Entrenadoras
Somos padres de una ni?a de ocho a?os que practica gimnasia r¨ªtmica en el Pabell¨®n Municipal de El Palo, con el ¨²nico fin de disfrutar de la pr¨¢ctica de una disciplina deportiva. Peri¨®dicamente, como complemento a las clases se organizan competiciones o exhibiciones, de cara al p¨²blico, que suele reducirse casi exclusivamente a los padres. Entendemos que estas exhibiciones se hacen para premiar la dedicaci¨®n de las ni?as, que se sienten muy felices y acuden con mucha ilusi¨®n. Tambi¨¦n entendemos que si las entrenadoras consideran que una ni?a no est¨¢ preparada para acudir a estas citas no deber¨ªan convocarlas para, por consiguiente, ilusionarlas in¨²tilmente.
Pues bien, el 10 de mayo se celebr¨® una competici¨®n en Estepona a la que se presentaba el equipo donde est¨¢ nuestra hija. Debido a un asunto familiar muy grave nos resultaba bastante complicada la asistencia, circunstancia que pusimos en conocimiento de sus entrenadoras para evitar desplazarnos hasta all¨ª en el caso de que nuestra hija fuese como suplente. Nos confirmaron su participaci¨®n como titular, por lo que decidimos asistir.
Para asistir a esta competici¨®n, las ni?as tuvieron que entrenar durante cinco d¨ªas a la semana, despertarse a las siete de la ma?ana para ir en autob¨²s y comprar mallas nuevas para participar con el equipo, equipaci¨®n que hasta ahora no hab¨ªa utilizado. Nuestra hija realiz¨® los ejercicios previos con el resto del equipo y, en el instante antes de salir al tapiz, le comunicaron que ella no participaba.
Supongo que entender¨¢n la decepci¨®n y tristeza que todo esto ha producido en mi hija que no comprende por qu¨¦ le han mentido y enga?ado. Y tampoco nosotros entendemos por qu¨¦ sus entrenadoras, tras haber sido informadas, no han respetado nuestra situaci¨®n familiar, haciendo que nos desplacemos s¨®lo para ver a nuestra hija llorar. ?C¨®mo explicarle las bondades del deporte si con tan s¨®lo ocho a?os le hacen pasar por una experiencia tan desagradable como absurda?
Pensamos que estas personas no est¨¢n capacitadas para ense?ar nada a ni?as de esas edades, han provocado una falta de confianza total en ellas y demostrado una absoluta ausencia de tacto, delicadeza, educaci¨®n y respeto.
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