Dos muertos al volcar un cami¨®n cargado de sustancias peligrosas

El accidente ocurri¨® a las seis de la madrugada en el kil¨®metro 30 de la carretera de Burgos, en los carriles de entrada a la capital. El veh¨ªculo proced¨ªa de la zona norte de la Pen¨ªnsula e iba cargado con diferentes sustancias t¨®xicas y peligrosas, que trasladaba a una empresa de Alcobendas para su tratamiento y almacenaje. El veh¨ªculo dispon¨ªa de todos los permisos reglamentarios, seg¨²n confirm¨® un portavoz de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT).

Por causas todav¨ªa no esclarecidas, el cami¨®n se sali¨® de la carretera y cay¨® por un peque?o terrapl¨¦n, lo que le hizo volcar. La fuerza del choque provoc¨® que la mujer saliera despedida a unos 10 metros. El joven conductor qued¨® atrapado entre los hierros del veh¨ªculo. Cuando lleg¨® una UVI m¨®vil del 061 del Insalud, la muchacha agonizaba y los intentos para reanimarla fueron vanos. Mientras, los bomberos intentaban desesperadamente abrirse paso entre el amasijo met¨¢lico en que qued¨® convertida la cabina para llegar hasta su novio, pero cuando lograron abrir un acceso comprobaron que estaba muerto. Los dos cuerpos fueron trasladados al Instituto Anat¨®mico Forense. Ambos j¨®venes eran naturales de Coslada.

El cami¨®n transportaba, entre otras sustancias, 3.000 kilogramos de trifluoretano, un gas inerte que puede resultar asfixiante en un lugar cerrado. Sin embargo, en contacto con el aire, se evapora. Tambi¨¦n llevaba nitrocelulosa, una materia s¨®lida muy inflamable y contaminante del agua; 35 botellas de nitr¨®geno puro; tres bidones de 200 litros cada uno con disolvente de pinturas, y amoniaco.

El director general de Calidad y Evaluaci¨®n Medioambiental, Ignacio L¨®pez-Galiacho, explic¨® que los bomberos, el personal de mantenimiento de la N-I y el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) actuaron de forma muy r¨¢pida para evitar que las sustancias t¨®xicas llegaran hasta el r¨ªo o se filtraran al terreno. Se coloc¨® un cord¨®n de sepiolita (material arenoso muy absorbente) para frenar el derrame de los l¨ªquidos hacia el agua. Tan s¨®lo parte del gas¨®leo del dep¨®sito del cami¨®n, destrozado por el siniestro, se verti¨® en la zona. Seg¨²n se?al¨® L¨®pez-Galiacho, la cantidad fue muy peque?a y no supone, en principio, riesgo medioambiental para la zona. ?ste suele filtrarse por el suelo sin mayores consecuencias. 'El principal problema fue que la carga del cami¨®n era muy variada y se mezclaban sustancias muy peligrosas como fl¨²or, cloro o amoniaco. Por eso ha habido que actuar con mucha rapidez', se?al¨® el director de Calidad y Evaluaci¨®n Medioambiental.

Una gr¨²a de grandes dimensiones levant¨® muy despacio al cami¨®n, ante el temor de que parte de su carga se desprendiera. Primero lo alej¨® del cauce del r¨ªo unos 10 metros. Despu¨¦s lo puso en pie y comenz¨® el trabajo de retirada de toda la carga. Agentes del Seprona tomaron muestras del agua del r¨ªo Guadalix, por encima y por debajo del lugar del accidente, para detectar si estaba contaminada por la rotura de una bombona de gas pesado. Tambi¨¦n comprobaron si se hab¨ªa concentrado alg¨²n gas en la atm¨®sfera. Los resultados se conocer¨¢n, seg¨²n se?alaron fuentes del instituto armado, la pr¨®xima semana.

El tr¨¢fico de la carretera de Burgos no se vio afectado en ning¨²n momento, seg¨²n la DGT.