¢s apoyo dieron al an¨¢lisis de Mayor Oreja, en el sentido de que se valorara, por encima de todo, la importancia de no contrariar a Nicol¨¢s Redondo y al PSOE y de no perjudicar la imagen de compromiso y apoyo mutuo que han dado hasta ahora los dos partidos, simbolizada en el acto de ?Basta Ya? en el Kursaal de San Sebasti¨¢n.
Mayor Oreja mantuvo, a primera hora de la ma?ana, una larga charla telef¨®nica con Redondo, en la que el pol¨ªtico socialista le explic¨® las razones por las que su partido no estaba dispuesto a resignarse y las medidas que tomar¨ªan en caso contrario. Mayor defendi¨® seguidamente ante sus propios compa?eros del PP la decisi¨®n de respetar los acuerdos con los socialistas vascos. Frente a quienes defend¨ªan, dentro de la direcci¨®n de los populares, que los beneficios del debate con Ibarretxe pod¨ªan ser definitivos, por lo menos en ?lava y Vizcaya, el candidato a lehendakari, y los asesores de La Moncloa, sostuvieron que el sacrificio que ello supondr¨ªa al PSE y a Redondo era excesivo.
Mayor Oreja explic¨® que, adem¨¢s del coste de una enorme fisura con los socialistas, exist¨ªa la posibilidad de que el debate no llegara nunca a celebrarse, por inconvenientes de ¨²ltimo minuto que planteara el PNV o porque se tratara de una 'trampa'.
Para los partidarios de acudir al debate, todos los riesgos estar¨ªan justificados a cambio de la la influencia que podr¨ªa tener un cara a cara con el candidato nacionalista sobre los resultados electorales de ?lava. Es precisamente all¨ª, en ?lava, donde el PP ha colocado buena parte de sus esperanzas. Sus analistas afirman que pueden alcanzar los 12 esca?os (frente a los nueve con UA que tienen en la actualidad). Si ese gran resultado fuera cierto, y el PP subiera adem¨¢s, un ¨²nico esca?o en Vizcaya y otro en Guip¨²zcoa, hasta alcanzar los 6 y 5 diputados, respectivamente, la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento de Vitoria, o al menos los 37 esca?os, estar¨ªan realmente al alcance del acuerdo PP-PSOE.
Descartada, finalmente, la posibilidad del debate televisivo, los populares continuar¨¢n dedicando en los pr¨®ximos d¨ªas sus mejores esfuerzos a ?lava, con la esperanza de que favorezca el vuelco electoral del Pa¨ªs Vasco. El mitin final de la campa?a, por ejemplo, se celebrar¨¢ en Vitoria y el n¨²mero de actos previsto es proporcionalmente m¨¢s alto que en Vizcaya y Guip¨²zcoa.
En el otro bloque, las esperanzas del PNV se centran en el tama?o del pinchazo de Euskal Herritarrok. Los nacionalistas, que ser¨¢n sus principales beneficiarios, estiman que el baj¨®n puede adquirir proporciones muy grandes, hasta el punto de permitirles superar los 30 esca?os y esperan se?ales de que esa pronunciada tendencia a la baja se consolida en los pr¨®ximos d¨ªas.
Lo que resulta evidente es que la campa?a de los independentistas vascos est¨¢ transcurriendo por ahora de una forma inesperadamente gris y difuminada. Los actos publicitarios de EH, excepci¨®n hecha de su llamativa carteler¨ªa, est¨¢n pasando mucho m¨¢s desapercibidos que en la campa?a anterior. Incluso, y por primera vez, es posible encontrar, en Bilbao, algunos -muy pocos- carteles emborronados. En concreto, han aparecido algunas pegatinas colocadas encima del cartel del vientre embarazado con las leyendas: 'La semilla del diablo' y 'S¨ª al aborto', algo que dif¨ªcilmente hubiera ocurrido en otras citas electorales.
Los pol¨ªticos del PNV reconocen, sin embargo, que todas sus expectativas dependen b¨¢sicamente de lo que haga ETA hasta el pr¨®ximo d¨ªa 13. Un atentado terrorista les colocar¨ªa en una posici¨®n de gran debilidad, sobre todo en ?lava y Vizcaya, hasta el extremo de echar por la borda todo el voto que haya conseguido arrastrar a EH.
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