'Met¨ª a Piqu¨¦ en el sondeo porque tiene cierto calor sociol¨®gico'
Ricardo Montoro lleva un a?o como presidente del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, dependiente del Ministerio de Presidencia. Montoro, hermano del ministro de Hacienda, se defendi¨® ayer en una entrevista por tel¨¦fono con este peri¨®dico de las acusaciones de la oposici¨®n por los dos ¨²ltimos sondeos del CIS (Euskadi y Catalu?a).
Pregunta. El CIS est¨¢ en el centro de la pol¨¦mica, y aunque desde distintos ¨¢mbitos se le culpa de esos errores, usted no ha dado ninguna explicaci¨®n.
Respuesta. Mi silencio procede de que en ambos casos hab¨ªa tenido una actitud normal, porque eran encuestas normales y previstas, aunque entiendo que se trata de temas muy sensibles.
P. ?Qui¨¦n tom¨® la decisi¨®n de hacer esos sondeos y cu¨¢ndo?
'La cr¨ªtica de Rajoy sobre el sondeo de Euskadi es la mejor demostraci¨®n de que el Gobierno no influye en el CIS'
R. La planificaci¨®n se decidi¨® en diciembre del a?o pasado y entonces yo resuelvo que en 2001 hay que hacer ocho estudios pol¨ªticos de los 41 totales a efectuar: los cuatro bar¨®metros trimestrales fijos, dos electorales m¨¢s o menos fijos (Galicia y Euskadi) y otros dos de situaciones sociales y pol¨ªticas (Euskadi y Catalu?a).
P. ?El de Catalu?a, por qu¨¦, si todav¨ªa faltan m¨¢s de dos a?os para las pr¨®ximas elecciones?
R. Este tipo de productos son cl¨¢sicos y muy bonitos desde el punto de vista de conocimiento cient¨ªfico, en comunidades con varias lenguas y una identidad nacional. En Catalu?a se han hecho 20 estudios similares desde 1985. ?ste es el 21 y no se hac¨ªa desde hac¨ªa seis a?os. Estamos a mitad de legislatura y era un buen momento.
P. ?Pero por qu¨¦ se incluye, por ejemplo, una pregunta sobre los escenarios pol¨ªticos en Catalu?a despu¨¦s de una hipot¨¦tica ruptura de CiU? ?Parece que es para hurgar en la herida?
R. El proceso de elaboraci¨®n de las preguntas de los sondeos es largo e intervienen varias personas. El CIS va a hacer en 2001 un total de 41 encuestas. El presidente puede redactar e incluir en los sondeos algunas preguntas, aunque yo ahora no ser¨ªa capaz de decir cu¨¢les introduje yo, pero en cualquier caso tengo que asumir la responsabilidad sobre todas. Sobre la cuesti¨®n de la ruptura de CiU tengo que decir que las preguntas pol¨ªticas se pueden entender de forma muy variada y el tono es muy importante. Somos profesionales y tenemos que hacer frente a este tipo de situaciones, aunque siempre procuramos dise?ar las preguntas para que no sean ofensivas.
P. No es muy oportuno preguntar por la posible continuidad de Pujol cuando ¨¦ste ya ha confirmado que se va o por las preferencias entre Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida cuando CiU ya ha resuelto que el sucesor sea Mas.
R. En aquellos momentos hab¨ªa un debate en CiU sobre Pujol, Mas y Duran y decidimos obviamente abordarlo, con m¨¢s o menos fortuna. Porque en caso contrario tambi¨¦n cabr¨ªa preguntarse por qu¨¦ no quer¨ªamos abordarlo.
P. ?Y qui¨¦n decide preguntar por Piqu¨¦ y en calidad de qu¨¦?
R. Con naturalidad. Ese Piqu¨¦ no es el ministro de Asuntos Exteriores. Vimos antecedentes, estudiamos las cosas que pasan y buscamos lo que hacen otras empresas demosc¨®picas como referencia. El CIS ya no tiene el monopolio de las encuestas. La Generalitat, el PSC, los medios de comunicaci¨®n hab¨ªan introducido a Piqu¨¦ entre los l¨ªderes pol¨ªticos catalanes. Y en nuestro caso no hay ninguna connotaci¨®n gubernamental porque ha salido el ¨²ltimo clasificado y eso ya responde. S¨®lo quer¨ªamos captar lo m¨¢s vigente, con mayor o menor fortuna. La selecci¨®n sobre los liderazgos siempre plantea problemas, pero en ese momento Piqu¨¦ ten¨ªa cierto calor sociol¨®gico. Estos temas siempre provocan m¨¢s sensibilidades en qui¨¦n no est¨¢ que por qui¨¦n aparece.
P. Toda la oposici¨®n ha acusado al Gobierno en ambos casos de manipular el CIS en su provecho y hay quien sostiene que usted recibe instrucciones de La Moncloa y de Pedro Arriola, el sociol¨®go asesor de Aznar.
R. No ha habido manipulaci¨®n entre otras cosas porque no ha habido beneficio ninguno. Y adem¨¢s siempre hay cosas que no le gustan al Gobierno, pero hasta ahora nunca me han hecho indicaciones de preguntas o sugerencias. El CIS mantiene la distancia y s¨®lo depende del Gobierno administrativamente. Yo s¨®lo despacho en La Moncloa en los contactos habituales como presidente de un organismo aut¨®nomo con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y con el ministro de Presidencia, pero niego las injerencias de Arriola. En el CIS no caben las presiones, la ley es estricta. Para qu¨¦ presionar si no sirve de nada.
P. ?Tampoco acepta ning¨²n error con el sondeo electoral sobre Euskadi que no se pudo presentar p¨²blicamente?
R. Cumplimos los plazos previos que marca la ley y nos sobraron cinco d¨ªas.
P. Pero la opini¨®n p¨²blica estuvo a punto de no conocer esos datos porque se registraron en el Congreso cuatro d¨ªas antes del cierre de la campa?a, cuando la ley proh¨ªbe su difusi¨®n.
R. La ley especifica bien un periodo m¨¢ximo de tres meses para dar a conocer a los ciudadanos el balance final de los datos de esas encuestas. En ese caso del sondeo vasco, a¨²n seguimos trabajando. Sobre los datos del avance, la ley precisa 15 d¨ªas para darlos a conocer desde la fecha de grabaci¨®n, que se cumpl¨ªan el 13 de mayo, y los presentamos el 8 de mayo.
P. Pero entonces hubo un fallo de programaci¨®n al solaparse esa presentaci¨®n con la prohibici¨®n de su difusi¨®n por la ley electoral.
R. La historia cronol¨®gica la contar¨¦ en mi comparecencia en el Congreso del d¨ªa 19 de junio. Pero en diciembre, cuando hicimos nuestras previsiones, pensamos que las elecciones vascas ser¨ªan en el ¨²ltimo trimestre del a?o, por lo que nos cab¨ªa antes un estudio sociol¨®gico y pol¨ªtico sobre Euskadi. Luego lleg¨® el anuncio de la convocatoria electoral del lehendakari Ibarretxe con tanto tiempo de margen sobre la disoluci¨®n del Parlamento y nos vimos atrapados entre la obligaci¨®n de hacer el sondeo preelectoral y un mes de abril terror¨ªfico de d¨ªas festivos y Semana Santa. Eso me oblig¨® a buscar fechas y tom¨¦ la decisi¨®n de hacer el trabajo de campo electoral entre el 17 y el 25 de abril. Corrimos todo lo que pudimos. Me hubiese gustado llegar a tiempo, pero en esta casa hay una serie de exigencias legales en cuanto a plazos que no tienen las firmas privadas.
P. ?Ha presentado su dimisi¨®n o se la han pedido?
R. Ni me la han pedido ni la he presentado porque uno s¨®lo dimite si ha cometido un error o ha hecho algo mal deliberadamente.
P. Pero hasta Rajoy le critic¨® al decir que le hubiese gustado que se presentara a tiempo ese sondeo.
R. No puede haber mejor demostraci¨®n de que el Gobierno no influye en el CIS.
P. ?La oposici¨®n le acusa de ser presidente del CIS porque su hermano es ministro de Hacienda?
R. Sab¨ªa que iban a hacer esa acusaci¨®n antes de estar y yo s¨¦ que tengo atributos para este cargo. Tengo 25 a?os de experiencia. Soy soci¨®logo y catedr¨¢tico con 30 investigaciones y plaza propia en la Universidad Aut¨®noma.
P. ?Es posible que Rajoy le nombrase porque alguien le habl¨® de usted en el Consejo de Ministros?
R. Conociendo a mi hermano, seguro que no le dijo nada.
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