Los laboristas sacan partido de la desaforada irrupci¨®n de Thatcher contra el euro y la UE

La intervenci¨®n, la noche del martes, de Margaret Thatcher en un mitin en apoyo de William Hague, el l¨ªder conservador, se torn¨® ayer en una baza favorable para los laboristas. La dama de hierro reiter¨® en Plymouth, al oeste del pa¨ªs, que 'nunca estar¨¢ preparada' para adoptar la moneda ¨²nica. Era su primera aparici¨®n en p¨²blico en la campa?a electoral y una ocasi¨®n que festej¨® con iron¨ªa -aunque con escaso humor en la entonaci¨®n- apropi¨¢ndose del t¨ªtulo de la pel¨ªcula, El regreso de la momia, en las frases iniciales de su discurso.

La referencia se inclu¨ªa en el texto aprobado por el equipo de Hague, pero, fiel a su car¨¢cter, la ex primera ministra se excedi¨® de la l¨ªnea oficial conservadora respecto al euro. La postura del l¨ªder s¨®lo contempla el rechazo de la moneda ¨²nica durante la pr¨®xima legislatura, es decir hasta 2005 o 2006. Durante estos pr¨®ximos cinco a?os, se?alan sus panfletos electorales, la 'libra quedar¨¢ a salvo' con los tories.

Pronunci¨¢ndose por un 'nunca' al euro, Thatcher puso palabras al deseo de un creciente n¨²mero de candidatos y militantes conservadores. En virtud a la disciplina de partido, estos mismos candidatos deben ajustarse al calendario oficial y s¨®lo pueden aspirar en p¨²blico a preservar la libra. Es la concesi¨®n que les ha ofrecido Hague para evitar la rebeli¨®n que anul¨® cualquier esperanza de victoria de su antecesor, John Major, en la contienda de 1997.

'La divisi¨®n define al Partido Conservador', alert¨® ayer Gordon Brown, ministro laborista de Finanzas, tras enumerar a unos 80 candidatos tories que se desv¨ªan de la l¨ªnea oficial. El intencionado respaldo de Thatcher al l¨ªder de su partido se convirti¨® en una declaraci¨®n de lo obvio. Entre los conservadores hay dos tendencias enfrentadas por el euro: la del 'ahora no' y la del 'nunca jam¨¢s'. El programa neolaborista desvela tambi¨¦n dosis de ambig¨¹edad en este apartado. Defiende un 'en principio' para el euro, pero no fija la fecha de la toma de decisi¨®n, basada en argumentos en apariencia exclusivamente econ¨®micos. La ¨²ltima palabra la tendr¨¢n los brit¨¢nicos en un futuro refer¨¦ndum.

Anticip¨¢ndose a la pol¨¦mica, Hague atac¨® ayer a los laboristas en el ¨¢rea de fiscalidad con la ayuda de un documento de trabajo de la Comisi¨®n Europea. Un segundo Gobierno laborista, advirti¨®, perder¨¢ el poder de fijar los impuestos merced a la armonizaci¨®n de la carga fiscal en Europa que persiguen algunos Estados miembros. Las prioridades en materia fiscal, dijo por su parte Michael Portillo, portavoz tory de finanzas, 'son explosivas'. Robin Cook, ministro laborista de Exteriores, record¨® mientras tanto que Londres preserv¨® el derecho de veto en materia fiscal durante la cumbre de Niza.

Horas m¨¢s tarde, el contenido de dicho documento se desvel¨® menos explosivo que la interpretaci¨®n de los tories. Admite que 'un incremento en la coordinaci¨®n fiscal ayudar¨ªa a los Estados miembros a alcanzar sus objetivos' y defiende el voto por mayor¨ªa en algunas cuestiones relacionadas con los impuestos. 'Pero', contin¨²a el texto de la Comisi¨®n, 'mientras una amplia medida de armonizaci¨®n es necesaria en IVA, alcohol y tabaco, en otros campos fiscales la coordinaci¨®n no implica armonizaci¨®n fiscal. Un grado razonable de competitividad fiscal dentro de la UE es saludable y debe permitirse'.

Armonizaci¨®n fiscal

En la contienda desatada entre los partidos brit¨¢nicos intervino finalmente el eurocomisario Frits Bolkestein, responsable de la expansi¨®n del mercado ¨²nico. 'No tengo ning¨²n deseo de intervenir en la batalla electoral brit¨¢nica', se?al¨® desde Bruselas, 'pero me gustar¨ªa dejar en claro que yo no soy partidario, y nunca lo ser¨¦, de la armonizaci¨®n del impuesto sobre la renta. Mientras tenga responsabilidad en esta ¨¢rea, la armonizaci¨®n del impuesto directo sobre la renta est¨¢ descartada'.

El desnivel de los impuestos indirectos en algunos productos de gran consumo acarrea graves consecuencias en el Reino Unido. El alto precio que se paga en la isla con respecto al resto de Europa ha llevado a la proliferaci¨®n del contrabando a gran escala de cerveza, vino, cigarrillos y tabaco. Y perjudica a la industria y distribuidores aut¨®ctonos hasta el punto de que en los dos ¨²ltimos presupuestos, el autom¨¢tico aumento de la fiscalidad del alcohol y tabaco qued¨® por primera vez excluido de los planes gubernamentales.