EH obtiene sus peores resultados al perder la mitad de sus diputados

Euskal Herritarrok ha podido comprobar hasta qu¨¦ punto su estrategia de ruptura sin contemplaciones con el Estatuto de Gernika, apostando por un nuevo marco soberanista apoyada en la violencia de la organizaci¨®n terrorista ETA, le ha acarreado una debacle electoral que no hab¨ªa conocido hasta ahora, ni siquiera en su despegue como Herri Batasuna en los primeros a?os de la democracia, en los que lleg¨® a conseguir m¨¢s votos que ayer. Pese a estar adelantado en todos los sondeos electorales, el hundimiento de EH, no detectado tan directamente, se produjo por un trasvase directo a las filas del nacionalismo moderado, de la coalici¨®n PNV-EA.

Los resultados obtenidos ayer sit¨²an a la izquierda radical abertzale como pen¨²ltima fuerza pol¨ªtica, s¨®lo seguida por Izquierda Unida, y la retrotraen a los tiempos de la creaci¨®n de Herri Batasuna, en plena transici¨®n democr¨¢tica. Los casi 142.000 votos obtenidos ayer por EH est¨¢n por debajo de los 146.000 logrados hace 20 a?os.

Pero, adem¨¢s de perder esca?os, Euskal Herritarrok retrocedi¨® ayer en representaci¨®n, al obtener tan s¨®lo el 10,1% de los votos del electorado vasco, un porcentaje sin precedentes que le sit¨²an en los niveles m¨¢s ¨ªnfimos de toda su historia. Este retroceso ha sido patente en Guip¨²zcoa, el feudo tradicional de la izquierda radical, en donde Euskal Herritarrok perdi¨® ayer diez puntos de representaci¨®n y pas¨® de terner la primac¨ªa de los votos -con unos niveles de representaci¨®n que hace dos a?os alcanzaron casi el 25%- a ser la cuarta fuerza pol¨ªtica de la provincia m¨¢s nacionalista.

Niveles similares de hundimiento experiment¨® en el territorio de Vizcaya, donde pas¨® del 14,7% al 8% de la representaci¨®n, y en ?lava, en la que se hundi¨® ayer hasta el 6,1%.

Euskal Herritarrok contaba con seguir siendo una fuerza pol¨ªtica imprescindible para establecer las mayor¨ªas de gobierno en el Parlamento vasco. Pero esta condici¨®n de 'llave' de la gobernabilidad para decidir tanto el signo del gobierno como el del lehendakari tambi¨¦n la perdi¨® ayer la coalici¨®n abertzale. Y ¨¦sa era la esperanza que manten¨ªan los dirigentes de la coalici¨®n independentista para compensar su vaticinada p¨¦rdida de votos y seguir manteniendo el poder de la gobernabilidad del Parlamento vasco que han tenido hasta ahora.

Esto significar¨ªa la derrota pol¨ªtica m¨¢s evidente de Euskal Herritarrok y el principio de su fin, ya que toda su fuerza ha estado basada, a lo largo de los ¨²ltimos a?os, en su utilidad como fuerza pol¨ªtica imprescindible para establecer las mayor¨ªas de gobierno en el Parlamento vasco.

Pol¨ªticamente ya ha tenido que asumir otro coste muy elevado como ha sido la ruptura de la unidad de acci¨®n sindical ELA-LAB, sobre cuya base consolid¨® el posterior acuerdo pol¨ªtico entre las formaciones nacionalistas plasmado en Lizarra.