Un impuesto que descansa en las rentas del trabajo
La experiencia de la ¨²ltima reforma fiscal ha terminado por dar la raz¨®n a quienes pensaban que bajar impuestos no significa, necesariamente, tener p¨¦rdidas de recaudaci¨®n. Los socialistas hicieron de ¨¦sta una de sus principales cr¨ªticas a la iniciativa del Gobierno del PP por entender que llevar¨ªa a recortes sociales y ahora admiten que puede no ser as¨ª.
En aquel momento, el ¨²ltimo a?o de la pasada legislatura, el PSOE estaba en plena bicefalia pol¨ªtica (Borrell versus Almunia) y hubo muchos titubeos y contradicciones respecto de si hab¨ªa que apoyar o no la rebaja del IRPF. Las dudas se resolvieron despu¨¦s, cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue elegido secretario general del PSOE y dijo: 'Bajar impuestos es de izquierdas'.
El actual IRPF recae sobre todo en las rentas del trabajo (casi el 80% de las rentas declaradas provienen de esta fuente de ingresos) y, por tanto, es progresista reducir el impuesto para la amplia mayor¨ªa de trabajadores. ?ste es el argumento que emplea el PSOE para explicar su cambio de postura.
Cuesti¨®n m¨¢s problem¨¢tica es c¨®mo y cu¨¢ndo se hace esa rebaja. El PSOE prepara su propuesta para oponerla a la segunda reforma fiscal que prepara el Gobierno -los trabajos empezar¨¢n el a?o pr¨®ximo- pero el debate no ser¨¢ el mismo si el ciclo econ¨®mico est¨¢ a favor o en contra. El propio Gobierno ha condicionado su oferta a que se mantenga el equilibrio presupuestario.
En cuanto al c¨®mo, el PSOE quiere jugar la baza de que su propuesta de tipo ¨²nico para el IRPF es m¨¢s modernizadora, pero habr¨¢ de convencer a su electorado de que la progresividad no queda da?ada.
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