Albert Fina en el recuerdo
Una obra evoca la trayectoria del abogado laboralista, s¨ªmbolo de la lucha antifranquista desde las f¨¢bricas
Un dicho catal¨¢n env¨ªa a abogados y procuradores al infierno y de dos en dos, pero, si hay cielo, all¨ª debe de estar Albert Fina, abogado laboralista durante m¨¢s de 36 a?os y defensor de tantas y tantas causas obreras durante el franquismo, la transici¨®n y la democracia desde el despacho que siempre comparti¨® con Montserrat Avil¨¦s, su mujer. Fina falleci¨® en 1997 de un c¨¢ncer y ayer se present¨® un libro, Albert Fina, en el que 15 personas, la mayor¨ªa juristas, repasan la trayectoria del abogado y el sindicalista. Entre ellos, la vocal del Poder Judicial Manuela C¨¢rmena, el vicedecano de los jueces de lo social de Barcelona, Daniel Bartomeus, y los abogados Francesc Casares y Enric Leira.
De la obra se han editado 4.000 ejemplares y se present¨® en el Palau de la Generalitat, en un acto que presidi¨® Jordi Pujol. 'Yo no le trat¨¦ y s¨®lo le salud¨¦ dos veces, pero por lo que he le¨ªdo en el libro creo que fue un hombre que val¨ªa la pena', dijo el presidente catal¨¢n, quien a rengl¨®n seguido destac¨® de Fina que fue uno de los impulsores de Comisiones Obreras en Catalu?a. 'Uno de los grandes activos que tuvo el pa¨ªs durante la transici¨®n', precis¨®.
La iniciativa del libro parti¨® hace un a?o del Colectivo Seat, un grupo de sindicalistas y trabajadores de esta empresa, que en 1971 realiz¨® una de las huelgas m¨¢s sonadas de la ¨²ltima etapa del franquismo, a la que sigui¨® despu¨¦s la del Baix Llobregat. En aquella ¨¦poca el soci¨®logo Carles Navales era un sindicalista de la empresa Elsa de Cornell¨¤ y ahora dirige la revista de pensamiento La Factor¨ªa, la editora del libro sobre Fina.
Rechazo editorial
El Colectivo Seat recurri¨® a Navales despu¨¦s de que m¨¢s de una editorial les diese la espalda. Las aportaciones econ¨®micas de CC OO y UGT, del Colegio de Abogados de Barcelona y del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat facilitaron la impresi¨®n, aunque todav¨ªa quede alguien por pagar lo prometido.
Amigos de Albert Fina de todas las tendencias tomaron ayer la palabra en un acto que reuni¨® a 150 personas. Miquel Roca, uno de los padres de la Constituci¨®n,dijo de ¨¦l que fue una de las personas que 'hicieron que en Catalu?a hubiera esperanza durante la dictadura'. El senador Isidre Molas destac¨® de Fina su 'compromiso gen¨¦tico con la defensa de los trabajadores', mientras que Josep Llu¨ªs L¨®pez Bulla, ex secretario general de CC OO, asegur¨® que fue 'el m¨¢s grande' de una generaci¨®n irrepetible de abogados laboralistas.
El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Ernest Maragall tambi¨¦n admiti¨® sin ambages que no trat¨® a Fina, aunque dijo que fue una persona 'que ense?¨® a los jueces de la ¨¦poca', y Pedro L¨®pez Provencio, del Colectivo Seat, record¨® que la trascendencia de los abogados laboralistas en Catalu?a y Espa?a fue un fen¨®meno ¨²nico en el mundo.
A ellos se refiere el escritor Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, quien afirma en su cap¨ªtulo del libro que 'resulta dif¨ªcil transmitir a las nuevas generaciones que un abogado laboralista era algo m¨¢s que un abogado laboralista bajo la dictadura franquista' porque sus despachos eran 'territorios francos', como las iglesias de los sacerdotes 'que hab¨ªan descubierto que la cruzada de Franco no era su cruzada'.
Muchos de esos abogados acudieron ayer a la Generalitat a la presentaci¨®n del libro. Ahora son jueces, gestores de empresas p¨²blicas, profesionales liberales o abogados de conocidos despachos. La esposa de Fina, Montserrat Avil¨¦s, sigue ejerciendo como laboralista.
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