El amo de Italia
Silvio Berlusconi ha ganado las elecciones por mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara de los Diputados y en el Senado. Una victoria clara, pese a las posibles sospechas por el escandaloso retraso en las votaciones y en el recuento, que desluce la capacidad de la sexta econom¨ªa del mundo. La noticia m¨¢s positiva es que uno de sus coaligados, la separatista y xen¨®foba Liga Norte, ha visto reducidos considerablemente sus votos respecto a cinco a?os atr¨¢s, y la otra fuerza aliada, la posfascista Alianza Nacional, ha perdido cuatro puntos.
Esta situaci¨®n no reduce el peligro que supone que llegue a la jefatura del Gobierno un pol¨ªtico como Berlusconi, que concentra un poder sin precedentes en una democracia y que ve a los ciudadanos como empleados de una Italia que considera como casa propia. Con m¨¢s de media docena de sumarios abiertos por diversos casos de corrupci¨®n, es el hombre m¨¢s rico de Italia, con capacidad, si se le antoja, de comprarlo casi todo. Desde el Gobierno sumar¨¢ ahora el control de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos a los privados, pues posee la totalidad de las cadenas privadas generalistas, aunque acabe vendi¨¦ndolas. Quedan pocos medios independientes en la Italia de Berlusconi.
?C¨®mo ha sido posible este resultado? Tras su breve paso por la Presidencia del Gobierno en 1994, Berlusconi se dedic¨® a construir su partido Forza Italia y a montar una coalici¨®n a su semejanza. La experiencia del centroizquierda ha fallado por sus divisiones internas pese a ¨¦xitos como la entrada de Italia en el euro. Ni siquiera ha sido capaz de hacer aprobar una ley que obligase a Berlusconi a optar ante lo que puede ser un conflicto de intereses evidente entre su fortuna privada y sus futuras actuaciones p¨²blicas. El Olivo ha sido una coalici¨®n demasiado variopinta, sometida a tensiones insuperables, que ha quemado a tres primeros ministros para acabar presentando a un cuarto candidato a las elecciones, Francesco Rutelli, con un mensaje d¨¦bil. La derecha ha concurrido con un programa duro contra la inmigraci¨®n ilegal y de rebaja de impuestos.
Para Europa, pese a las palabras tranquilizadoras de Berlusconi ayer, esta victoria resulta sumamente preocupante, por la situaci¨®n del magnate, y por sus aliados, que no desmerecen de Haider (en Austria) en lo referente a la xenofobia. Pero esta vez la UE no tomar¨¢ medidas, ya que Italia es uno de los pa¨ªses grandes y fundadores de la UE. Berlusconi constituye tambi¨¦n un riesgo por su intenci¨®n declarada de aumentar el d¨¦ficit p¨²blico italiano, en contra de los criterios de la Uni¨®n Monetaria, no por la v¨ªa de un aumento de los gastos, sino de una reducci¨®n de impuestos. En cuanto al Gobierno de Aznar, encontrar¨¢ un nuevo aliado de derechas en una UE dominada por el centroizquierda. Aznar est¨¢ en estos momentos falto de aliados en la UE, pero ¨¦ste, que le debe importantes favores, no es el mejor compa?ero de mesa. La entrada de Berlusconi en el Consejo Europeo traer¨¢ problemas, pues ni ¨¦l ni sus aliados son europe¨ªstas. S¨®lo permanece el presidente Ciampi, cuyo nombre utiliz¨® ayer Italia como credencial europea. Este pa¨ªs parece tener, finalmente, un gobierno estable, pero perturbador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.