La deserci¨®n de un senador har¨¢ perder a los republicanos la mayor¨ªa en el Senado
James Jeffords discrepa del programa conservador de George Bush
La previsible defecci¨®n de James Jeffords puede hacer al Partido Republicano de George Bush perder su mayor¨ªa en el Senado de EE UU. Jeffords, senador por el peque?o Estado de Vermont, que considera demasiado escorada a la derecha la pol¨ªtica del presidente George Bush, planeaba proclamar ayer en Washington su abandono de las filas republicanas y su conversi¨®n en independiente. Pero aplaz¨® el anuncio hasta hoy. De confirmarse este paso, el Partido Dem¨®crata disfrutar¨ªa de la mayor¨ªa en la C¨¢mara alta, por primera vez desde 1994, y la agenda legislativa conservadora de Bush sufrir¨ªa un terrible traspi¨¦s.
El martes, Bush intent¨® convencer a Jeffords para que no d¨¦ un paso que alterar¨¢ sustancialmente el equilibrio de poder. Pero el senador por Vermont pensaba ayer que no puede seguir m¨¢s tiempo en las mayoritariamente conservadoras filas del partido que tiene como mascota un elefante.
?ste es un nuevo episodio de las elecciones de 2000, las m¨¢s largas, costosas, controvertidas y empatadas de la historia estadounidense. Pese a haber perdido en el conjunto del voto nacional frente a Gore, Bush conquist¨® la Casa Blanca por su corta y discutida victoria en Florida. Ese equilibrio de fuerzas se reflej¨® en la composici¨®n del Senado, que qued¨® dividido exactamente en la mitad: 50 republicanos y otros tantos dem¨®cratas.
Desde el pasado enero, los correligionarios de Bush ostentan la mayor¨ªa en la C¨¢mara alta, merced al voto de calidad que, en situaciones de empate, ejerce por mandato constitucional el vicepresidente Cheney. Pero si Jeffords confirma hoy su transfuguismo, el Senado contar¨ªa con 50 dem¨®cratas, 49 republicanos y el independiente representante de Vermont. El partido de Clinton y Gore se convertir¨ªa en mayoritario en la C¨¢mara alta. El dem¨®crata Tom Daschle ascender¨ªa a la condici¨®n de l¨ªder del Senado y los dem¨®cratas ostentar¨ªan la presidencia de las comisiones y, lo m¨¢s decisivo, ejercer¨ªan el poder sobre la agenda de la C¨¢mara alta.
Ser¨¢n ellos los que decidir¨ªan qu¨¦ proyectos de ley son tramitados y el cu¨¢ndo y el c¨®mo. El programa legislativo de Bush puede quedar as¨ª a merced de sus rivales pol¨ªticos, como le ocurri¨® a Clinton en los seis ¨²ltimos a?os de su presidencia, en los que los republicanos ostentaron la mayor¨ªa en los dos organismos del Congreso de EE UU: la C¨¢mara de Representantes y el Senado.
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