Del improbable aprendizaje del presidente
Esta vez por lo menos no ha enfadado a todo el mundo nuestro nuevo presidente norteamericano, George W. Bush. Antes de anunciar que va a olvidarse tambi¨¦n de la firma que estamp¨® Estados Unidos en el acuerdo sobre Sistemas Bal¨ªsticos Antimisiles (ABM), tuvo la deferencia de llamar a unos cuantos aliados europeos y al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para comunic¨¢rselo. En su lento aprendizaje del manual de la cortes¨ªa, parece haber ca¨ªdo en la cuenta de que a los dem¨¢s Estados les sienta mal enterarse por la prensa de decisiones unilaterales norteamericanas que les afectan, y mucho, como la de despreciar el Protocolo de Kioto o poner patas arriba el sistema mundial de seguridad sin proponer m¨¢s que abstrusas ideas perge?adas por su industria privada.
Que la reacci¨®n al anuncio de Bush decretando la muerte del Tratado ABM y la puesta en marcha de un proyecto de sistema antimisiles haya cosechado reacciones moderadas se debe en parte a ese gesto, pero tambi¨¦n a la certeza en Europa y en Mosc¨² de que las protestas ser¨ªan in¨²tiles. Bush ten¨ªa prometido este plan a los m¨¢ximos beneficiarios del mismo, no la seguridad de los norteamericanos, sino los receptores de los 60.000 millones de d¨®lares que -pronto ser¨¢n 200.000, se dice- se destinar¨¢n a un proyecto que nadie sabe c¨®mo, cu¨¢ndo y si acaso funcionar¨¢. Airados s¨®lo se muestran los chinos, a los que Bush ha logrado convencer de que les profesa una hostilidad que raya en la temeridad.
Europeos y rusos optan por limitar da?os. La Administraci¨®n norteamericana promete coordinaci¨®n. Dice Washington que escuchar¨¢ sus ideas y sugerencias. Nuevo alarde de cortes¨ªa. No se dude de que se escuchar¨¢n las opiniones europeas. D¨²dese mucho de los efectos de la atenci¨®n prestada. La decisi¨®n est¨¢ tomada; los contenidos, tambi¨¦n. Quiz¨¢s alguien pueda influir en el empaquetado ret¨®rico. Nadie espera m¨¢s. Se intuye que reaccionar ante un desafuero de Bush s¨®lo conduce a otro mayor.
La inmediatez parece ser la gran divisa de esta nueva Administraci¨®n, que considera las dudas europeas, la preocupaci¨®n rusa y el temor chino como debilidades ?o?as que se curan con el tiempo y los hechos consumados. Washington no entiende que el desprecio a los intereses ajenos genere malestar. Parece creer que es lo que se espera de EE UU y que llaman 'liderazgo', sea imponiendo su Asociaci¨®n de Libre Comercio Americano (ALCA) a los pa¨ªses latinoamericanos o enviando comisiones para comunicar lo decidido. En otras partes cabe la duda; en Washington, no.
En cambio, s¨ª cabe la confusi¨®n, como se ha demostrado con el pat¨¦tico resbal¨®n del anuncio de ruptura total de las relaciones militares con China, que tuvo que ser desmentido tres horas despu¨¦s. Resulta poco tranquilizador, si no escalofriante, el hecho de que el mando de la mayor potencia del mundo juegue con tanta ligereza con cosas que no son siquiera s¨®lo de comer.
Cuentan colaboradores del ex secretario de Estado James Baker que este otro tejano ilustre cre¨ªa que Alejandro Magno y Carlomagno eran padre e hijo. Puede que el actual inquilino de la Casa Blanca crea que eran hermanos. En todo caso, parece que en Washington el triunfalismo y las vacas gordas -que adelgazan- han hecho olvidar no ya la historia del mundo antes del Mayflower, sino el valor hist¨®rico de acuerdos de la posguerra, muy especialmente el ABM. Que ¨¦ste pueda y deba ser revisado 28 a?os despu¨¦s de firmado es probable. Pero ¨¦sta hasta ahora ¨²ltima guinda demostrativa de la forma y el talante desplegados por Bush en sus primeros cien d¨ªas nos auguran a?os de mucho sobresasalto. Esperemos que queden en eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Tratado ABM
- Opini¨®n
- Cumbre Kioto 1997
- Kioto
- Cumbre del clima
- Jap¨®n
- Tratado nuclear
- Misiles
- Protocolo Kioto
- Acuerdos internacionales
- Cumbres internacionales
- Tratados desarme
- Cmnucc
- Armas nucleares
- Rusia
- Relaciones internacionales
- Europa este
- Acuerdos ambientales
- Estados Unidos
- Cambio clim¨¢tico
- Armamento
- ONU
- Pol¨ªtica exterior
- Protecci¨®n ambiental
- Defensa