Las grandes empresas espa?olas repudian sus 'inversiones.com'
Las compa?¨ªas olvidan la apuesta financiera, pero mantienen la tecnol¨®gica
La prehistoria se sit¨²a a principios del a?o 2000. Las grandes compa?¨ªas espa?olas se presentaban entonces en los despachos de los consultores con decenas de proyectos, miles de millones de pesetas, y un ¨²nico objetivo: hacer negocios en la Red antes de que los hiciera la competencia, o 'ponme una e delante', como lo describe un consultor espa?ol. Cuando el entusiasmo burs¨¢til hacia las puntocom se enfri¨®, las grandes empresas espa?olas, especialmente los bancos, decidieron frenar sus aventuras financieras en Internet y dedicar un tiempo -al menos este a?o, pronostican los analistas- a tratar de comprender cu¨¢l ha sido el error que cometieron. El error, coinciden consultores y directores de e-business, es que las empresas han querido ir m¨¢s r¨¢pido, y llegar m¨¢s lejos, de lo que deb¨ªan y necesitaban, ya que han confundido nueva econom¨ªa con inversiones financieras en compa?¨ªas cuyo modelo de negocio no iba m¨¢s all¨¢ de un .com en el nombre.
El a?o pasado, las grandes compa?¨ªas preferieron invertir en 'puntoscom' que en sus proyectos internos de tecnolog¨ªa
Las hemerotecas son testigo de las fabulosas inversiones que prometieron las empresas espa?olas hace un a?o y medio, cuando Terra se hac¨ªa billonaria con su salida a Bolsa. Las constructoras, el¨¦ctricas y compa?¨ªas financieras fueron las m¨¢s activas en sus inversiones (ver cuadro), que en muchos casos no ten¨ªan ni la m¨¢s m¨ªnima relaci¨®n con su negocio tradicional: Acciona gastaba 1.333 millones de pesetas en el portal Golf Spain, FCC se dej¨® 1.300 millones en Netjuice, Uni¨®n Fenosa invirti¨® m¨¢s de 1.000 millones en Saludalia. 'Hubo una ¨¦poca de entusiasmo, a principios del a?o 2000', explica Ricardo Klatovsky, socio de PwC Consulting, 'donde las empresas quer¨ªan invertir en 10 o 15 proyectos a la vez. Y eso es dif¨ªcil de digerir, sean o no de Internet'.
Los grandes trazos de lo que ocurri¨® despu¨¦s ya se conocen. Las puntocom se han hundido en Bolsa. El negocio electr¨®nico espa?ol est¨¢ en pa?ales (mueve un 1% del total, seg¨²n Europemedia). S¨®lo un 28% de las empresas espa?olas realiza negocios por Internet, seg¨²n datos de PwC Consulting, y los grandes proyectos de la Red, como Ecuality y Teknoland, se han hundido porque se ha cortado el grifo.
Todos estos problemas han transformado el entusiasmo inicial por la diversificaci¨®n f¨¢cil en desconfianza hacias las puntocom. La mayor parte de las compa?¨ªas espa?olas reconoce haber frenado sus inversiones, y las que se han visto pilladas en quiebras y suspensiones de pagos, como Acciona o FCC en Ecuality, insisten en su 'inter¨¦s por las nuevas tecnolog¨ªas', sin concretarlo en Internet.
La desconfianza en inversiones externas no ha frenado, en todo caso, el inter¨¦s en la puesta en marcha de una transformaci¨®n interna. Iberdrola, por ejemplo, afirma que invertir¨¢ casi 60.000 millones de pesetas en cuatro a?os en la Red, y Sol Meli¨¢ sit¨²a esa cifra en 5.000 millones. 'Las grandes compa?¨ªas intentaron actuar r¨¢pidamente para ganar dinero', explica Jaan Bastiaans, director general de DareStep (divisi¨®n de Cap Gemini Ernst & Young). 'Ahora han llegado a la conclusi¨®n de que Internet significa fusionar su negocio en la Red con el tradicional, reducir costes y mejorar procesos'.
Proceso contrario
Y es que, curiosamente, la velocidad con la que la fama de Internet ha nacido, crecido y muerto ha provocado que la relaci¨®n de la empresa espa?ola con la Red haya sido la contraria a la que presupone la l¨®gica -conocimiento del mercado y del nuevo medio, transformaci¨®n interna e inversi¨®n externa-. Fuera de los micr¨®fonos, algunos gestores reconocen que parte del fracaso de las puntocom espa?olas se ha debido a que las grandes empresas han invertido en algo que no conoc¨ªan ni comprend¨ªan. 'Muchas compa?¨ªas', reflexiona Jos¨¦ Manuel Rey, socio e-business de Arthur Andersen, 'han intentado posicionarse en la Red mediante inversiones financieras, pero esto no es viable si no construyen estos proyectos en su propia empresa. La primera opci¨®n es la m¨¢s atractiva y vistosa, pero la segunda es obligada'.
El grado de madurez de las grandes empresas en Internet avanza, 'sin prisa, pero sin pausa', a?ade Rey. La mayor parte (88%) de las empresas utiliza ya la Red para mejorar sus procesos internos, y un 21% dice estar interactuando con clientes y proveedores en la Red, seg¨²n datos de Arthur Andersen. Y nadie renuncia a diversificarse v¨ªa Internet, cuando las cosas se calmen; de hecho, el 60% de las empresas deber¨¢ seguir invirtiendo si no quiere perder lo ganado, seg¨²n DareStep. '?ste es un buen momento para invertir', explica Enrique Azor¨ªn, director general de Uni¨®n Fenosa eBusiness, y coincide con otros gestores. 'Tenemos la lecci¨®n aprendida de que los negocios de la nueva econom¨ªa no significan dinero f¨¢cil y que se les debe exigir los mismos niveles de viabilidad que a los negocios tradicionales'. El camino es largo. Seg¨²n Arthur Andersen, y a pesar del ruido que ha hecho Internet, la gran empresa espa?ola s¨®lo ha invertido este a?o en la Red un 1,4% de lo que factur¨®.
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