Despedida por casarse con un divorciado
Una profesora de religi¨®n denuncia al Obispado de Almer¨ªa
A Resurrecci¨®n Galera Navarro le han comunicado desde el Obispado de Almer¨ªa que debe abandonar inmediatamente -y en silencio- su puesto de trabajo como profesora de religi¨®n cat¨®lica en el colegio p¨²blico Ferrer Guardia, de Los Llanos de la Ca?ada (Almer¨ªa). Motivo: haberse casado por lo civil con un divorciado. 'Nos han llegado afirmaciones de que est¨¢s viviendo con un se?or casado. Es una situaci¨®n insostenible', le dijeron. La situaci¨®n laboral de la profesora Galera Navarro tiene movilizados a sus compa?eros del claustro, 26 profesores en total, de los que 17 son mujeres.
El delegado espiscopal de Ense?anza, el sacerdote Antonio Rueda, dijo estar 'sorprendido' por la noticia cuando el martes pasado EL PA?S pidi¨® su opini¨®n. 'Si se diera ese caso, yo tomar¨ªa otras medidas'. No obstante, reconoci¨® haber hablado con la profesora Galera. Declar¨® primero: 'He estado hablando con m¨¢s de un profesor, con muchos'. Finalmente, acept¨® haber llamado 'recientemente' a su despacho a la profesora de religi¨®n del colegio Ferrer Guardia. Antonio Rueda dijo: 'Entre otros, tambien a ella'.
'De haberlo sabido, habr¨ªamos seguido de novios. Yo en mi casa y ¨¦l en la suya. Hasta resolver los papeleos'
Resurrecci¨®n Galera Navarro, de 36 a?os, es creyente cat¨®lica. Y practicante. Adem¨¢s, es profesora de religi¨®n desde hace 7 a?os con el benepl¨¢cito -renovado cada a?o- del Obispado de Almer¨ªa. Pero en la primavera de 1999, la profesora Galera, soltera, conoci¨® a Johannes Romes, que entonces ten¨ªa 51 a?os. Se enamoraron. Un a?o despu¨¦s se casaban en el Juzgado de Paz de N¨ªjar. Romes es alem¨¢n (de Bad Neuenahr, cerca de Bonn), y lleva 12 a?os en Almer¨ªa. Va a nacionalizarse espa?ol y se gana la vida como traductor. A los 20 a?os se cas¨® por el rito cat¨®lico en su pa¨ªs, pero se divorci¨® en 1975 y est¨¢ a la espera de que el Obispado de Treveris le conceda la nulidad de aquel enlace matrimonial.
La profesora Galera confiesa que, de haberlo sabido, 'hubieran seguido de novios'. 'Yo, en mi casa; y ¨¦l, en la suya, hasta resolver los papeleos', dice. Pero decidi¨® formalizar las relaciones con Romes ante el Estado mientras se anulaba el primer matrimonio cat¨®lico del marido para poder casarse por la Iglesia. As¨ª se lo dictaba su conciencia cat¨®lica. No imagin¨® que esa decisi¨®n le iba a costar el trabajo y, lo que le resulta m¨¢s doloroso, la profesi¨®n de profesora de religi¨®n. Le han dicho que si no acepta ahora marcharse por las buenas, 'en la vida volver¨¢ a ser profesora de religi¨®n'.
'Ser profesora de religi¨®n es toda mi vida. Me considero una trabajadora de este centro y me gusta dar clase porque creo que tengo ciertos valores cristianos que transmitir a los ni?os', afirma. Era una jovenc¨ªsima graduada social en paro, despu¨¦s de rodar por trabajos eventuales en varios organismos oficiales, hasta que decidi¨® estudiar teolog¨ªa en el Instituto Teol¨®gico San Indalecio, en Almer¨ªa. Poco despu¨¦s, el Obispado le concedi¨® el DEI (Declaraci¨®n Eclesi¨¢stica de Idoneidad), explica con orgullo. Tambi¨¦n cuenta que viene de una familia 'muy creyente', ahora un poco escandalizada por lo que est¨¢ ocurriendo.
La pesadilla laboral empez¨® para Resurrecci¨®n Galera a principios de este mes, cuando una compa?era le comunic¨® que circulaban rumores sobre ellla. El qu¨¦ dir¨¢n de turno. Que si viv¨ªa con un casado, que si el cura del pueblo al que acababan de mudarse, N¨ªjar, hab¨ªa comentado el asunto en el Obispado porque una feligresa le hab¨ªa confesado su esc¨¢ndalo -'Esta... Mucha clase de religi¨®n, pero ni siquiera est¨¢ casada'-, que si eran ya varios los profesores de la misma materia que hab¨ªan expresado su enojo.
'Habladur¨ªas, como tantas otras veces', pens¨® la profesora. Pero poco m¨¢s tarde, seg¨²n el relato que Resurrecci¨®n Galera hace por escrito a EL PA?S, fue llamada a cap¨ªtulo hasta terminar, el pasado d¨ªa 8, en el despacho del delegado diocesano de Ense?anza. La propuesta que se le hizo all¨ª, dice, es que abandonase sus clases 'ahora mismo' y que, si aceptaba, cuando normalizara la situaci¨®n matrimonial, ser¨ªa contratada para dar clases en alg¨²n otro colegio de la provincia. Llegaron a redactar el escrito de renuncia en su presencia, para que lo firmase.
Rechaz¨® la oferta. Por ella misma y porque le parec¨ªa inhumano dejar a los ni?os sin terminar el curso. Otro tanto piensan sus compa?eros de claustro en un colegio que -no por casualidad- lleva el nombre de Francisco Ferrer Guardia, el famoso pedagogo ejecutado por la reacci¨®n en Barcelona tras la Semana Tr¨¢gica de 1909.
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