El banderillero sufre dos cornadas, una de 20 cent¨ªmetros
Los partes m¨¦dicos acostumbran a ser limpios, as¨¦pticos, como los quir¨®fanos en los que se gestan. En la caligraf¨ªa de m¨¦dico con prisas, y entre la nube de descripciones anat¨®micas, las cornadas se antojan caminos sin m¨¢cula, t¨²neles perfectos horadados en la carne desprevenida. El de ayer era diferente. Entre los garabatos facultativos se adivinaba la salvaje embestida del dolor. 'Heridas por asta de toro, una con desgarro de escroto y evisceraci¨®n de test¨ªculo izquierdo'. Entre el grupo de periodistas que se apelotonaban alrededor de la hornacina donde el parte de marras es traspasado por una chincheta, alguno hubo (hombre ¨¦l) que de forma inconsciente se ech¨® mano a las llaves; otro gui?¨® los ojos, y el ¨²ltimo no pudo evitar mirar para otro lado. El parte m¨¦dico supuraba por las comas.
Mientras, Juan de los Reyes Fern¨¢ndez sal¨ªa, a¨²n dormido, del quir¨®fano. Lo hac¨ªa casi una hora despu¨¦s de que su cuerpo atravesara en volandas el pasillo que separa la puerta roja del ruedo de la gris de la enfermer¨ªa. El camino lo forman poco m¨¢s 40 metros escoltados por unos azulejos blancos heridos de la luz blanca de los fluorescentes. Bajo su reflejo, las carnes se antojan exang¨¹es, l¨ªvidas, y los labios de los heridos cobran el color blanco de las cicatrices. Juan lleg¨® a las puertas del quir¨®fano recogido a pu?ados. Una hora de intervenci¨®n y... menos grave.
Dicen que en el sopor de la anestesia, la vida entera pasa por la cabeza del enfermo. Por la de este banderillero nacido en ?cija (Sevilla) hace 35 a?os seguro que pasaban las estampas de su quehacer de novillero all¨¢ por los a?os ochenta. Desde hace s¨®lo una temporada acompa?a a Manuel D¨ªaz El Cordob¨¦s. Antes hizo otro tanto con Javier Conde y con anterioridad puso las banderillas para Jos¨¦ Luis Moreno.
Pasa el tiempo y en la puerta gris de la enfermer¨ªa nadie dice palabra. 'Est¨¢n dentro', son las pocas palabras que se oyen cada vez que alguien atraviesa el umbral. El novillero Ra¨²l Vivar, que normalmente acompa?a a El Cordob¨¦s, aguarda noticias. Una hora despu¨¦s de su ingreso, aparece el citado parte m¨¦dico: ... 'otra [cornada] en el tri¨¢ngulo de Scarpa, tercio superior de muslo izquierdo con una trayectoria ascendente de 20 cent¨ªmetros que sobrepasa la espina iliaca antero-superior izquierda'. Los arabescos anat¨®micos duelen en su lectura como nunca antes acostumbran hacerlo.
El reloj toca las diez menos diez de la noche. Hace 50 minutos, que Juan entr¨® en la enfermer¨ªa. Ahora, sale adormecido. A sus costados Antonio P¨¦rez El Pere y Jos¨¦ Pacheco. Los dos se van haciendo cruces y cantando en voz alta las letras del papel asaetado por una chincheta. Hasta la chincheta se deja sentir al contemplarla.
La corrida de hoy
La corrida de hoy, 21? de abono: Toros de Alcurruc¨¦n para Jos¨¦ Luis Moreno, Uceda Leal y Jes¨²s Mill¨¢n. A las 19.00
Babelia
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