El premio Nobel Gao Xingjian dice que escribir es aliviar la soledad
Tarde taurina en Las Ventas y velada flamenca en Casa Patas. El ¨²ltimo premio Nobel de Literatura, Gao Xingjian (Jangsu, 1940), empez¨® as¨ª su gira por Espa?a, el martes. Ayer, m¨¢s relajado, present¨® La monta?a del alma (Ediciones del Bronce), su primer libro publicado en castellano, que ya va por la tercera edici¨®n y que en Francia ha vendido 200.000 ejemplares.
Traje oscuro, camisa gris y corbata azul, Gao Xingjian no puede evitar moverse rodeado por un aluvi¨®n de c¨¢maras y periodistas. Al premio Nobel de Literatura le ha cambiado radicalmente la vida. Lleva ocho meses 'rodeado de un torbellino de medios y de preguntas' y no puede concentrarse para escribir. Pero eso no es lo peor, seg¨²n cont¨® ayer en perfecto franc¨¦s, este escritor de apariencia delicada y amable. 'Antes viv¨ªa en los m¨¢rgenes de la sociedad con un peque?o c¨ªrculo de amigos y eso es lo que realmente quiero recuperar'.
Xingjian, que se exili¨® a Francia en 1987, no es un reconvertido. Critica las condiciones en que se desarroll¨® su vida y su trabajo en China, donde 'el r¨¦gimen controla tanto al individuo como su pensamiento' y donde acab¨® convertido en un escritor 'escondido', pero no hace apolog¨ªa del capitalismo. Abomina tambi¨¦n de las leyes del mercado. 'Escribir no es publicar, sino expresar lo que llevas dentro y luchar contra la soledad'. De hecho, los editores rechazaron su libro porque era demasiado largo. 'Que se haya convertido en un best seller es un milagro', dijo. La monta?a del alma se public¨® en Francia en 1995 con ayuda de algunas instituciones p¨²blicas y ocurri¨® lo que muy pocos imaginaban: 'Un escritor chino contaba con el inter¨¦s del p¨²blico y de la cr¨ªtica'. Xingjian es prosista, traductor, pintor y dramaturgo y, seg¨²n cont¨®, no vive de los derechos de autor, sino de sus cuadros. Una antol¨®gica de sus obras pintadas en tinta china se expondr¨¢ en el Museo Reina Sof¨ªa en 2002.
El exilio necesario
Sobre los escritores que tienen que abandonar su pa¨ªs amenazados, Xingjian asegur¨® que es triste que, todav¨ªa en el siglo XXI, el exilio siga siendo necesario para evitar la muerte intelectual. 'La libre expresi¨®n de los intelectuales tiene demasiado peso'. Con respecto a los autores que mezclan pol¨ªtica y literatura, el autor de La otra orilla coment¨® que se trata de cosas distintas y que personalmente s¨®lo necesita libertad de expresi¨®n.
Los a?os de exilio ni le han cambiado ni han afectado a su trabajo. 'Siempre he querido huir de la realidad; ahora trabajo y publico libremente y eso en China no pod¨ªa hacerlo'. Su idea es que se vuelva a escribir como lo hac¨ªan los cl¨¢sicos, y no como hoy, que parece que estemos ante un fen¨®meno publicitario.
Xingjian comenz¨® a escribir y a pintar a los ocho a?os, inducido por su madre. 'Fui un ni?o enfermizo y con pocas habilidades f¨ªsicas. Mi primer libro de ficci¨®n fue un cuaderno donde escrib¨ª e ilustr¨¦ mis aventuras infantiles'.
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