La versi¨®n ¨ªntegra de 'Apocalypse now' redondea una cumbre del cine moderno
Francis Ford Coppola present¨® ayer su c¨¦lebre filme con 53 minutos de metraje a?adido
Una parte del portentoso grupo de artistas que -unas veces en estado de exaltaci¨®n, de trance, de borrachera an¨ªmica y no an¨ªmica, y otras de pura y simple desesperaci¨®n, de abatimiento y de resaca moral y f¨ªsica- filmaron, no en el coraz¨®n de Vietnam, como quer¨ªan, sino en un bosque tropical de las islas Filipinas, las 250 horas de celuloide donde, gota a gota, toma a toma, Francis Coppola ha exprimido a lo largo de un a?o las tres horas y 23 minutos de la duraci¨®n definitiva de su irrepetible obra maestra Apocalypse now, estuvieron ayer aqu¨ª. Fueron 238 d¨ªas de rodaje perturbador e incluso enloquecedor, llevado a cabo a saltos, con continuas alteraciones e interrupciones, entre el 1 de marzo de 1976 y el 21 de mayo de 1977. Coppola acab¨® su viaje a Filipinas con 40 kilos menos que cuando lo empez¨®.
'S¨ª, fue muy duro aquello', comenta lac¨®nicamente el cineasta, y mira a otro lado. Probablemente no quiere hablar o no quiere recordar 'aquello'. Est¨¢ en su conferencia de prensa tras la proyecci¨®n de la versi¨®n integral de Apocalypse now y no vino ayer con ¨¦l su protagonista, Martin Sheen, que casi muri¨® de infarto en uno de los turbulentos d¨ªas de vaciamiento de la imaginaci¨®n de aquel pu?ado de artistas de genio al borde de la desintegraci¨®n. Tampoco vino Marlon Brando, la estrella secreta del filme. 'Le llam¨¦ a su casa hace unos d¨ªas para invitarle a ver la pel¨ªcula', cuenta Coppola, 'pero no me contest¨®'. Brando lleva encerrado en su casa y tal vez en s¨ª mismo alg¨²n tiempo, sin apenas conexi¨®n exterior, dicen que sumergido en un devastador silencio.
Quienes s¨ª acompa?aron ayer a Coppola fueron el fot¨®grafo Vittorio Storaro y el montador Walter Murch, que tiene mucho que ver con que esta versi¨®n ampliada del filme est¨¦ en las pantallas. Coppola, desde que supo hace unos a?os que ten¨ªa poder de disposici¨®n sobre la pel¨ªcula, volvi¨® a verla. 'Recordaba', dice, 'con agrado su arranque y su parte final, pero el resto casi lo hab¨ªa olvidado o lo recordaba mal, porque lo asociaba a algo un poco cr¨ªptico, misterioso y complicado de entender. Pero me sorprendi¨®, al volverla a ver, que eso no era as¨ª, que la pel¨ªcula ten¨ªa misterio, pero tambi¨¦n claridad'. Llam¨® a su montador y le dijo que sin ¨¦l no habr¨ªa pel¨ªcula. Walter Murch acudi¨® a la llamada, y la hay.
Tambi¨¦n vino ayer aqu¨ª Aurore Cl¨¦ment, que protagoniz¨® la larga, casi 25 minutos, y hasta ayer desconocida, escena del encuentro de Martin Sheen, ya al borde de cruzar la frontera de la locura y el horror, con la patrulla armada de los ¨²ltimos colonos franceses de Vietnam. Es la primera vez que la actriz francesa se ve a s¨ª misma en Apocalypse now. Su escena fue arrancada de cuajo, pero ahora ha vuelto ¨ªntegra, y es bella, funcional, esencial.
Circul¨® el rumor durante el primer montaje del filme de que Coppola prescindi¨® de esta escena porque no le gustaba. Ahora lo desmiente con firmeza: 'No s¨¦ de d¨®nde procede ese disparate. Es falso. Me doli¨® mucho tener que cortar precisamente esa escena porque es parte de mi idea de la pel¨ªcula. Pero es esa escena la que m¨¢s quebraderos de cabeza me causaba debido a su larga duraci¨®n. Estaba forzado a reducir el metraje a costa de lo que fuese, era un compromiso financiero ineludible, y esa amputaci¨®n, aunque dolorosa, resolv¨ªa el atolladero'.
Flota en el aire, mientras Coppola explica a centenares de periodistas que se agolpan en la sala de prensa y en las docenas de terminales de televisi¨®n repartidas por el Palacio de la Croisette, una duda, un enigma, y alguien lo suelta, lo verbaliza: ?puede realmente modificarse una pel¨ªcula que ya est¨¢ fijada en la memoria colectiva? Coppola duda un instante antes de responder: 'La mayor¨ªa de las obras ya hechas es cierto que no pueden modificarse, que ya est¨¢n fijadas. Pero algunas s¨ª, porque los a?adidos en realidad no la modifican, sino que la hacen ser ella misma. Lo fijado en la primera versi¨®n de Apocalypse now sigue en realidad fijado en la segunda. Y lo que se a?ade en ¨¦sta no trastorna, porque no cambia, lo que el filme era, sino que lo ratifica y lo esclarece, porque permite tener un conocimiento m¨¢s completo, m¨¢s acabado de ¨¦l'.
Babelia
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