?Bacterias en los genes del ser humano?

Uno de los datos m¨¢s llamativos de los que present¨® en febrero el consorcio p¨²blico del genoma humano, y no s¨®lo por sus implicaciones estrictamente cient¨ªficas, era que 223 de los 30.000 genes humanos parec¨ªan tener un origen bacteriano relativamente reciente. Es decir, que parec¨ªan haber sido adquiridos, en alg¨²n momento de la evoluci¨®n de los vertebrados, por transmisi¨®n horizontal (y no por la habitual l¨ªnea de descencencia, o transmisi¨®n vertical). Los cient¨ªficos del Instituto para la Investigaci¨®n Gen¨®mica de Rockville (EE UU), fundado por Craig Venter, han puesto ahora en duda aquella conclusi¨®n (Science, 18 de mayo).

El argumento del consorcio p¨²blico era que esos 223 genes se parec¨ªan mucho a otros tantos genes bacterianos y no exist¨ªan en las otras dos especies animales cuyo genoma se ha secuenciado hasta la fecha: la mosca Drosophila y el gusano Caenorhabditis. Parec¨ªa probable, por lo tanto, que los genes hubieran sido adquiridos de las bacterias por alg¨²n antiguo vertebrado (el grupo al que pertenece el ser humano), y no por los antiguos artr¨®podos (el grupo de la mosca) ni por los nematodos (el grupo del gusano). Despu¨¦s, los 223 genes bacterianos se habr¨ªan heredado del habitual modo vertical en todo el linaje de los vertebrados.

El director de bioinform¨¢tica del Instituto para la Investigaci¨®n Gen¨®mica, Steven Salzberg, ha comprobado ahora que, aunque es cierto que los 223 genes no aparecen en moscas ni gusanos, muchos de ellos s¨ª est¨¢n en otros organismos complejos. Por ejemplo, una veintena de ellos aparecen en las medusas. Tras haber buscado los genes no s¨®lo en los animales cuyo genoma ha sido completado, sino tambi¨¦n en aqu¨¦llos para los que s¨®lo se dispone de secuencias parciales, Salzberg ha encontrado ya 182 de los 223 supuestos genes bacterianos. Y cree que encontrar el resto es s¨®lo cuesti¨®n de esperar a que se vayan secuenciando m¨¢s especies.

En vista de todo ello, la hip¨®tesis que defiende Salzberg es que los 223 genes no han sido adquiridos por ning¨²n tipo de transmisi¨®n horizontal, sino por los mismos mecanismos de descendencia que cualquier otro gen. Y que, sencillamente, se han perdido en moscas y gusanos.