Cheikh L? canta en el Womad de C¨¢ceres 'Desde el coraz¨®n de ?frica'
El ¨¦xito del nuevo modelo del festival respalda su continuidad
El festival sali¨® ayer a la periferia. A un kil¨®metro del casco urbano, en el recinto h¨ªpico, los organizadores quisieron ubicar el concierto m¨¢s multitudinario. Cheikh Lo era la gran estrella del concierto Desde el coraz¨®n de ?frica. S¨®lo m¨²sicos de este continente en una propuesta musical sugerente. Insiste la organizaci¨®n del Womad en que en su filosof¨ªa no existe cabeza de cartel, pero Cheikh L? lo es.
Nacido en Burkina Fasso, asegura que 'no es un m¨²sico de reggae', aunque admite su admiraci¨®n y muchas horas de audici¨®n de Bob Marley y Peter Tosh. Seguidor de esa variante senegalesa del Islam que es Baye Fall, acumula un intenso mestizaje musical que exterioriza en sus actuaciones: desde la rumba zaire?a hasta el son cubano con reminiscencias de jazz y otras variantes. En C¨¢ceres estaba previsto que interpretara canciones de su nuevo ¨¢lbum, BambaGueej. Su actuaci¨®n en el Womad marcar¨¢ el inicio de su gira anual.
A ¨²ltima hora hubo dos bajas en el cartel anunciado. Motivos de fuerza mayor impidieron las actuaciones de Hukwe Zawose y Charwell Dutiro, que fueron reemplezados por el keniata Ayub Ogada y el grupo de Burkina Fasso, Badenya Les Fr¨¦res Coulibaly.
Hamid Baroudi puede ser el gran descubrimiento tras el concierto de anoche. Su presencia en los talleres de percusi¨®n vocal ha levantado una enorme expectaci¨®n. Argelino de nacimiento, reside actualmente en Alemania y est¨¢ considerado como uno de los l¨ªderes del cross-cultural, sonido multi¨¦tnico.
El grupo Tambores de Burundi estuvo tambi¨¦n a punto de no poder actuar en el Womad. La organizaci¨®n concert¨® su salida del pa¨ªs africano pocos d¨ªas antes de que se produjera un golpe de Estado. Tambores, danzas y c¨¢nticos que enganchan f¨¢cilmente al p¨²blico. Tananas son exponente del pop africano y mezclan folk, flamenco, jazz y ritmos de aquel continente. Su filosof¨ªa musical es especial: viven separados a cientos de kil¨®metros y s¨®lo una vez al a?o, durante un mes, se re¨²nen para intercambiar experiencias, ensayar y grabar.
Los cambios de este a?o en el modelo del festival han sido positivos, seg¨²n los organizadores. A pesar de desarrollarse entre semana, la afluencia de p¨²blico ha sido grande, sin desbordar las previsiones y la capacidad de los recintos, como en ediciones anteriores. El Womad parece salvado as¨ª de sus condena por un ¨¦xito que estuvo a punto de acabar con ¨¦l.
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