'Hab¨ªa un gran malestar latente en el colegio de abogados'
Javier Mart¨ªnez de San Vicente (Vitoria, 35 a?os) ha roto todos los pron¨®sticos y se ha convertido en el adalid del cambio y la renovaci¨®n en el Colegio de Abogados de ?lava. Las elecciones del jueves pasado le auparon al puesto de decano con 174 votos, 36 m¨¢s que la candidatura 'oficialista', dentro de una convocatoria que registr¨® una participaci¨®n del 52,5%, la m¨¢s alta de la historia de un colectivo profesional que cuenta con un total de 800 colegiados.
Despu¨¦s del rechazo de los presupuestos apadrinados por la anterior junta, circunstancia que les aboc¨® a la dimisi¨®n, la crisis y la provisionalidad se han adue?ado de un colegio que ha respaldado mayoritariamente las propuestas de austeridad en el gasto y modernidad que representan el nuevo dirigente y su equipo.
Pregunta. ?Muestran los resultados de estas elecciones que el rechazo de las cuentas encubr¨ªa un malestar mayor contra la junta saliente?
Respuesta. El malestar ha estado siempre ah¨ª de manera latente. Lo que pasa es que nunca se ha organizado la gente, y todo quedaba en comentarios realizados entre bastidores. Se hablaba del aumento del gasto del colegio, que ha pasado de ser de 30 millones de pesetas a 120 millones anuales en pocos a?os. Son cifras que hablan de una sobredimensi¨®n del presupuesto, y no s¨®lo por la compra de la nueva sede.
P. En su opini¨®n, ?qu¨¦ errores graves cometi¨® la Junta de Gobierno saliente?
R. La situaci¨®n era complicada. La eliminaci¨®n de la figura del bastanteo [una comisi¨®n que cobraban los letrados a sus clientes y que pasaba a las arcas del colegio] redujo los ingresos, que se han tenido que cubrir con el aumento de las cuotas. La paradoja es que, en vez de reducir el presupuesto ante ese problema de ingresos, lo aumentaron. Para ello, decidieron subir las cuotas anuales a los colegiados de 30.000 pesetas a 128.000.
P. Su modelo de financiaci¨®n pasa por la austeridad.
R. Pretendemos reducir el gasto con cuotas fijas ajustadas a un gasto moderado. Hay que negociar pagos m¨¢s largos para financiar la nueva sede y buscar nuevas v¨ªas de financiaci¨®n.
P. Usted representa a los j¨®venes letrados frente al establishment, ?teme presiones por parte de los dinosaurios de la abogac¨ªa local?
R. No, aunque sabemos que se nos va a controlar mucho. En cualquier caso, una buena gesti¨®n va a beneficiar a todos. Aunque se nos miraba por encima del hombro como diciendo ?a d¨®nde van esos chicos tan j¨®venes? la mayor¨ªa nos ha respaldado.
P. ?Cu¨¢les son las relaciones del colegio alav¨¦s con el Gobierno vasco?
R. No s¨¦ lo que se ha hecho hasta ahora, pero tanto el servicio de orientaci¨®n jur¨ªdica como el turno de oficio no pueden suponerle dinero al colegio cuando son servicios que presta la administraci¨®n. Si los ofrece el Gobierno vasco, adem¨¢s por medio de publicidad, que los pague. Es incomprensible que no hayan subido los salarios del turno de oficio en bastantes a?os. A ellos les supone 300 millones al a?o tal y como funciona actualmente. Pues bien, nosotros hicimos un estudio que se?alaba que organizar este turno por parte de la administraci¨®n, contratando a sus propios letrados, les costar¨ªa m¨¢s de 2.000 millones de pesetas.
P. ?Se ha puesto ya en contacto con sus hom¨®logos de Vizcaya y Guip¨²zcoa?
R. Lo haremos dentro del Consejo Vasco de la Abogac¨ªa, aunque nos separan cosas, especialmente de la junta de Vizcaya que ha apoyado abiertamente a la junta dimisionaria en los ¨²ltimos meses.
P. ?Ser decano de abogados en el Pa¨ªs Vasco tiene alguna connotaci¨®n distinta a ejercer en el resto de Espa?a?
R. No debe ser as¨ª, ya que el cargo no tiene ning¨²n componente pol¨ªtico. Somos gestores de un colectivo y el ambiente social lo vivimos igual que cualquier otro ciudadano.
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