El carro
El pasado lunes, la Delegaci¨®n de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n en Almer¨ªa ha dado la nota. Dice que 'manifiesta su rechazo a cualquier medida que suponga una discriminaci¨®n en el empleo por la situaci¨®n familiar'. Estupendo, ya sabemos lo que piensa la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. Nada de discriminaci¨®n. Menos que, por casarse por lo civil, te deje en el paro la santa madre. Es una nota que merece ser alabada, por siempre.
Sin embargo, no parece que se entienda mucho por qu¨¦ ha tardado tanto la Delegaci¨®n en dar la nota. Puede que el retraso se deba a que primero ten¨ªa que saberse (por todos) lo de la profesora y despu¨¦s lo que opinan. As¨ª la nota se acomoda a lo que piensa la mayor¨ªa. Como dir¨ªa un amigo, subirse al carro. Si el carro va pall¨¢, pall¨¢ va el delegado. Si el carro viene pac¨¢, pac¨¢ viene el delegado. Son formas de entender la acci¨®n de gobierno. Cada uno tiene la suya y la Delegaci¨®n la propia. Adem¨¢s, as¨ª, Almer¨ªa tiene dos carros. El de Manolo Escobar y el del delegado.
Claro, que el problema es que se supone (constitucionalmente, por supuesto) que la autoridad eclesi¨¢stica no manda en las relaciones laborales, sino el Estado. Tambi¨¦n que en el ¨¢mbito laboral no puede imponer sus normas, como si de derecho eclesi¨¢stico se tratara. Si es as¨ª, cabe preguntarse que si la autoridad eclesi¨¢stica no gobierna y sus normas no son para este mundo, c¨®mo puede invitar a dar un trabajo, que, como el carro de Escobar, no es suyo, sino de la Consejer¨ªa. Menos, que el colegio se quede, y siga, sin profesora. Sobre todo, cuando la doctrina del Supremo (el de la Tierra, que est¨¢ en Madrid, y es tribunal) dice que el empleador de estos profesores son el Estado, y en Andaluc¨ªa, la Consejer¨ªa.
No hace mucho que la autoridad civil militar, y la sociedad, iba bajo palio. Era Corpus todo el a?o. De seguir as¨ª, tolerando que la intimidad de los profesores marque la calidad de la ense?anza p¨²blica y diciendo lo eclesi¨¢stico c¨®mo tiene que funcionar la sanidad p¨²blica, puede que termine siendo verdad lo que hace unos d¨ªas afirmaba Paco Umbral en este diario: 'Que Espa?a sigue oliendo a franquismo'. La pena, por lo que parece, es que a algunos no les molesta el olor, y no saben de qui¨¦n es el carro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.