La iniciativa de Zaplana sobre los interinos es legalmente inviable

La ausencia de convocatorias de empleo p¨²blico durante cerca de seis a?os ha elevado de forma alarmante el n¨²mero de trabajadores interinos en el seno de la Administraci¨®n auton¨®mica, una situaci¨®n que afecta a cerca de un tercio de los docentes, supera ese volumen entre el personal sanitario y es algo inferior en la Administraci¨®n general.

Varias sentencias del Tribunal Constitucional (TC) han establecido que el concurso de m¨¦ritos y la oposici¨®n son las ¨²nicas v¨ªas de acceso a la funci¨®n p¨²blica, y han establecido que no se pueden reservar plazas para los trabajadores interinos. La posibilidad de reconocer como un m¨¦rito los a?os de servicio no exime a los aspirantes de superar previamente una oposici¨®n, seg¨²n el TC, y s¨®lo debe computarse para la posterior elecci¨®n de destino.

M¨¢s a¨²n. Los docentes pertenecen a un cuerpo estatal. Si se convocara en la Comunidad Valenciana una oposici¨®n que reconociera los a?os de servicio como un m¨¦rito, podr¨ªan resultar beneficiados interinos procedentes de otra comunidades.

En el ¨¢mbito de Sanidad se puede jugar algo m¨¢s en virtud de una ley de selecci¨®n del a?o 1999 que cede cierto margen a las comunidades aut¨®nomas que tienen transferidas las competencias, pero la norma establece un marco b¨¢sico para el conjunto del Estado.

Hasta hace unos meses, el reglamento vigente en la Comunidad Valenciana establec¨ªa que el interino m¨¢s antiguo deb¨ªa abandonar su plaza si un funcionario fijo acced¨ªa al puesto en virtud de un concurso de traslado. Fuentes sindicales celebran una reciente modificaci¨®n para desplazar al interino m¨¢s joven y sugieren que es viable resolver problemas de precariedad si se proponen pruebas de acceso acordes con las labores reales de los plazas a concurso, de modo que la mejor escuela para preparar una oposici¨®n sea la experiencia en el puesto de trabajo.

Al margen de la buena disposici¨®n para la negociaci¨®n entre sindicatos, asociaciones de interinos y partidos pol¨ªticos persiste un problema a?adido: cualquier ciudadano particular puede recurrir un modelo de concurso si considera que lesiona sus derechos.

La Generalitat ya ha descartado la posibilidad de establecer un modelo ¨²nico de acceso para resolver el problema de los interinos en todos las ¨¢reas afectadas. Zaplana tiene previsto presentar las l¨ªneas generales de una propuesta para afrontar el problema el pr¨®ximo viernes para descender al detalle en posteriores mesas de negociaci¨®n con los sindicatos.

La voluntad de resolver el problema parece loable, pero fuentes de la oposici¨®n sugieren que la iniciativa responde al c¨²mulo de problemas legales que afronta la Administraci¨®n auton¨®mica y s¨®lo persigue mantener vigente la complicada situaci¨®n actual.

Algunos ejemplos ilustran la situaci¨®n actual: el Consell aprob¨® en abril de 1999 un decreto de provisi¨®n de plazas a trav¨¦s de funcionarios en comisi¨®n de servicios, pero los tribunales limitaron a dos a?os la permanencia de los designados y exigi¨® sacar a concurso tales puestos una vez vencido ese plazo; las sucesivas relaciones de puestos de trabajo en la Administraci¨®n elaboradas por el Consell han sido impugnadas por los sindicatos mayoritarios; una sentencia reciente obliga a los miembros del denominado cuerpo de interventores a ajustar su salario a la escala vigente y exige la devoluci¨®n de los complementos cobrados hasta la fecha; la FSP de UGT mantiene un pleito contra Administraci¨®n P¨²blica porque m¨¢s de 300 interinos ocupan puestos superiores a la escala b¨¢sica en sus respectivos destinos... Un largo etc¨¦tera pone de relieve la necesidad de afrontar la situaci¨®n con rigor.