Romasanta admite que autoriz¨® la 'operaci¨®n Torres'

Lo conoc¨ªa. Luis Romasanta, el interventor judicial del Atl¨¦tico, estuvo siempre al corriente de la operaci¨®n Torres, esa especie de pr¨¦stamo encubierto (450 millones de pesetas) del Valencia al Atl¨¦tico a cambio de los derechos federativos del juvenil de moda de los madrile?os. De hecho, la autoriz¨® cuando se produjo, en marzo. No lo notific¨® entonces a la Audiencia Nacional porque consider¨® que no estaba obligado a hacerlo. Pero ayer, tras comprobar el revuelo formado alrededor del caso, acudi¨® con toda la documentaci¨®n al juzgado.

Sin embargo, hay matices del acuerdo que Romasanta desconoce y que contribuyen a aumentar la confusi¨®n. Por ejemplo, el interventor no tiene constancia alguna del contrato de indemnizaci¨®n por el que el jugador se asegur¨® la cantidad de 2.600 millones para el caso de que acabara en el Valencia a partir del 1 de julio. Tal vez la familia Torres no lo sepa, pero sin el visto bueno del interventor ese documento no tiene validez.

M¨¢s. El director general del Atl¨¦tico, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn, asegur¨® el martes que su club ya hab¨ªa ejercido la opci¨®n de recompra de los derechos de Torres y que, por tanto, el jugador era de nuevo rojiblanco a todos los efectos. Sin embargo, Romasanta desconoce que los pagar¨¦s entregados por el Atl¨¦tico al Valencia, con vencimiento a finales de junio, hayan sido ya pagados o descontados.

Y la ¨²ltima. Tanto Jes¨²s Gil como su hijo Miguel ?ngel, en sus explicaciones tras conocerse el caso, han indicado que lo del traspaso de Torres era un eufemismo; que, en realidad, se trataba de un pr¨¦stamo para solucionar problemas de liquidez. Romasanta no considera la operaci¨®n un pr¨¦stamo, sino un traspaso.

Ayer, por iniciativa propia y ante las noticias aparecidas en diversos medios informativos, Romasanta detall¨® en el Juzgado Central n¨²mero 6 de la Audiencia Nacional, la que lleva el asunto de las cuentas del club madrile?o, los detalles de la operaci¨®n. Seg¨²n la interpretaci¨®n del auto de 11 de abril de 2000, por el que se sustituy¨® la administraci¨®n judicial del Atl¨¦tico por la intervenci¨®n, Romasanta ten¨ªa limitada sus obligaciones notificadoras a los pr¨¦stamos hipotecarios, la venta de terrenos, las relaciones con la financiera holandesa Van Door y las operaciones vinculadas con la familia Gil y con Enrique Cerezo, los accionistas mayoritarios del club. En las restantes bastaba con que ejerciera control.

Como interventor, Romasanta se encarg¨® de fiscalizar la operaci¨®n, firmada en marzo por Gil Mar¨ªn, Manuel Llorente, consejero del Valencia; el propio Torres, de 17 a?os, y su padre.

Cualquier otro acuerdo entre las partes que pudiera existir y que no haya pasado por la intervenci¨®n judicial carecer¨ªa de validez legal.