Mart¨ªnez pone el peso espa?ol en ¨®rbita
El lanzador leon¨¦s ronda en los entrenamientos 22 metros, palabras mayores en el atletismo actual

Manuel Mart¨ªnez, 26 a?os, 1,86 metros, 140 kilos, lanzador de peso, es uno de los mejores atletas espa?oles. La marca que consigui¨® el domingo en Madrid (21,29 metros) y, sobre todo, la confianza con la que ha aprendido a competir le han permitido asentarse entre la exclusiva ¨¦lite mundial y convertirse en un serio cliente para las medallas en el pr¨®ximo Mundial de Edmonton (agosto, en Canad¨¢).
Es un portento que con sus marcas ha puesto en ¨®rbita el peso, una secci¨®n en la que el atletismo espa?ol sufr¨ªa una cojera hist¨®rica. Es el Yago Lamela de una especialidad en la que, en contra de las apariencias, la fuerza bruta o la clase natural cuentan mucho menos que las sofisticaciones t¨¦cnicas. el trabajo minucioso, de ballet, o la velocidad de acci¨®n.
Hace un par de semanas, el d¨ªa 13, en Valladolid, pas¨® la barrera psicol¨®gica de los 21 metros -21,04- y un nuevo mundo se abri¨® para ¨¦l: Manuel Mart¨ªnez hab¨ªa roto, por fin, el bloqueo psicol¨®gico que le imped¨ªa rendir en la competici¨®n al nivel que hac¨ªan prever las marcas que consegu¨ªa en los entrenamientos. Dos semanas despu¨¦s, y 25 cent¨ªmetros m¨¢s, esa impresi¨®n ha aumentado. Tanto que su gente se asusta en cierta manera y hace circular en voz baja, como con miedo a romper un encantamiento, que el gigante leon¨¦s ronda asiduamente los 22 metros (palabras muy mayores ya) en los entrenamientos.
Con ¨¦l, en su progresi¨®n imparable, trabaja desde siempre Carlos Bur¨®n, una lumbrera de la t¨¦cnica del lanzamiento. Bur¨®n habla de que, en realidad, todo es un puzzle, que no se puede tocar una pieza sin que afecte a otras y sin que, al final, se pueda romper el modelo. Y que el fin de todo es la fuerza m¨¢xima pero r¨¢pida: la explosi¨®n. 'El lanzador es fuerza explosiva', explica; 'el lanzamiento es velocidad. Nosotros no hablamos de vatios ni de otras medidas, sino de metros por segundo. Y sabemos con certeza que si la bola sale de la mano a casi 14 metros por segundo alcanzar¨¢ 21 metros'.
La velocidad es fuerza, espacio y tiempo y la fuerza es t¨¦cnica y condici¨®n f¨ªsica. 'Y tambi¨¦n gen¨¦tica: la velocidad nerviosa llega de nacimiento, no se puede inventar', explica Bur¨®n. Todo es entrenable y mejorable, salvo las caracter¨ªsticas f¨ªsicas.
'Ahora Manolo est¨¢ m¨¢s gordo que nunca y anda por los 140 kilos. De talla est¨¢ por 1,85-1,86 metros. Es de tama?o mediano en comparaci¨®n con lo que se ve. El norteamericano Godina mide 1,94, los mismos que el ucranio Bagach', dice Bur¨®n. 'En teor¨ªa, cuanto m¨¢s grande, m¨¢s fuerte y mejor lanzador, pero no es as¨ª'. El reglamento explica la paradoja: el c¨ªrculo del lanzador tiene un di¨¢metro de 2,13 metros: 'Y, en ese espacio, un lanzador de 2 metros tiene problemas; en la pr¨¢ctica casi no cabe ni puede moverse a gusto. As¨ª que la tipolog¨ªa ideal anda por el 1,85-1,90 metros, y no en m¨¢s del 1,90'.
Mart¨ªnez, as¨ª, parece que lo tiene todo: juventud, cuerpo, t¨¦cnica, velocidad y medios cient¨ªficos para seguir progresando hasta alcanzar su techo. 'Creo', dice Bur¨®n, 'que incluso puede pasar de los 22 metros, pero no lo queremos decir muy alto: con pasar de 21 nos contentamos ahora'.
Los 22 metros no hay que compararlos con el r¨¦cord del mundo de 23,12 de Randy Barnes hace 11 a?os, en los tiempos en que la diferencia entre los lanzadores la marcaban las dosis de anabolizantes que se atrevieran a tomar. Ahora, 22 metros s¨ª que son cosa seria: las medallas se mueven en los 21 altos.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
