El joven novillero Luis Rubias roza la gloria

Para un joven novillero debutante en una plaza de primera la gloria es salir a hombros por la puerta grande.

A punto estuvo de conseguirlo Luis Rubias, que, a pesar de llevar muy pocas novilladas toreadas (debut¨® con caballos el 21 de junio del a?o 2000 en Alicante) ayer, en el ruedo de la plaza Monumental barcelonesa, pareci¨® ya algo m¨¢s que una promesa.

Es buen capotero, toreador con hondura con la muleta, tiene valor y la cabeza le funciona. ?Y por qu¨¦ s¨®lo roz¨® la gloria? Pues por su poco acierto con el estoque en su segundo, al que le ten¨ªa cortada una segunda oreja que, reglamenariamente, le hubiese permitido esa "gloria" que es salir por la puerta grande.

Ya en su primera faena, hab¨ªa toreado muy despacio, y conectando muy bien con el p¨²blico, a un buen novillo de la ganader¨ªa de Joselito, que se resisti¨® bravamente a doblar despu¨¦s de casi media estocada. El sexto de la tarde era un manso, con querencia a toriles, y tambi¨¦n a ¨¦l le hizo faena Luis Rubias, esta vez de mayor m¨¦rito, por la condici¨®n de su oponente, al que, con inteligencia, cambi¨® los terrenos para ver en cu¨¢l de ellos aceptaba, aunque fuese a rega?adientes, el muleteo, que fue muy torero y mand¨®n.

Pero, al final, dos pinchazos, estocada y descabello, hicieron que se esfumase la tan ansiada puerta grande.

Buenas maneras

Por su parte, el novillero Jos¨¦ Luis Trivi?o lance¨® con hondura a su primero y la faena, iniciada con un cambiado por la espalda en el platillo, mostr¨® muy buenas maneras, pero el novillo fue a menos y el brillo del muleteo tambi¨¦n, acabando de pinchazo y sereno con ¨¦l y despu¨¦s de una estacada corta ¨¦l mismo opt¨® por dar la vuelta al ruedo.

En cuanto al tercer espada,el mexicano Alejandro Amaya dio unas ver¨®nicas excepcional por el pit¨®n derecho a su primero de la tarde y con la muleta mostr¨® una gran clase, con temple, ligaz¨®n y mando, aunque tambi¨¦n con un punto de frialdad, acabando de una estocada desprendida.

El quinto, mansurr¨®n y muy soso, no permit¨ªa grandes cosas y Amaya, a pesar de alg¨²n templado y torero muletazo, estuvo en exceso conformista y no puso mucho empe?o en alcanzar un lucimiento que, ciertamente, no propiciaba el ejemplar de la ganader¨ªa de Mar¨ªn Arranz.