Gesto vacuo

En v¨ªsperas de las elecciones legislativas italianas del pr¨®ximo d¨ªa 13, las acusaciones contra el magnate medi¨¢tico y l¨ªder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, por su antigua gesti¨®n en la cadena espa?ola Tele 5 adquieren una gravedad a?adida. Esas acusaciones no son nuevas -figuran en el sumario por delitos societarios, falsedad documental y fraude a la Hacienda p¨²blica que instruye el juez Garz¨®n e investiga la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n desde 1997-, pero recuerdan el riesgo de que alguien sobre el que pesan imputaciones judiciales de corrupci¨®n llegue a regir los destinos de un pa¨ªs democr¨¢tico.

A Espa?a debe preocuparle que si esa anomal¨ªa llega a producirse se deba, en buena medida, al turbio retraso del suplicatorio cursado por el juez Garz¨®n en junio pasado al Parlamento Europeo. El Gobierno no ha aclarado todav¨ªa por qu¨¦ estuvo perdido seis meses en alg¨²n despacho de la representaci¨®n permanente de Espa?a en la Uni¨®n Europea. Ahora, el Gobierno se ha mostrado diligente en la tramitaci¨®n del nuevo suplicatorio remitido por Garz¨®n al Parlamento italiano. Se trata, probablemente, de un gesto vacuo, de cara a la galer¨ªa, que apuesta por el triunfo electoral que las encuestas otorgan a la alianza Casa de las Libertades, que lidera Berlusconi. Si ¨¦ste se convierte en jefe del nuevo Gobierno salido de las urnas -con el apoyo de Umberto Bossi y Gianfranco Fini, que poco tienen que envidiar en xenofobia y antieurope¨ªsmo al partido del austriaco Haider-, la justicia quedar¨¢ burlada y el amigo de Aznar, al que ¨¦ste abri¨® las puertas del Partido Popular Europeo, habr¨¢ logrado zafarse de las acusaciones que se le hacen.

Las sospechas sobre la protecci¨®n brindada por el Gobierno de Aznar a Berlusconi no desaparecen con la normal tramitaci¨®n del suplicatorio cursado al Parlamento italiano. El hecho demuestra, en todo caso, que las dudas suscitadas sobre el procedimiento de los suplicatorios -argumento aducido por el Gobierno para justificar el bloqueo del que se curs¨® al Parlamento Europeo- son ficticias y que huelgan las consultas de distracci¨®n al Consejo de Estado. Como es l¨®gico, el conducto para comunicarse con instancias no nacionales no puede ser otro que los servicios diplom¨¢ticos del Estado. El Gobierno as¨ª lo ha entendido en el caso del nuevo suplicatorio remitido por el juez Garz¨®n. Habr¨ªa que aclarar, como solicita el fiscal anticorrupci¨®n, si desde alg¨²n despacho diplom¨¢tico espa?ol se ha obstruido la acci¨®n de la justicia con el prop¨®sito de echar una mano a Berlusconi en su campa?a electoral.