Mercromina para los edificios
Los trabajadores del Instituto Torroja investigan por qu¨¦ se derrumban los inmuebles de Madrid y buscan soluciones
Los edificios, como las personas, tambi¨¦n sufren enfermedades, se hacen heridas y se caen al suelo. Y tambi¨¦n, como las personas, tienen m¨¦dicos para diagnosticar qu¨¦ les pasa, curarles y buscar remedios y medicinas. El Instituto Torroja lleva m¨¢s de cincuenta a?os dedicado, precisamente, a investigar por qu¨¦ se caen los edificios, qu¨¦ es lo que hace que aparezcan grietas y c¨®mo se pueden evitar derrumbes como los que se produjeron el pasado mes de marzo en las c¨¦ntricas calles de Gaztambide y del Factor, que causaron la muerte a tres personas.
'Nosotros acudimos a la llamada de una comunidad de vecinos o de un juez si ha habido fallecidos por causa de un derrumbe. Despu¨¦s de recibir la petici¨®n, creamos una unidad multidisciplinar para investigar qu¨¦ es lo que ha pasado', explica Carmen Andrade, directora del Instituto Torroja, centro que depende del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). El organismo lleva el nombre del investigador Eduardo Torroja, que falleci¨® en 1961 tras dedicar su vida a estudiar el campo de la construcci¨®n y de los materiales. Una vez recibida la petici¨®n, los t¨¦cnicos del Torroja acuden al edificio que presenta problemas, recogen muestras, hacen fotograf¨ªas... 'Normalmente nos suelen llamar cuando hay muertos o se ha producido un conflicto grave entre las partes, pero tambi¨¦n para cosas de poca monta', afirma Andrade.
Despu¨¦s, los t¨¦cnicos elaboran un informe en el que, adem¨¢s de dictaminar qu¨¦ es lo que ha ocurrido, ofrecen soluciones para que no se vuelva a producir ning¨²n accidente. En total, en el centro trabajan 200 personas, entre las que se puede encontrar desde ingenieros, arquitectos o qu¨ªmicos hasta fil¨®sofos.
Adem¨¢s de trabajar in situ, estos investigadores estudian en el propio Instituto Torroja por qu¨¦ aguantan, o no, el paso de los a?os los materiales con los que se construyen las casas. En una inmensa nave, varias personas comprueban si un enorme bloque de hormig¨®n es capaz de soportar un peso de cientos y cientos de toneladas. ?Saltar¨¢ en varios pedazos? ?Se har¨¢n grietas? ?Soportar¨¢ el peso? La acci¨®n es un simulacro de lo que puede pasar en cualquier edificio de Madrid que est¨¦ mal construido o cuya estructura ceda por el paso del tiempo.
Adem¨¢s, en el edificio del Torroja, declarado por el Colegio de Arquitectos edificio singular de la arquitectura contempor¨¢nea, hay materiales que llevan m¨¢s de veinte a?os expuestos a los cambios climatol¨®gicos para ver c¨®mo evolucionan.
Pero el envejecimiento de los materiales no es el ¨²nico motivo por el que los edificios se estropean. 'Adem¨¢s, el agua es el mayor promotor del deterioro. Muchas de las construcciones se hacen a cielo raso y, cuando empieza a llover, el agua cala en los materiales y los corroe', explica Carmen Andrade.
El agua, el sol, el viento. Muchos son los factores que influyen en que un edificio, de repente, un d¨ªa ya no aguante m¨¢s y se caiga. 'Esto es m¨¢s importante que el que la casa, por ejemplo, sea antigua y de madera. La madera puede ser buena, pero hay que ver que pueda sostener el peso', contin¨²a la directora del Instituto. Andrade cree que, como apenas se contruyen ahora construcciones con este material, los profesionales no tienen conocimientos de c¨®mo deben tratarlo. 'Hay que evitar la humedad y protegerla al bloque de las termitas. Mi familia tiene una casa con vigas de madera y nunca hemos tenido ning¨²n problema', a?ade. Pero hay edificios en Madrid con problemas que van m¨¢s all¨¢ de que les haya influido el clima o que est¨¦n construidos con uno u otro material. Simplemente, su edificaci¨®n fue una chapuza.
Un barrio sobre arcillas
Son casos como, por ejemplo, el del bloque del n¨²mero 44 de la calle Rocafort de San Crist¨®bal de los ?ngeles (Villaverde), que hace un mes tuvo que ser desalojado por riesgo de inminente derrumbe. La directora del Torroja ofrece una explicaci¨®n: 'El problema de ese barrio es que est¨¢ construido sobre arcillas expansivas que producen movimientos de terreno. Cuando se hicieron las casas no se elabor¨® un buen estudio del suelo', relata Andrade. 'Es mejor demoler que rehabilitar, ya que la reparaci¨®n puede ser tan costosa como hacer un edificio nuevo', a?ade.
Sobre el socav¨®n que se abri¨® en la M-30 el pasado 24 de abril, Andrade es tajante: 'Una cosa es que se produjese porque debajo hay un arroyo, El Abro?igal, y porque este a?o ha llovido much¨ªsimo. Pero si ha sido por las obras del metro, entonces no tendr¨ªa que haber pasado. Ten¨ªan que haber puesto mucho cuidad.
El Instituto Torroja tambi¨¦n echa mano de las nuevas tecnolog¨ªas para hacer sus estudios e investigaciones. Por ejemplo, los t¨¦cnicos dejan sensores de temperatura y humedad en los edificios para obtener respuestas inmediatas de sus males. Los sensores mandan unas se?ales y as¨ª los t¨¦cnicos pueden ver c¨®mo se comporta el edificio. 'Act¨²an como bloques inteligentes, los estudiamos y les damos nuestras propias medicinas', afirma Andrade, que tambi¨¦n lleva a cabo publicaciones electr¨®nicas sobre el campo de la construcci¨®n que sean accesibles a todos los t¨¦cnicos. Adem¨¢s, el Instituto, por encargo del Ministerio de Fomento, est¨¢ elaborando un c¨®digo t¨¦cnico de edificaci¨®n, que dictamine cu¨¢ndo un edificio es habitable o no.
La directora del Torroja contin¨²a con el s¨ªmil entre los edificios y las personas: 'La cirug¨ªa ser¨ªa la reparaci¨®n de los edificios; las pr¨®tesis, reforzar el bloque; estudiar si, por ejemplo, alguien tiene un c¨¢ncer equivaldr¨ªa a comprobar si un edificio tiene aluminosis...'
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