La polarizaci¨®n se instala en el Ayuntamiento de un Almeida c¨®modo con su mayor¨ªa absoluta
El alcalde de Madrid, perdonado por su partido, termina su primer a?o sin necesitar apoyos de otros partidos sacando los presupuestos y con una oposici¨®n obligada constantemente a tratar temas de calado nacional
El ¨²ltimo pleno del Ayuntamiento de Madrid en 2023 termin¨® con la desagradable agresi¨®n del concejal de Vox, Javier Ortega Smith, que golpe¨® la botella de agua del Eduardo Fern¨¢ndez Rubi?o de M¨¢s Madrid. Sentado a pocos metros de ambos, el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, calific¨® la agresi¨®n de ¡°impresentable¡±, aunque pol¨ªticamente pudiera frotarse las manos al ver c¨®mo la oposici¨®n se sacaba los ojos entre s¨ª. Aunque algo m¨¢s sutil, el ¨²ltimo pleno de este 2024 termin¨® de forma parecida, con un Almeida a la ofensiva que en la misma sesi¨®n aprob¨® sin despeinarse los presupuestos del pr¨®ximo a?o y una moci¨®n de reprobaci¨®n contra la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, que tuvo que dedicar la mayor parte de su ¨²ltima intervenci¨®n frente a los periodistas a hablar de V¨ªctor de Aldama m¨¢s que a su proyecto de ciudad.
El primer a?o en el que Almeida ha gozado de mayor¨ªa absoluta termina con el alcalde marcando la agenda, sacando su segundo presupuesto, reprobando a la oposici¨®n y m¨¢s activo que nunca dentro de su partido, dos a?os despu¨¦s de haber tenido que dimitir como portavoz por su apoyo al defenestrado Pablo Casado.
Logrado el perd¨®n de Ayuso, que sigue midiendo cada aparici¨®n conjunta con el alcalde, Almeida ha optado por un papel m¨¢s activo en el que pr¨¢cticamente cada asunto municipal tiene una derivada nacional. Si le preguntan por los presupuestos dice que ¡°la diferencia con la Espa?a del fango y la corrupci¨®n de Pedro S¨¢nchez es que nosotros los hemos aprobado¡±. Si le preguntan por Rita Maestre alude a Errej¨®n, y si se trata de una propuesta de Maroto dice que antes debe aclarar su relaci¨®n con Aldama. En el Ayuntamiento de Madrid, este a?o se ha discutido sobre Venezuela, Donald Trump o el conflicto de Oriente Pr¨®ximo y Koldo, Bildu, Errej¨®n o Puigdemont, nombres habituales ya en el sal¨®n de plenos que discuten por pol¨ªticas que deben beneficiar a los madrile?os.
Con las cuentas p¨²blicas controladas, gestionar el Madrid de la abundancia, en el que entra m¨¢s dinero que nunca y se gasta m¨¢s dinero que nunca (el pr¨®ximo a?o un 5,7% m¨¢s que este 2024) Almeida, que presumi¨® en El Hormiguero de ser conocido entre sus amigos por ser capaz de dar un discurso de cualquier cosa, ¡°por absurda que sea¡±, como si estuviera opositando, est¨¢ c¨®modo en el escenario que m¨¢s disfruta, delegando en sus dos personas de m¨¢xima confianza, la vicealcaldesa Inma Sanz y el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, el d¨ªa a d¨ªa del Ayuntamiento.
En su balance del a?o, Almeida dibuj¨® un Madrid con ¡°ilusi¨®n¡± y ¡°ambici¨®n¡±, las dos palabras m¨¢s repetidas en el resumen que hizo el jueves de su gesti¨®n. ¡°Somos la locomotora de Espa?a sin decirle a las personas c¨®mo pensar o qu¨¦ opinar. Un lugar de prosperidad. Consolidaci¨®n de la ambici¨®n y la ilusi¨®n¡±, insisti¨®. En una de las hiperb¨®licas comparativas a las que se han acostumbrado el centro del pa¨ªs, dijo que Madrid tiene ¡°la mejor sociedad civil que hay en Espa?a¡±.
En la lista de logros, Almeida presumi¨® de un plan de fomento a la natalidad (con ayudas de 500 a 1.000 euros por hijo), del desbloqueo de la Operaci¨®n Campamento, la finalizaci¨®n de 900 viviendas de alquiler asequible, el soterramiento de la A-5 y la mejora del aire de la ciudad por quinto a?o consecutivo. A nivel ideol¨®gico, el a?o termina con un Almeida que se identifica con el discurso del Rey en su llamada a la moderaci¨®n y que reivindica el ¡°centro pol¨ªtico¡± a mitad de camino entre la izquierda que ¡°quiere prohibirlo todo¡± y el extremismo de Vox al que le da igual el aire que respiran los madrile?os. O lo que es lo mismo, todas las banderas ideol¨®gicas a su alcance: medio ambiente, natalidad, vivienda p¨²blica o infraestructuras.
Almeida ¡°vive en una burbuja de autocomplacencia y en un mundo alejado. Madrid es una ciudad llena de desigualdad, donde es imposible adquirir una vivienda¡±, critic¨® Emma L¨®pez, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento. ¡°Es imposible acceder a un piso en alquiler y la limpieza brilla por su ausencia¡±, dijo L¨®pez sobre un alcalde ¡°que no hace su trabajo¡± y se dedica a ejercer la peor oposici¨®n a Pedro S¨¢nchez¡±. Para Rita Maestre, de M¨¢s Madrid, Almeida, a quien describe como un alcalde ¡°ensimismado¡± que no existe ¡°fuera de la milla de oro¡±, vive alejado de los problemas de la gente para acceder a una vivienda. Ambos partidos han dedicado el grueso del a?o a criticar su gesti¨®n del turismo y sus distintas variables: tasa tur¨ªstica y mayor contundencia contra los pisos tur¨ªsticos, la tala de ¨¢rboles o el retorcido manejo de la ley de Memoria, como el arco de Moncloa, entre otras pol¨¦micas.
A la calma chicha en la que se mueve el alcalde contribuye una oposici¨®n que no ha pasado por su mejor a?o. El PSOE Madrile?o es un barco sin tim¨®n al que no le sienta bien el juego nacional. En la Comunidad de Madrid, ?scar L¨®pez, centrar¨¢ todos los focos del congreso regional que se celebrar¨¢ en febrero para reemplazar oficialmente a Juan Lobato, y ponerse al mando de un partido socialista dividido por la marcha abrupta del que hasta ahora era su l¨ªder. Mientras, sigue ejerciendo de ministro y trata de darse a conocer de hotel en hotel cada fin de semana. En el Ayuntamiento, Maroto va a estar marcada por el intercambio de WhatsApp con Aldama, al menos, durante el tiempo que dure la investigaci¨®n. En el caso de M¨¢s Madrid, la ¨²ltima vez que Maestre y M¨®nica Garc¨ªa, las caras m¨¢s visibles del partido en Madrid, salieron juntas en televisi¨®n fue para hablar durante casi dos horas del caso Errej¨®n. En el Vox madrile?o, tras la salida de Roc¨ªo Monasterio, todo el peso del partido recae en Javier Ortega Smith, que lo mismo aparece en el Congreso de los diputados, junto a los ultras de Ferraz o en el centro de Madrid pidiendo el fin de Madrid 360, su obsesi¨®n, a pesar del ¨¦xito ya demostrado del proyecto de Manuela Carmena heredado por Almeida.
A falta de contrapesos, las peores noticias para Almeida este a?o se las han dado los vecinos del Bernab¨¦u y dos ¨®rdenes judiciales contra los estacionamientos del estadio, por ser para uso y disfrute privado, y otra que le ha tumbado Madrid 360 por ¡°defectos de forma¡±, explic¨® el propio Carabante, pero que amenaza con obligarle a devolver m¨¢s de 300 millones de euros en multas. Mientras que las asociaciones vecinales tradicionales se encuentran con un muro para interactuar con las juntas de distrito, una asociaci¨®n con seis meses de vida, surgida en un caladero habitual de votos del alcalde, ha puesto contra las cuerdas el millonario negocio de los conciertos en el que se apuntala el Madrid del futuro como parque tem¨¢tico.
El nuevo Almeida, redimido y crecido, ha suplido la desconfianza que levantaba incluso entre los suyos, alternando los hachazos pol¨ªticos con un giro m¨¢s c¨®mico que no perdona una frase para inventar un chascarrillo o hablar de su vida de reci¨¦n casado. Igual que se define como ¡°latino¡± porque vive de comer de latas de conservas, califica de ¡°sanchazo¡± la nueva tasa de basuras de casi 140 euros que tendr¨¢n que pagar de media el pr¨®ximo a?o los madrile?os debido, en realidad, a una norma de Bruselas. ¡°He aprendido a vestirme a oscuras¡±, dijo sobre su vida en pareja despu¨¦s de que Pablo Motos le preguntara por Maz¨®n y por la Dana. Quedaban diez minutos de entrevista y el alcalde no pensaba desaprovecharlos.
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