Scianna presenta las fotograf¨ªas con las que busca las formas 'en el caos de la existencia'

Nacido en Sicilia en 1943, Scianna es un torrente verbal cuyo discurso, salpicado de continuas referencias a los te¨®ricos de la fotograf¨ªa y de la semi¨®tica, contagia el entusiasmo del fot¨®grafo y te¨®rico para quien el m¨¢s grande de todos es su amigo Henri Cartier-Bresson. A los 20 a?os conoci¨® al escritor Leonardo Sciasca y realiz¨® con ¨¦l un libro sobre las fiestas religiosas de su isla natal. Desde entonces no ha cesado de 'contar el mundo', salvando incluso 'el sentido de culpabilidad' y dedicando parte de su trabajo desde 1987 al mundo de la publicidad y de la moda. Todo ello se puede ver en el exposici¨®n que significativamente recibe el t¨ªtulo de Las formas del caos, comisariada por Carolina Mart¨ªnez, y que previamente se ha visto en Alicante. La muestra repasa 35 a?os de trayectoria fotogr¨¢fica.

Se podr¨ªa decir que la fotograf¨ªa es su obsesi¨®n, si no fuera porque, como se?al¨® ayer, las obsesiones 'siempre tienen que ser subliminales, inconscientes'. A esta conclusi¨®n lleg¨® cuando revisando sus contactos descubri¨® sorprendido su 'obsesi¨®n' por retratar a gente mientras dorm¨ªa. Despu¨¦s, conscientemente, buscaba a gente durmiendo, pero entonces las fotos sal¨ªan mal. 'Eran muy malas', dijo.

De hecho, para sacar una foto buena hay que hacer miles de fotos malas, lo que lleva a un fen¨®meno fotogr¨¢fico 'inflacionista'. La mayor¨ªa son 'horrorosas', apostill¨® tras se?alar que habr¨¢ hecho durante su vida en torno a un mill¨®n de fotograf¨ªas. Cartier-Bresson dice haber hecho s¨®lo 50 fotos buenas. 'Aunque yo creo que ha hecho m¨¢s de 200', apostill¨® siempre sin perder el humor.

Una prueba de su predicamento es el gran n¨²mero de peticiones para asistir al curso que imparte este fin de semana. Su exposici¨®n se clausura el 27 de junio.