Renacer de las cenizas
Villamanta recupera su iglesia del siglo XVI y su retablo destruido por un incendio
Si uno quiere, ahora puede, en Villamanta, dar la vuelta a la iglesia. Puede recorrer el atrio, rodear los hermosos muros de ladrillo, asomarse a la bell¨ªsima barbacana de bolas herrerianas y contemplar, a los pies, el pueblo, ver c¨®mo ha crecido. Ahora, por la tarde, uno puede escuchar las golondrinas, o¨ªr en lo alto de la torre el clac, clac, clac de las cig¨¹e?as y pasear en torno a este templo del siglo XVI, tanto tiempo ahogado, oprimido por las distintas adherencias que durante siglos se fueron adosando a sus viejas paredes: la casa para el cura que tapaba la entrada principal, un cobertizo que se utiliz¨® como museo, escuela y almac¨¦n...
Ahora, M¨¢ximo P¨¦rez, 18 a?os de p¨¢rroco en Villamanta, un palentino empe?ado en recuperar lo que otros curas, menos escrupulosos o m¨¢s dejados, dejaron perder, dice que ha sido una obra complicada. En torno a cien millones de pesetas se han invertido en recuperar la belleza de una iglesia que es el orgullo de este pueblo, que se disputa con otros ser la antigua Mantua Carpetanorum. Dice que, sin la ayuda de la Comunidad, nunca se hubiera llevado a cabo, pero que sin el apoyo de los vecinos hubiera sido imposible ni siquiera intentarlo. 'Todos los alcaldes, de un color u otro, se han dejado la piel por la iglesia. Todos', asegura el p¨¢rroco. Desde el primero hasta el actual, Santiago Nuevo, del PP.
La iglesia de Santa Catalina fue declarada monumento art¨ªstico por Bellas Artes. Hace 15 a?os se inici¨® el proceso de recuperaci¨®n, con Jos¨¦ Miguel Rueda como director general de Patrimonio Cultural. Su sucesora, Mar¨ªa Victoria Mar¨ªn P¨¦rez, ha seguido -cuenta el p¨¢rroco- con el mismo inter¨¦s las obras. A la iglesia se le ha realizado un micropilotaje y se cimentaron los muros y las bell¨ªsimas columnas que sujetan el templo. Se han reconstruido los muros y contrafuertes y la cubierta ha vuelto a la teja ¨¢rabe, y se ha retirado la uralita puesta hace unos a?os. Se han colocado suelos nuevos y arreglado el artesonado. El coro, que hab¨ªa desaparecido, vuelve a ocupar su lugar en el recinto.
La parroquia sufri¨® la fiebre posconciliar, cuando los santos fueron retirados de sus hornacinas y los viejos retablos destruidos. Qued¨® la iglesia vac¨ªa y desnuda. Para mayor desastre, sufri¨® un incendio, hace m¨¢s de 25 a?os, que destruy¨® el retablo del altar mayor, del siglo XVIII. La hermosa talla del Cristo qued¨® ya para siempre con el nombre de Cristo de las Duchas, por la cantidad de agua que hubo de soportar. Peseta a peseta, los 1.500 habitantes del pueblo han ahorrado los 10 millones de pesetas que ha costado reconstruir el retablo.
Ahora, un cartel resume tanto esfuerzo: 'Retablo dedicado a Santa Catalina. Idea, direcci¨®n y decoraci¨®n: Core Meyer-Dohner. Carpinter¨ªa y montaje: Bautista Bullido Tapiador. Cuadros. Pintor: Francisco Torr¨®n Dur¨¢n. Arquitecto T¨¦cnico: Eusebio Enebral Mart¨ªn. Se construy¨® con donativos del pueblo de Villamanta'.
![La iglesia de Santa Catalina, en Villamanta, despu¨¦s de su remodelaci¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SUSXSLIFVRXEVRFAR7RBSOGV2I.jpg?auth=0805f39aaca3483c7afddb03c1cac9ab26e8a020b7ba7f02d0e3702a11412d5b&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.